Archivo para diciembre, 2022

BAJO RIESGO DE INFECCIÓN

 (ENTRADA 784)

 

Para ser la semana de Navidad, me he enfrentado a varios desastres, sobre todo un riesgo de infección cuyas consecuencias quedan todavía por ver. El caso es que me he tenido que enfrentar a una decisión. Elegir entre pasar mis segundas Navidades solo o arriesgarme a la infección. He elegido la segunda, porque dada la tristeza del mes a la que me he enfrentado, no creí que podría soportar estar solo.

RIESGO DE INFECCIÓN 26-12-22La semana comenzó bien en relación al deporte, ya que salí a correr todos los días una vez más, y lo llevé mucho mejor de lo que esperaba. Es verdad que hice treinta y seis, pero el último día estuve a tres segundos de hacer un treinta y cinco. El lunes me enteré de una gran noticia, y es que mi hermano parece haberse echado novia y ya llevan dos meses juntos. Eso sí lamenté escuchar que la madre de la chica estaba con un cáncer avanzado. Esto tiene que ser un recordatorio muy duro para mi hermano, y espero que lo lleve lo mejor posible. Esto se compensó con un desastre de quedada con Ander el martes, y es que a veces me da la sensación de que no aprendo nada. Después de dos horas solo me llevé unos suspensorios y un cockring rotos. Creo que iba bastante colocado, por lo que decidí bloquearle de por vida ya.

Sin embargo, el miércoles me llevé una gran alegría porque Hugo y Maxi, mis antiguos vecinos, se presentaron en mi casa para saludarme e invitarme a tomar algo. Fue todo un subidón que me vino francamente bien y que agradecí profundamente. Fuimos al bareto de la plaza al lado de mi casa, pero estaba lleno por una fiesta de empresa, así que fuimos a un sitio de vinos donde habíamos estado antes. Se nos unió un amigo de la pareja que francamente era muy guapo, pero muy hetero y con novia. El dueño del bar era un cachas bastante majo, pero quien de verdad me llamó la atención fue su camarero rubito, fuerte y con barbita. Nos reímos mucho y nos pimplamos tres botellas de vino, la verdad es que fue una inyección de animo que yo necesitaba muchísimo.

Fue el jueves cuando todo se torció por completo. La primera paliza me la llevé al saber por mi prima que su marido había pillado el bicho. La idea de que me quedaba otra vez sin Nochebuena me cayó como una losa, y me dejó al borde de la depresión. La cosa no mejoró cuando por el Caralibro vi que Juan había ido con Elvira a ver la película que íbamos a ver juntos en un principio. Yo había decidido no ir por mi cuenta, para que no pareciera que quería ser despegado. Como estaba tan bajo de moral, decidí ir al bar Caliente un rato, pero fue todo un coñazo, porque no había nadie que conociera. Además, Juanma fue un borde al no darme oferta por pedir dos minutos tarde. Ya lo recordaba de hace siete años como un borde y falso, y esto me lo confirmó. De hecho, leí varias reseñas malas referidas a él específicamente. Ya el viernes, Juan me escribió porque el décimo que me había comprado había ganado ciento veinte euros, pero fue tan seco en su mensaje que le dije que lo cobrara y lo donara. Me molestaba que me hubiera enviado la copia del décimo por foto el lunes, en plan para que no pareciera que solo yo le había pillado uno. Siempre me había dejado claro que no quería deberle nada a nadie. Aparte de eso, la oportunidad era perfecta para que me hubiera pedido quedar y arreglar las cosas, pero no quiso. Pude charlar largo y tendido con Juan Carlos, quien me dio la razón una vez más. La verdad es que no estaba de humor para salir, y opté por quedarme en casa.

El sábado era el día de Nochebuena y no había tenido noticas de mi prima. Mi hermano había hablado con ella, y me declaró que pensaba que todo seguía adelante. Así que después de ir a misa y escuchar una homilía que parecía dirigida a mí, opté por ir a la cena. Es verdad que me molestó bastante ver a mi primo político sin tomar ni una sola medida de preacuación, pero agradecí no estar solo aquel año.  Mi primo Jorge estaba allí con su novia, y nos anunciaron que se casaban en mayo, algo que mi prima ya nos había contado hacía meses. Así que nos hicimos los sorprendidos y todos contentos. Mi hermano fue con el perri Sheldon, que la verdad es que fue muy cariñoso. Tras una cena agradable me fui a casa y pasé el resto de la noche tranquilo. Entre todas las felicitaciones de Navidad, aprecié mucho la de Pedro.

