Archivo para May, 2023

LA BODA DE JORGE

  (ENTRADA 806)

 

Llegó el fin de semana de la boda de mi primo Jorge, el peque de nuestra familia por parte materna, para la que tuvimos que desplazarnos al noroeste del país. Desde que había sido invitado me sentía sin ninguna gana de acudir, pues ya no me gusta viajar ni que alteren mis rutinas. El viaje en avión fue un coñazo por sus retrasos y los bordes  en los sistemas de seguridad, pero como suele pasar terminé agradeciendo mucho el haber acudido.

La semana comenzó con un bajonazo considerable por el rechazo de José y por la avería en nuestra casa de mi ciudad natal. Afortunadamente el lunes repararon la fuga y pudieron dar servicio de agua a toda la casa de nuevo, pero necesitaron picar en la pared de mi habitación. Por suerte taparon los agujeros el jueves, y solo queda ver como de dañado quedará el suelo después de que seque por completo. Como mi tía se había tragado todo el marrón, le envié un ramo de flores en nombre de mi hermano y yo. Las carreras me costaron un poco, especialmente el jueves, donde me vi obligado a realizar una parada para descansar. Aunque José parece pasar de mi definitivamente, conocí a otro José (casado) bastante majo con quien lo pasé muy bien. Aunque nuestro encuentro fue interrumpido por la llamada unos amigos suyos que pensaban haber quedado con él. A pesar de esto, me vino bien quedar para desconectar un poco.

Ya de jueves cogí mi primer taxi negro para acudir al aeropuerto, donde me encontré con mi hermano primos y sobrinas. Me tocó pasar dos veces por el arco de seguridad porque se me había olvidado sacar el portátil de la funda, y encima pité las dos veces, por lo que me hicieron el control de las muñecas y cintura del pantalón. El vuelo salió con retraso, lo cual me dejó agotado, y pudimos instalarnos en las habitaciones del hotel a la una y cuarto. Las habitaciones eran bastante malas, muy oscuras y ajadas. Parecían zulos. Esto contribuyó a que solo lograra dormir tres horas. Sin embargo, y de forma inexplicable, aguanté todo el día sin mayores problemas. Jorge vino a recogernos al hotel y nos encontramos con Victoria y sus chavales de camino a la pinacoteca donde se celebraría la boda. Encontramos a algunos conocidos como Julito, así como a mi primo David y su esposa María. La boda la celebró el popular alcalde de la ciudad, algo que los novios no querían, pero resultó muy emotivo y todos nos emocionamos mucho. Pasamos a tomar algo a un bar cercano, donde Jorge me enseñó el lugar donde había vivido cuando había llegado a la ciudad. Fuimos a comer al lado del puerto, donde al final de la comida quedamos bloqueados debido a un fuerte torrencial. Conocí a gente divertida como Gonzalo o la esperpéntica madre de la novia, y no pude evitar envidiar mucho a mi primo por la familia de amigos que había forjado y la felicidad que desbordaba. Después de que la lluvia nos diera una tregua acudimos a un bar fashion que Jorge había ayudado a diseñar. Fue allí donde recibí una llamada de Juan Carlos, la primera en mucho tiempo y tras la muerte de su padre. Hablé con él un rato pero le tuve que dejar porque volvíamos a movernos, explicándole que estaba fuera de boda. El resto de la celebración tuvo lugar en un edificio prácticamente en ruinas que me pareció formidable y con una atmosfera genial. Allí conecté mucho con Victoria y ambos hablamos sobre nuestros ligues ocasionales. También me reencontré con Inés, la primera novia de Jorge. Tras darlo todo bailando me retiré al hotel, donde por fin sí pude descansar.

