PROYECTO CONCLUSIÓN FINIQUITADO
(ENTRADA 749)
Fue a principios de febrero cuando decidí embarcarme en el denominado Proyecto Conclusión. Tenía que asegurarme que no había problemas urinarios, remodelar el baño para cambiar bañera por plato de ducha, arreglar y pintar la pared dañada, pintar el hall y cambiar mis lámparas averiadas por pantallas de led. Esta semana he logrado acabar con todos los objetivos y he adelantado algunas cosillas pendientes. Han sido tres meses largos, pero todo se ha arreglado y el Proyecto Conclusión ha concluido finalmente.
El lunes acudí a la tienda de lámparas para encargar las pantallas nuevas y el dueño me comunicó que su electricista había regresado de vacaciones, por lo que me llamarían pronto. Fui a correr sin problemas y realicé mi habitual limpieza. El martes me llevé una sorpresa cuando me decidí a acudir a realizar el psicotécnico, A pesar de la que tensión me salió alta me lo aprobaron, ya que probablemente se debía a la caminata que me había pegado y el hecho de que estaba de los nervios. De todas formas decidí controlarme la tensión durante la semana, que no daba valores tan altos como en la revisión. El miércoles volvió el mal tiempo y cerraron el parque, por lo que tuve correr alrededor del mismo. Fue por la tarde cuando me llamaron para instalarme las pantallas Led, y la verdad es que vino un chaval de lo más guapo y majete. La instalación quedó genial, aunque hubo un momento de duda en el que se pensó que que las conexione no entrarían en los marcos instalados, y de esta forma el Proyecto Conclusión llegó a su fin. El jueves me tocó ir a extracciones y tuve un momento de estrés debido a que tuve que regresar de nuevo al hospital porque me había olvidado de mi carpeta con mis informes. Afortunadamente la habían guardado y la pude recuperar. Tuve otro momento de inspiración y decidí llevar el coche a revisión, porque llevaba un mes con unos ruiditos preocupantes y el mes que viene me tocaba la ITV. Fue una buena decisión, porque había dos poleas mal y los frenos ya estaban gastadillos, así que lo dejé para que lo pusieran a punto y así no tener problemas con la ITV.
Ya de viernes me acerqué a los centros comerciales porque se suponía que ya habían salido los discos de eurovisión, pero no fue así. Esto fue una faena, especialmente porque llovía a mares y hacia bastante viento. Me animé a ir al cine y Juanito se apuntó. Fuimos a ver “El Hombre del Norte”, que nos pareció muy bien hecha aunque algo lenta en ocasiones. Eso sí, también tenía escenas completamente alucinantes.
Al acabar fuimos al bar, donde ya habían acabado de pintar. La bandera de los osos se podía ver en la pared y la verdad es que el resultado final había sido muy bueno. Estuvimos de charla y pudimos ver a Josito brevemente. La verdad es que el bar estaba bastante animado, sobre todo considerando que había llovido a raudales. Ya cansado me retiré a casa, pero no pude dormir demasiado bien debido al ruido que hacían las tuberías del edificio, o la bajante, no sabía muy bien de dónde venía el ruido.
De sábado acabé de ver “Juego de Tronos” y realicé esa entrada que todavía me quedaba en los blogs. Tras esto pude empezar con los juegos que había acumulado, y el primero fue “Assassin’s Creed III” que parece me llevará a los tiempos de la Guerra de Independencia América. Por la noche me sorprendió un toque de La Rusa, que se animó a pasar por casa a pasar un buen rato, aunque tampoco lo fue demasiado. Después nos acercamos al bar a reunirnos con Juanito, y nos lo encontramos petado de gente. Pasamos un rato divertido con el Gordito, la Marquesa, un tío al que decidió llamar el Cabrero, y Josito que también pasó brevemente por allí. Fue especialmente divertido charlar con la Francisca, aunque creo que las bromas me hicieron perder la oportunidad de acabar con un rubito de lo más guapo. Volví cansado a casa, donde los mencionados ruidos volvieron a molestarme.