El domingo fui a la comida de Navidad, y noté que mi prima estaba ronca y mis sobrinas no estaban muy allá. Esto me dio mala señal, ya que además el marido de mi prima andaba con la mascarilla de un lao para otro… un poco tarde creo yo. La comida estuvo muy bien y mi primo me regaló un puzle bastante original que tendré que probar. Ya cansado volví para casa, aunque por lo menos no tuve que hacer nada, porque lo había dejado todo liquidado por la mañana. Me marearon bastante por la aplicación, aunque luego no acabó en nada. Y así acabó la semana Navideña, con la esperanza de que no haya arruinado mis vacaciones en mi tierra, pero a veces hay que arriesgar.

Saludos


PRIMER PASO

  (ENTRADA 783)

 

Debo reconocer que me he llevado un gran disgusto al ver ausencia total de interés por parte de mis supuestos amigos para arreglar las cosas. Y para empeorarlas, he pillado un buen trancazo, y el último pedido de todos no ha llegado. Sin embargo, he logrado empujarme a salir de nuevo a un bar diferente, al cual había acudido en el pasado. Se trata de un primer paso muy simple.

El lunes me animé a correr aunque tenía síntomas de algo de tos, pensando que me vendría bien. Aunque en ocasiones esto me ha funcionado, no fue así en esa ocasión. Acabé el día limpiando la casa, pero el martes y el miércoles estuve con febrícula y con bastante tos. La única persona que me siguió escribiendo fue Pedro, lo cual ha sido toda una sorpresa que verdaderamente apreció. Intentó que quedáramos el martes con Juan en otro bar, pero yo estaba malo y le hice saber que Juan y yo ya no éramos amigos. El debió intentar intermediar, porque Juan me escribió para interesarse por mi salud. En cuanto me recuperé, no volví a saber de él. El caso es que no me ha venido mal desconectar de las salidas nocturnas, pero también soy consciente de que no puedo quedarme encerrado. El confinamiento más Filomena me demostró que era necesario que saliera a ser sociable. De hecho, aunque el jueves ya estaba bien, prefería encerrarme en casa aún sabiendo que necesitaba volver a salir. Como estuve con el catarro, no volví a salir a correr el resto de la semana. Por lo menos recibí dos de los tres paquetes que me faltaban, aunque con el último que contenía la película “Infinity War”, y que era de los primeros, no hubo suerte. Por lo menos solo era una película y podría recuperarla después de la Navidad. El jueves acudí a comprar unas pelís, donde la dependienta se puso estúpida cuando quise señarle cual era en el armario de su puesto. Debo estar bastante deprimido, porque me disculpé tres veces con tal de evitar un conflicto.

Ni el viernes ni el sábado me animé a salir, ya que imaginaba que todos los sitios estarían llenos y no me apetecía estar solo o hacer colas. El sábado vi “Tú a Boston y Yo a California”, lo que me hizo acordarme mucho de mis padres, a los que les encantaba la película. Esto me dejó con un bajón considerable. Sin embargo, el domingo fue un día mucho mejor y, espero, un primer paso. Para empezar fui a comer a casa de prima, algo antes de lo habitual porque era el día de la final del Mundial que ganaría Argentina. Mi hermano también fue a la comida, así como el novio de mi sobrina, que además esta cada vez más gordo. La comida estuvo muy bien, y comenté lo que me había ocurrido para recibir apoyo, que de verdad necesitaba. También aproveché para repartir los décimos de lotería. Durante el primer tiempo del partido regresé a casa en coche, logrando evitar todo el tráfico porque la gente estaba viendo la final. En casa viven ya varios argentinos a los que escuché sufriendo durante el partido, para luego oírlos celebrar. La verdad es que me acordé de lo emocionante que fue cuando habíamos ganado nosotros, y me quedé bastante anonadado al percatarme que ya habían pasado doce años y medio desde entonces.

Por la noche me obligué a salir y acudí al bar Caliente, lugar que solía frecuentar antes de la enfermedad de mi madre, cuando volvía de comer con mis padres por las tardes. Estaba hasta arriba de gente y me encontré con Roberto, quien se mostró amable al hacerme un hueco para que pudiera pedir, pero no quiso socializar conmigo. También se me acercó un hombre que me aseguró le conocía de toda la vida, pero de quien yo no me acordaba nada. Se lo tomó bastante mal, a pesar de que le pedí ayuda para que me ayudara a acordarme, y se marchó. Roberto me sorprendió escribiéndome y viniendo al bar a charlar. Intentó escribir a Juan para que fuera, pero este le dio largas. Sin embargo, debo admitir que pasé un rato muy agradable de charla con Roberto, y también vi brevemente al tío de Oviedo (Petardo de la gorra) con el que coincidí durante el verano. Ya al cierre del bar me retiré, pero por lo menos ese primer paso de salir me sirvió para desconectar. Veremos como va la última semana antes de regresar a mi ciudad natal.