La segunda parte de la boda comenzó en un jardín botánico y resultó muy divertida. Hubo una ceremonia con tres anfitrionas vestidas de discotequeras, seguida de un concierto emulando al Festival de San Remo. Las canciones fueron de lo más frikis, y lograron arrancarnos carcajadas sin parar. Eso sí, parte del servicio era infumable y bastante groseros. Tuve la oportunidad de conocer más a Theo y Arturo, que se han convertido en unos adolescentes adorables, y también encontré que Víctor se había vuelto más sociable. Por la noche acudimos a una discoteca, donde yo acabé por retirarme al ver que había bebido en exceso. Sin embargo, no fui el único en despertarse con una resaca monumental y casi sin voz. Tras dejar el hotel fuimos a tomar algo a una terraza donde se nos unieron varios asistentes de la boda. Después comimos en un restaurante muy bueno, aunque nos tocó quedarnos fuera. De regreso al hotel, Jorge y Uxía pasaron a vernos y dimos un pequeño paseo bajo la lluvia. Ya agotados, partimos al aeropuerto, donde esta vez no tuve problemas con las maletas. Llegamos con retraso una vez más, pero a tiempo de ver la victoria de la marea azul en la capital. Ya agotado, me acosté agradeciendo haberme obligado a acudir a la boda.

Saludos


Y CUANDO TODO PARECÍA IR BIEN…

  (ENTRADA 805)

 

No sé si debo tener una especie de maldición que me acompaña cada segundo trimestre del año. Lo que más rabia me da es que esta semana parecía salir a la perfección, con todo lo que tenía pendiente liquidado. Sin embargo el domingo se torció todo cuando mi tía me comunicó que habíamos sufrido una fuga de agua en mi casa en mi ciudad natal.

Después de una semana eurovisiva algo triste, la semana empezó estupendamente. Al levantarme noté que el agarrotamiento de mis brazos desaparecía y estaba completamente recuperado. Me animé y salí a tomar algo porque era día festivo por el patrón de nuestra capital. Fui al bar caliente donde estuve de charla un rato con Josito hasta retirarme. Eso sí, ver a José conectado y pasando de mi me afectó más de lo que podía imaginarme. Al día siguiente recibí el voto por correo y me acerqué al ministerio para votar, quitándome ese tramite de encima. También contraté servicio para que me enviaran el coche a la ITV, y empecé un juego menos tétrico “Horizon: Forbidden West”. Había jugado al primero durante la enfermedad de mi madre, y la verdad es que me había ayudado mucho a evadirme. El jueves estuve atacado porque vino una chica a llevarme el coche al taller para revisión y pasar la ITV. No me había quedado claro que fueran a hacerlo todo y eso me puso completamente nervioso e incapaz de dormir.

Seguí saliendo a correr durante toda la semana, y llegado el viernes me llevé numerosas alegrías. Me llegó el último paquete de cómics, recogí el coche con la ITV pasada en un taller muy chulo más cerca de casa, y logré hacer un treinta y cinco en mi última carrera. Todo parecía ir perfectamente y tuve un subidón considerable. Salí a tomar algo al bar garra, donde Emilio volvió a estar ausente durante el fin de semana. Solo espero que este de vacaciones y no le haya pasado nada. Me encontré con Emilio y Juan Toledo, que estaban bastante perjudicados una vez más. Después fui por el bar grueso, que estaba bastante animado, donde pude charlar con Agus durante un rato. Al retirarme a casa temprano, decidí ir a comer a casa de mi prima al día siguiente. Mi hermano no fue porque Amy volvía a estar mala, pero yo aproveché a llevarme una maleta más pequeña para la inminente boda de mi primo. Por la tarde quedé con Alex, aunque el encuentro no fue tan bueno como en otras ocasiones. Esto no me afectó y salí a tomar algo. El bar garra estaba muy animado y me encontré al gorila en la puerta, empeñado en que me llamo Alfredo. Pero me llevé una mayor alegría en el bar grueso, donde el encargado me invitó a la primera cerveza y Agu a dos. Dos petardas me pidieron información sobre discotecas, pero fueron bastante majos.