Al día siguiente el tiempo había mejorado mucho, y me acerqué a comer con mi prima y su marido. Después decidí volver a casa caminando, porque la verdad es que hacía una tarde espectacular. Continué con mi juego y por la noche me acerqué a tomar algo al bar, donde pasamos un buen rato con Darwin, Elvira, y un inglés muy majo llamado Richard. Había un tío bastante morboso que no me hizo demasiado caso, aunque después se lio con otro para dejarlo plantado. Estuvimos viendo algunos videos de eurovisión para prepararnos para el inminente festival y después de bailar regresé a casa. La verdad es que fue una semana muy buena para acabar cosas, y aprender que por mucha pereza que de empezar algo se agradece al final.
Saludos
PUENTE A LA TRANQUILIDAD
(ENTRADA 748)
He abordado la Semana Santa con calma tras haber acabado todo el trabajo que tenía pendiente y casi todo lo relativo al Proyecto Conclusión. Por primera vez en mucho tiempo he comenzado a sentirme más tranquilo. Así que podría decir que este puente ha servido para alcanzar cierto grado de tranquilidad.
El lunes ya se notaba que la ciudad estaba bastante vacía así que me limite a realizar la limpieza habitual de mi casa. Mi hermano me contó que Sheldon había tenía una mala reacción a una de las vacunas que tenían que ponerle, aunque afortunadamente el perrillo se recuperó sin mayor problema. Ese mismo día decidí ir al cine para ver “Animales Fantásticos: Los Secretos de Dumbledore”, ya que Juanito no tenía interés en la saga. Así que fui al cine dando un paseo agradable, ya que apenas había gente por la calle ni tampoco la encontré dentro de la sala de cine.
La verdad es que la película no me pareció gran cosa, y sigo pensando que no saben enfocar bien esta nueva saga. Al salir del cine descubrí que le temperatura había bajado considerablemente, y estaba cayendo una fuerte tormenta. Así que llegué completamente empapado a casa. Los dos días siguientes seguí con mis carreras, y el miércoles logré hacer un treinta y cuatro. También acudí a hacer unas compras y me encontré que todos los juegos renovados de “Resident Evil” ya estaban disponibles, aunque no pude encontrar la película en caja metálica de Spidey, que ya estaba agotada. La encontré por ebay y también me hice con nuevo juego de lego sobre Star Wars. Esa misma noche me volvió a escribir el vecino tocayo con el que había estado cerca de lo que fuera mi primer bar. Lo curioso es que no se acordaba de mí, pero por lo menos pasamos un buen rato juntos, y opté no salir aunque el día siguiente fuera la festividad del Jueves Santo.
Durante el puente dejé de correr, ya que consideraba que merecía un buen descanso. Seguí con la serie y actualizando algunas entradas de equipos en mi blog. Ese mismo jueves salí por la noche y me encontré con que casi todo el bar ya había sido pintado. Juanito se había ido al pueblo de puente, pero yo estuve acompañado por Elvira y Darwin, quien descubrió mis dotes como bailarín. La verdad es que me pareció un excelente bailarín y disfrute mucho bailando como hacia tiempo que no lo hacía. Su pareja estaba por allí, aunque la verdad es que no me hizo demasiado caso. También encontré a varios extranjeros, uno de ellos bastante borracho tocando las narices al personal y chocando contra la puerta de entrada. También empecé a hablar con un amigo de la Marquesa. El viernes fue un día más flojo, probablemente por el día tan estupendo que hacía. Charlé más con el amigo de la Marquesa, que me explicó que vivía en Cataluña. El marido de Darwin estuvo por allí, aunque no me hizo demasiado caso. El sábado había más gente y estuve charlando con el Gordito, que estaba solo porque el Melenas estaba en el pueblo visitando a su madre. La Marquesa también estaba allí con su colega, pero no quise dejar solo a Gordito. Al final de la noche llegó un chaval eslavo que estuvo de charla con Darwin. Era guapo, en forma, y con unas piernas que me cautivaron. Sin embargo, no estableció contacto visual conmigo y se marchó.
Ya de domingo la gente comenzó a regresar de sus vacaciones y Juanito me dio un toque para ver si me animaba a salir. Lo hice y me regaló una botella de aceite que me había traído. Estuvimos de charla hasta bastante tarde, y yo tuve una conversación bastante larga con Darwin. Las cosas no iban bien en la relación, y tampoco me sorprendió porque su pareja me empezaba a parecer demasiado controlador. También me confesó que los socios del marido de Elvira empezaban a verlo como una amenaza, por empujar a Elvira a mejorar el local. Esto me encajó, porque el pobre Elvira es bastante pachón a la hora de coger el timón. Y así terminó una Semana Santa bastante tranquila.