Saludos


TRAICIONADO Y EXILIADO

  (ENTRADA 782)

 

Aunque me olía que iba a haber problemas, tengo una especie de sexto sentido al respecto, no me podía imaginar que el acueducto osuno iba a acabar en semejante desastre. Como consecuencia de esto me veo sin bar fijo una vez más y, lo que es peor, parece que mi amistad con Juan ha llegado a su fin.

EXILIADO 12-12-22

Todo empezó bastante bien una semana en la que debido al acueducto, iba a salir todos los días. El lunes salí a correr bajo la lluvia, lo que siempre me infunde bastante energía. Por la noche salí al bar, que ya tenía bastante gente debido al que día siguiente era festivo por la constitución. Juan se mosqueó porque su bebida había pasado a ser denominada premium, y la verdad es que las explicaciones de Darwin no convencieron nada. Elvira también tuvo un detalle y me regaló una camiseta de propaganda que me quedaba bastante bien, y que me probé quitándome la que llevaba, y organizando un gran revuelo. El imbécil de Jaime ya estaba en la puerta aunque no había cola para entrar. El martes las cosas seguían bien, porque por fin recibí el paquete que había tenido retenido por la aduana. Por la noche volví a salir y todavía no había cola, con lo que estuve en el bar otra vez. No había demasiada gente porque el día siguiente era festivo, pero por lo menos estuve de charla. Pedro me pidió el número de teléfono y se lo di.

Sin embargo, todo se fue al traste el miércoles. Era el día en que habíamos quedado en que iríamos a la disco después del bar, y la verdad es que estaba muy ilusionado. Pedro me había escrito para decirme que había cola en el bar, aunque no me preocupé porque en teoría Jaime debía dejarme pasar sin problema. Sin embargo me llevé una desagradable sorpresa al ver que me bloqueaba la entrada por la cola, ante lo cual me fui a casa con un cabreo de campeonato, avisando a Juan y Pedro. Por lo que comentaron, Darwin salió a buscarme, pero ya estaba en casa. Aunque me llamó, no contesté porque estaba demasiado encendido y no quería soltar nada de lo que me arrepintiera. Me dijo que hablaríamos, pero Elvira ni se digno a escribirme. Juan intentó convencerme para que fuera, pero estaba demasiado cabreado, y me dolió que no viniera en mi busca y se fuera con todos a la disco. Me tuve que tomar un tranquilizante para la peor noche de mi vida, porque sinceramente sentía que Juan me había traicionado.

Al día siguiente ni Darwin ni Elvira intentaron arreglar las cosas. Pedro intentó convencerme para que fuera al bar, pero no lo logró aunque agradecí su interés. Juan me aseguró que Elvira había salido de la barra para hablar con Jaime, pero no me convenció demasiado. Encima era el día del santo de mi madre, lo cual me puso bastante más triste. Como era tradición, coloqué la decoración navideña y el misterio. Dio la casualidad de que Juan Carlos me llamó esa noche, y se quedó bastante a cuadros con lo que había ocurrido. Para mi consuelo, aseguró entender mi enfado y quedamos para vernos el sábado. El viernes fue cuando mi conversación con Juan provocó que acabáramos realmente enfadados. Esto sucedió cuando le eché en cara que no acudiera en mi ayuda el miércoles, y me dejara tirado para irse de fiesta. De esta forma, también se acabó mi amistad con él, porque también estoy harto de “cuando quieras aquí estoy”, y que no me busquen cuando los necesito. Ese mismo día le comenté a Juan Carlos lo que había ocurrido por mensaje, y él tuvo el detalle de llamarme para charlar un rato conmigo, aunque ya habíamos quedado al día siguiente,

El único lado bueno del sábado fue que quedé con Juan Carlos, que además vino a verme a mi casa, y por fin la conoció. Esperaba que ocurriera algo entre ambos, pero no fue así. Sin embargo, nos acercamos a tomar algo a una taberna que estaba abarrotada de gente hetero. A pesar de que las cosas no fueron como esperaba, me animó bastante y le acompañé cerca del local donde había quedado con sus amigos. A mi me tocó pasar la noche solo y simplemente me atiborré con los mazapanes que me había regalado y tomé algo de vino.