El domingo se puso el día nublado, y vi como José había vuelto apasar de conectar conmigo. Fue cuando mi tía me llamó porque había una fuga de agua en la habitación de nuestra casa de mi ciudad natal. Sacó diez calderos de agua y me envió un video que acabó con mi subidón. En medio de un ataque de ansiedad contacté con mi seguro para que contactaran con mi tía. Al final cortaron el agua en todo el edificio, y al día siguiente verían a que se debía. Mi tía fue un amor cargando con un nuevo marrón y negándose a que viajara allí, porque tampoco podía hacer nada. Mi hermano estaba convencido de que era una bajante, y que la comunidad se tendría que hacer cargo. Yo me vine abajo al ver que después de solucionar todos los tramites tenía otra movida. Esto me llevó a contactar con José para intentar quedar, pero no quiso alegando que estaba cansado y se iba a dormir. No le he visto desde el seis de abril, y le había visto conectado una hora antes. La verdad es que es una constante el que siempre esté disponible para otros y esto no sea reciproco. Así que el bajón fue el doble, y la verdad es que me sentí bastante deprimido. Me resistí a encerrarme en casa y fui al bar caliente, donde por lo menos estuve de charla con Josito y con Roberto, un tío de mi tierra. Los camareros fueron bastante majos y me invitaron a la última cerveza, y a la salida me encontré y charlé con Miguel. Me retiré a casa completamente hundido, y a la espera de ver como se solucionaba todo.

Saludos


FIESTA EUROVISIVA 2023

  (ENTRADA 804)

 

Un año más llegó la semana de la celebración eurovisiva, aunque no puedo mentir al reconocer que ha sido la más triste desde que tengo uso de razón. Siempre había visto el festival en un bar, y las únicas excepciones habían sido dos ocasiones en las que había organizado fiesta en casa muchos años atrás. Este año he visto las semifinales solo y la final en casa de mi prima, lo cual no ha sido lo mismo. También ha sido la primera vez en ocho años que no lo he visto con Juanito. Como era de esperar la aflamencada Blanca Paloma no cuajo, aunque hay que reconocer que la chavala tenía un talento descomunal.

La semana empezó con la recuperación de mi sinusitis aunque para el fin de semana me vi afectado por una rigidez de los brazos que todavía me acompaña, aunque va mejorando. Pude darle un serio repaso de limpieza a la casa, que realmente lo necesitaba, y retomé mis carreras sin los problemas de la semana anterior. Por lo menos logré marcar un treinta y cinco de tiempo para la llegada del viernes. También recibí mi primer pedido de cómics y un pack de películas de Superman en edición metálica. El martes pude ver la primera semifinal de eurovisión en casa, donde me declaré fan total de Käärijäy su más que original “Cha Cha Cha”. Loreen regresaba por Suecia como clara favorita para ganar, aunque debo reconocer que me pareció más de lo mismo. El jueves pude ver la segunda semifinal, que me pareció de un nivel más bajo que la anterior. De ahí me quedé fascinado con el atractivo Andrew Lambrou por Chipre, que además demostró tener un potente chorro de voz. Llegado el viernes me animé a salir, algo que animó bastante. Estuve tomando algo en el bar garra, donde me encontré con Nono. Como su acompañante me daba a entender que sobraba, opté por darles espacio. Emilio no estaba en el bar, y me imaginé que se habría ido, como muchos, a Maspalomas para celebrar el orgullo. Me animé a pasar por el bar grueso, donde Agu volvía a estar en la barra. El barbitas gruñón fue bastante amable conmigo, y Nono me pidió que le sacara unas fotos con su grupo y se fue sin despedirse. Yo me retiré enseguida porque llevaba dos semanas sin salir y ya le había dado bastante a la cerveza. Para el fin de semana, logré acabar con el primer juego de Resident Evil, que me tenía bastante agobiado.