Saludos
TRABAJO TERMINADO
(ENTRADA 747)
Lo más destacable de la semana es que por fin he acabado todo el trabajo de la temporada. Es verdad que me falta una serie, pero la puedo ver con tranquilidad y sin prisas. Después podré retomar algún videojuego de los que me quedan pendientes. Por lo demás, terminé de decorar el baño y acudí a la cita que tenía pendiente con el dentista.
La semana comenzó con una llamada de algún jefecillo del centro comercial donde había contratado la obra del baño. Parecía que la carta que había escrito había hecho algún efecto, aunque las explicaciones me parecieron más excusas que otra cosa. Al final puse final a la conversación porque no iba a ninguna parte, y a fin de cuentas la tortura de la obra había terminado. El mueble del baño llegó el miércoles, pero no en el turno de tarde que había seleccionado. Llegó a la hora de comer y me pilló corriendo, aunque tuve la suerte de que el portero esperara por él. Eso sí, el cabreo ayudó a que ese día lograra un récord al correr de treinta y cuatro minutos y dos segundos, por tres escasos segundos no llegué a un treinta y tres. Corrí el resto de la semana, aunque no logré hacer un treinta y cuatro. También me llegaron un expendedor de jabón y vaso para el baño, así como unos legos que me había encargado mi hermano.
La semana transcurrió sin mayores eventualidades, excepto el martes que nos quedamos sin agua caliente. Debió de ser una avería gorda, porque tardaron todo el día en arreglarla. Ya el jueves me percaté de que el barrio estaba más vacío, y es que ya se habían marchado bastantes personas de la capital. Por la tarde acudí al dentista, y la verdad es que me encontró la boca mejor de lo que esperaba y me dio unas muestras de pasta contra la sensibilidad para que las probara. El viernes se notó algo de más de gente, y me animé a salir a tomar algo. El bar estaba algo flojo, pero por lo menos estuvieron allí el Melenas y el Gordito parta charlar un rato. También estuvo el twink con su novio gordito, que olía igual de mal que el fin de semana anterior. Pudimos ver el avance de las obras, que ya contaban con la sala del fondo ampliada y los suelos hasta la entrada.
Ya de fin de semana, logré acabar con todo el trabajo de los blogs, y solo me quedaba ver de nuevo “Juego de Tronos” para realizar la última entrada. Sí que por lo menos solo me quedaba relajarme para acabar todo lo pendiente. Eso sí, me decidí a arreglar un reflejo que había quedado en mi recién pintada pared. Al principio pareció que la dejaba peor, pero afortunadamente quedó perfecta. Por la tarde di un paseo para ir a sacar dinero. Por la noche todo estaba hasta arriba de gente porque, aunque muchos se habían ido, había llegado gran cantidad de turismo. De camino al bar me encontré con Agus y Mariano y estuve charlando un rato con ellos. Todos lo bares tenían colas para entrar, excepto el osuno. Aunque había mucha gente dentro, se fue vaciando demasiado rápido. Francisca estaba por allí y fue especialmente amable, sobre todo porque me tuvo que entrar el tipo raro de la noche. El novio de Darwin apareció con amigos y pasó de mí, algo que me molestó porque cuando estaba solo siempre le hacíamos compañía. Por su parte, Juanito llegó bastante tarde porque estaba con uno de sus amigos, y estaba en plan sabelotodo. La verdad es que fue un sábado de bastante bajonazo, que se arregló parcialmente al marcarme un divertido baile con Darwin.
El domingo fue tranquilo, aunque me encontré bastante hecho polvo. Por la noche pasé por el bar para tomar algo y despedirme de Juanito, que se iría de Semana Santa. Elvira y Darwin estaban hechos polvos tras haberse ido de fiestas las dos últimas noches, y nos retiramos. Sin embargo, tuve la visita del brasileño Antonio, con quien pude pasar un buen rato antes de acostarme.
Saludos
UN MES PRODUCTIVO
(ENTRADA 746)
Esta semana ha supuesto el prácticamente acabar con todo el Proyecto Conclusión, ya que he finalizado por fin la parte del baño, que se suma a que ya me habían finalizado de la pared. Añadido a esto la consulta al urólogo también pone fin a una preocupación que llevaba acosándome desde el principio de la temporada. Así que solo queda la cuestión de las lámparas, que probablemente resolveré durante este mes poniendo fin al proyecto. La verdad es que me enorgullece que por fin decidiera tomar las riendas y resolver los problemas que acumulaba. Marzo ha sido un mes productivo.