El domingo fue especialmente difícil. Nadie contactó conmigo y me di cuenta de que tocaba empezar de cero una vez más. Realmente, la semana no podría haber sido peor.

Saludos


STEELBOOKS Y ESTRÉS

  (ENTRADA 781)                                      

 

Lo peor de la semana es que uno de mis paquetes de Global Shiping ha caído en manos de la empresa de mensajería que tantos quebraderos de cabeza me dio hace un par de años. A pesar de tener mis impuestos pagados y de que los trámites están cubiertos, me han estado dando la brasa con supuestos impuestos y autorizaciones. Esto me ha hundido bastante, aunque parezca una tontería.

STEELBOOKS Y ESTRÉS 05-12-22

Y es que tengo múltiples paquetes en camino, aunque la verdad es que la mayoría me fueron llegando a lo largo de la semana. De este modo, estoy acabando con mi colección de Steelbooks, cosa que deseaba hacer desde hacía tiempo. El problema mencionado está relacionado con uno de los primeros pedidos que llevé a cabo. Contacté con el vendedor, que al principio quiso desentenderse. Tuve que hablar con la empresa de mensajería varias veces, y todas fueron inútiles y cansinos. Ya se me había olvidado lo desastrosos que eran y la pesadilla a la que me sometían. Por lo menos parece que el vendedor esta dispuesto a arreglar la situación. Me puse a hacer una muy necesaria limpieza de toda la casa el lunes, aunque no fui a correr porque solo había sido capaz de dormir cuatro horas. Una de las cosas que me sorprendieron fue el ver a un actor llamado Dionisio, del cual soy un gran fan, en la aplicación. Solo cuando se fue del país fui capaz de escribirle, y tuvo el detalle de contestarme agradeciendo mis elogios.  El martes tocaba ir al cine con Juanito y con Pedro para ver la última de Disney. La verdad es que solo había tres chavalas además de nosotros en el cine. La película fue totalmente panfletista, y no nos gustó porque la historia quedaba eclipsada o desatendida.

STRANGE WORLD 05-12-22

Después de la película fuimos a tomar algo al bar, que estaba desierto. Pedro me irrita en ocasiones, porque le dio por marcharse al bar de nuestros enemigos, para volver al poco rato. Desde luego, es bastante raro. El gallego pasó por el bar a última hora e intentó animarme con el tema del paquete, asegurándome que lograría recibirlo a tiempo, Tras pasar un miércoles bastante tranquilo, el jueves me animé a salir en la noche perruna. No había demasiados perris, pero si estaba el chulangano que iba detrás de Joao, quien no apareció en todo el fin de semana.

Llegado el viernes me animé a salir, y ya se notaba que había algo más de gente, debido a que el lunes comenzaba el Madbear, y la ciudad sería invadida por los osos. Estuve de charla con Melenas y Gordi, y Juanito llegó más tarde como es costumbre en él. El nuevo camarero tuvo el detalle de invitarme a una cerveza, algo que la verdad me hizo mucha ilusión. Ya de sábado fui a comer con la familia de mi prima y mi hermano, y le regalé unos pines de los Horrocruxes de Harry Potter a mi sobrina. Después de la comida llevé el coche a comprobar la presión de las ruedas y regresé a casa. Esa noche el bar estaba lleno, pero como había fiesta en la disco se fue vaciando. Estuve de nuevo con Melenas y Gordi, y Juanito llegó algo más tarde de lo habitual porque estaba de cenorra. Roberto también pasó por allí, pues tenía toda la semana siguiente libre. La borracha de Llavero pasó por el bar, pero afortunadamente no duró demasiado tiempo. Estuvimos de charla también con Pancho y otro paisano mayor cuyo nombre nunca logró recordar. Cuando regresé a casa, intenté contactar con Pedro, a quien había seguido desde hacía mucho tiempo por la aplicación. Me llevé una gran desilusión al ver como no me contestaba y tuve que borrar todos los perfiles que había añadido a favoritos. Esto provocó que me acostara con un bajonazo considerable.

El domingo me levanté sufriendo todavía ese bajonazo, y me costó bastante tirar a lo largo del día. No sé si era por haber dormido poco, o por los rechazos de la noche anterior, pero toqué fondo. A medida que pasó el día fui sintiéndome mejor y me animé a salir a tomar algo. Estuve de charla con Roberto y Pancho hasta que Juanito llegó, ya cuando quedaba una hora para el cierre. El Gallego también pasó, aunque lo hizo a última hora. Esto fue lo que logró animarme y me permitió volver a casa para descansar por fin.

Saludos