Dormí a trompicones y el sábado me levanté sintiendo los brazos agarrotados, y dolor de garganta, algo que me preocupó un poco. A pesar de esto no estuve mal durante el día y  fui a casa de mi prima a ver la final de Eurovisión. Para empezar me molestó que no hubiera nadie excepto Chema, y que Lucía y mi sobrina llegaran tarde y se incorporaran al festival veinte minutos después. También que Chema se resistiera a subir el volumen de la tele, que además era de bastante mala calidad. Se nos unieron un amigo de ellos llamado Curro, y su hija, y dentro de lo que cabe lo pasamos bien, pero yo me sentí muy fuera de lugar. Mis favoritas eran Finlandia, Estonia, Chipre, Bélgica y Austria. El jurado profesional nos puso en noveno lugar, y el televoto en el último, por que quedamos con un décimo séptimo puesto. Tal y como se esperaba, Loreen ganó por Suecia consiguiendo que Suecia se una a Irlanda como el festival que más festivales ha ganado, siete en total cada uno.

Para el final de la velada me sentía raro, pero mi sobrina me acercó en coche a mi barrio. Me animé a ir al bar grueso, donde tome unas cervezas y charlé con Agu sobre los resultados durante un rato. El bar estaba bastante lleno, pero yo estaba bastante hecho polvo y me retiré.

El domingo fue el día que peor me sentí, con los brazos como si fueran de plomo de lo agarrotados que los tenía. La verdad es que no tomé nada en todo el día, por lo que fue normal que notara un desgaste especial. Por la tarde logré quedar con André y lo pasé bastante bien, pero después noté todo el cuerpo machacado. Así que me quedé viendo “Peter Pan y Wendy”, que me pareció bastante mala, y me acosté con la esperanza de recuperarme del todo y acabar con esta pésima racha que tanto me está durando.

Saludos


SUFRIENDO LA SINUSITIS

  (ENTRADA 803)

 

Lo cierto es que la suerte parece no haberme acompañado demasiado, ya que después de que pareciera que había superado todos mis males, acabé afectado por una fuerte sinusitis. Parece que tras haber acabado con el bicho, había acumulado bastante moco y esto me acarreado sufrir un fuerte dolor.

La semana había empezado muy bien. Como el lunes era festivo decidí darme un respiro y no realizar mi limpieza habitual. Estuve recolectando antiguos contactos, lo cual me entretuvo bastante. Por la noche me animé a salir y fui al bar garra, donde Emilio me invitó a la primera cerveza. Esto fue todo un detalle que aprecié de verdad. El bar estaba animado, aunque no tanto como un sábado. Pedro el portugués me dio un toque para decirme que estaba en el bar caliente, así que decidí ir a verle. Estuve tomando un par de cervezas con él, y la verdad es que el bar estaba muy animado. Decidimos pasar por el bar grueso, pero nos encontramos a Agus en la puerta, donde nos informó que solo quedaban tres clientes. Muchos bares no habían abierto y pasamos por el orgánico, que también estaba completamente vacío ya. Es evidente que el barrio ya no soporta un puente que no este relacionado con el orgullo o el madbear. Así que me retiré a casa, mientras Pedro continuaba buscando algún bar donde tomar algo. El martes comencé a notar un poco fuerte la sinusitis, aunque pasé el día tranquilo jugando al Resident Evil.

Fue el miércoles cuando noté realmente fuerte la sinusitis. Salí a correr para incrementar un gran dolor en la frente y tardar treinta y nueve minutos en realizar mis seis kilómetros habituales. Así que me tocó un antibiótico durante tres días y bastante ibuprofeno y lavados con agua salina. A pesar de esto, logré salir a correr el jueves y el viernes, logrando mejores tiempos y con solo dolor en el lado izquierdo de la cara. Afortunadamente pude ir a dentista el jueves, y esa vez apenas noté la limpieza. Como el viernes sentí un dolor terrible, opté por no salir y quedarme tranquilo en casa. El sábado estaba mucho mejor y fui a comer con mi prima, familia y hermano. Parecía que todo había acabado, pero me dio por quedar con un chaval twink bastante salido (Javi), y la sinusitis se me reactivó.