La semana comenzó con buen tiempo, y el lunes me llamaron para indicarme que me instalarían la mampara el miércoles. Ese mismo día fue el segundo aniversario de la muerte de mi padre, y acudimos a la misa que había reservado en su memoria. Como siempre, se me acumularon las cosas y llegué a breves minutos del comienzo de la ceremonia, aunque a tiempo. De paso pude descubrir la existencia de las zonas de estacionamiento temporal. Como siempre, el parroco fue muy atento y mencionó varias veces a mi padre durante la ceremonia. Después fui a picotear algo con mi hermano, mi prima, y su marido al restaurante al que solíamos acudir con mis padres.
Los dos siguientes días supusieron el cierre de dos tercios del Proyecto Conclusión. El martes acudí al urólogo, quien me confirmó que todo estaba bien, aunque la flujometría señalaba que había orinado flojo. También me habían visto una hernia inguinal que debería comentar a mi médico en la consulta. También me recomendó que revisara la próstata cada año a partir de entonces. Carlos, de la obra, me llamó para indicarme que seguiría intentando buscar una solución para mi mesa y le señalé que también buscaba un nuevo listón para el armario. Ese día salí a correr por la noche, ya que la mañana había estado complicada. La verdad es que el miércoles estaba agotado y apenas pude dormir, pero por fin me trajeron e instalaron la mampara, la cual quedó muy bien. No la podía estrenar al día siguiente, pero agradecí el acabar con la obra del baño y librarme de la cortina que se me pegaba por todas las partes del cuerpo.
El jueves pude estrenar la mampara, y la verdad es que dio gusto poder darme una ducha decente por primera vez en casi un mes. Como el muchacho con el llevaba tiempo chateando no concretó la cita que teníamos ese mismo jueves, decidí bloquearle, así como a Miguel, que tampoco hacía nada por volver a quedar. Ese día, Juanito me dio un toque y quedamos en ir al bar, ya que por fin había dado negativo el lunes. El bar estaba algo animado, aunque enseguida se fue vaciando. Estuvimos de charla un rato, sobre todo poniendo a Juanito al día, ya que no lo habíamos visto en tres semanas.
Llegado el fin de semana logré regresar al tiempo de treinta cuatro minutos en mis carreras. Mi garganta se había recuperado tras tomar un tratamiento para la sinusitis que me habían ofrecido cuando había tenido el bicho, y que logró funcionar a la perfección. Ya estoy a menos de quinientos kilómetros de llegar al Nivel Negro. Por la noche fui al cine con Juanito para ver “Morbius”.
La película estuvo bien sin ser gran cosa, aunque me tocó aguantar a niñatos apoyando los pies en el respaldo de mi butaca. Tras el cine fuimos al bar osuno, que estaba completamente vacío. Solo estaban Elvira y Darwin aunque fue apareciendo algún cliente adicional. La obra no parecía avanzar demasiado, aunque ya habían puesto todo el suelo de la sala del fondo.
El sábado fui a comer con mi prima y su familia, y después ella me acompañó a comprar un mueblecito para el baño, que me servirían el miércoles. Me dio rabia que al salir del centro comercial el coche volviera a chirriar un rato, porque en breve me toca la maldita ITV. Solo espero que no sea nada. Por la noche acudí al bar, que en esa ocasión estaba petado. Volví a estar charlando con el Melenas y el Gordito, aunque luego vino Juanito y charlamos más con el marido de Darwin. Llegó un grupo follonero, y me llamó la atención un joven delgado con gafas, que lamentablemente estaba con su novio gordito. De domingo estuve en plan tranquilo y me quedé a comer en casa. Avancé algo en mi trabajo y después volví a salir con Juanito. Hacía mucho frío y el bar volvía a estar bastante vacío, pero estuvimos charlando con Elvira, Darwin y su marido. Esa noche me atreví a beber algo de cerveza, porque la verdad es que me apetecía bastante. Y así acabó un fin de semana de muchos avances.
Saludos
FORTALEZA DE LA SOLEDAD 