El domingo amanecí bien y me encontré un mensaje de José que me animó bastante. La sinusitis dejó de molestarme, José y yo terminamos por no quedar, lo que me provocó un bajón muy fuerte, porque ya hacía un mes que no lo veía. Sin embargo, opté por conformarme con no sentir dolor y esperando poder ir a correr sin sentir dolor al día siguiente.

Saludos


JUEVES CASI PERFECTO

  (ENTRADA 802)

 

Es justo admitir que ha sido una semana complicada. La espera por el resultado de mis pruebas, regresar al hospital donde había empezado todo, y tener conocer a quien sería mi nueva médico después de diecisiete años me tenía desquiciado. Sin embargo, es justo reconocer que todo salió casi perfecto. Digo casi porque me faltó él.

El lunes llamé al hospital para que me confirmaran la cita, ya que todavía no sabía con certeza a donde tenía que ir y con quien. De esta forma me comunicaron quien sería mi nueva médico, me cambiaron la cita a una hora posterior al mismo día, y me confirmaron que volvía a mi antiguo hospital. Tras esto, me animé a ponerme a limpiar la casa e intenté armarme de paciencia. El martes decidí quedar con Andre para un encuentro que me ayudó mucho a descargar estrés. Curiosamente, ese mismo día quedé con un tío de rastas y con nombre de dios egipcio. Sin embargo, éste fue más bien pavisoso. Correr me supuso un esfuerzo a lo largo de la semana; y es que la garganta y el cargazón de mocos no dejaron de molestarme en ningún momento.

Llegado el jueves me sorprendí yendo a correr por la mañana y acudí a mi cita en el odiado hospital donde todo empecé. Debo reconocer que lo habían reformado completamente, y estaba llenó de luz y modernizado. A pesar de esto, me sentí extraño regresando allí. Afortunadamente, mi nueva médico resultó encantadora, y tenía el colesterol bajo control. Lo único que estaba algo alto era el ácido úrico, a pesar de todos los cambios en la dieta que había llevado a cabo. Por fortuna, mi médico no le dio mayor importancia. Después de la cita acudí andando al otro hospital para ir a la farmacia y ya regresé a casa. Fue tal el subidón que me animé a subir el mueble de Julio Verne para que quedara más alto encima de la televisión; y me quedó perfecto. Después terminé la ficha de Lobezno y pude publicarla. Resulto el día perfecto, que solo tuvo un pequeño fallo. A pesar de que estaba conectado y que no le veía desde principios de mes, José no me dio un toque para quedar. Supongo que no se puede ser demasiado exigente.

Ya de viernes, retiré el edredón y lo llevé a la tintorería. Tras esto, retomé los juegos de la consola y empecé con “Resident Evil 0”. Por la noche me animé a salir, pero el bar garra estaba matado. Aunque el bar grueso estaba más animado, noté la ausencia de Agus. Eso sí, pude ver como un chaval con gafitas me echaba miraditas, pero no me animé a hacer nada. Así empezó un nuevo puente, en el que la familia de mi prima estaría fuera. El sábado me animé a quedar con Alex, y debo decir que fue nuestro mejor encuentro. Como acabamos muy tarde, decidí no salir y estuve jugando algo con la consola antes de acostarme. El domingo pasé un día tranquilo y me animé a salir a pesar de que tenía una cargazón bastante fuerte. En el bar garra un tío elogió mi camisa hawaiana y mi sonrisa, algo que me agradó. No había nadie conocido y el bar estaba más animado de lo que esperaba. Al mirar la app me di cuenta de que José estaba fuera por el puente, así que no lo vería tampoco durante el fin de semana. Tras tomar algo me acerqué al bar grueso, que estaba animado pero se fue vaciando rápidamente. Me llamó la atención un chaval vestido de látex amarillo que iba con una cuadrilla de cuero. Fue entonces cuando empecé a relajarme de mi cargazón, pero ya cansado regresé a casa en un puente que se mostraba bastante aburrido en general.

Saludos