Archivo para enero, 2022

ENFRENTÁNDOSE AL MIEDO

  (ENTRADA 737)

 

Después de la tempestad llega la calma, aunque a veces es necesario regresar a la tempestad para enfrentarse al miedo. La verdad es que la semana había empezado con bastante suerte y con el añadido de disfrutar del Benidorm Fest, aunque tuvo que acabar con problemas. Eso sí, el mayor paso ha sido el mencionado, la decisión de enfrentarse al miedo.

ENFRENTANDOSE AL MIEDO 31-01-22

El lunes madrugué para acercarme a correos, donde tuve la suerte de que me esperara mi DNI, con lo que por lo menos me quité la preocupación de tener que denunciar perdida y renovarlo. No sé si fue el subidón, pero hice una buena carrera, aunque luego la espalda me dio un poco la brasa por la tarde. Me empeñé en pelear contra las humedades de la pared maldita, pero solo logré fracasar repetidamente a lo largo de toda la semana. El martes me tocó ir a ponerme la vacuna de refuerzo, y la suerte me acompañó otra vez porque me tocó Pfizer, con la que no tuve ningún problema en absoluto. De todas formas opté por descansar de mis carreras para no forzar la máquina.

El siguiente golpe de buena suerte fue disfrutar del festival para seleccionar la canción que irá a Eurovisión. El miércoles era la primera semifinal y acudimos al bar de la Duda, pues la Vikinga nos había dicho que lo emitiría. Sin embargo, Juanito y yo nos encontramos con que era incapaz de poner el festival, así que acabamos yendo a mi casa para verlo, parando para comprar algo de beber y picar. La verdad es que lo pasamos genial y nos reímos un montón viendo el festival. Yo opté por no votar en aquella semifinal, aunque reconozco que las gallegas me impresionaron mucho a pesar de que la canción no me había llamado la atención al escucharla. El jueves nos reunimos de nuevo para verla segunda semifinal, en la que me pasó lo contrario. La canción de Rigoberta me encantaba, pero la puesta en escena no me gustó. Eso sí, me encantaron Rayden y me encantó la balada de Gonzalo, la verdad es que lo sentí por el chaval.

Como la final no era hasta el sábado, el viernes decidimos ir a ver la primera película del año. Nos animamos por el género de terror y fuimos a ver “Scream”, que sin ser una genialidad nos hizo reír un montón. Eso sí tuvimos que aguantar a cuatro petardas reteniendo la cola de las palomitas.

SCREAM 2022 31-01-22

Después de la película nos acercamos a ver a Elvira y tomar algo, y una vez más el bar estaba matado. Nos comentó que al final no cambiarían de local, pero que realizarían una reforma completa del actual para que tuviera un lavado de cara completo. Parece ser que Oscar tendría horario hasta las doce, y me agradó descubrir que estaban tanteando a Agu una vez más. Habrá que ver como se desarrollan las cosas. Josito pasó por el bar y fue agradable charlar con él. También me divertí ante la situación de que Josito junto a Sindi drogata le había propuesto un trío a Juanito.

Ya de sábado Juanito y yo cenamos en mi casa y vimos la final del festival, donde pudimos ver el tongazo llevado a cabo por el jurado para enviar a su candidata Chanel. Aunque me cabreó esto, creo que la joven realizó un trabajo formidable acompañada por unos bailarines alucinantes. No me cabe duda de que este año enviamos la mejor coreografía de nuestra historia en el festival. Tras el festival fuimos al bar de la Duda, donde tuvimos que hacer cola un rato. En el bar estuvimos con Rodri, y tuve el primer bajón de la noche. Oscar Daniel reapareció y lo saludamos, pero le vi distante y algo arrogante. Eso sí, estaba más guapo que nunca y muy cachas. Me dio rabia ver como el encargado le invitaba a una copa, y me acordé de la ilusión que me había hecho que yo le gustara, el año de descanso que habíamos tenido entre el fallecimiento de mi madre y el de la enfermedad de mi padre. Oscar Daniel se marchó y nosotros fuimos al bar Caliente, donde para mi sorpresa Rodri me entró. Acabamos intercambiando algún morreo a la salida, pero acabó decidiendo que se marchaba a casa y no quiso venir a la mía.

Así que el domingo me desperté con algo de bajonazo, que empeoró al darme cuenta de que volvía a tener goteras en el baño procedente del piso de arriba. Subí a avisar a la vecina para que contactara con la supuesta propietaria. Ella se había estado duchando, con lo que puede que fuera el desagüe. Por lo menos Carlos decidió visitarme y pasamos un buen rato, que tampoco me entusiasmo demasiado. Lo que si me ayudó fue salir con Juanito al bar de la Duda, que estaba matado. La Vikinga quería cerrar temprano, pero tuvimos suerte porque Elvira y la Francisca aparecieron por allí, y acabamos yendo al famoso bar de las doce. No nos gustó demasiado y acabamos en el bar Caliente, donde la verdad es que nos reímos un montón. Fue el final de la semana que necesitaba, aunque me esperaba otra de dificultades. En lo respectivo a enfrentarse al miedo, por fin había optado por pedir cita con urólogo al que acudiría el jueves, con la esperanza de que mi problema sea solucionable.

Saludos


SEMANA MALDITA

  (ENTRADA 736)

 

Como ya he mencionado en otras ocasiones, hay veces en que las cosas se tuercen y parecen no querer salir bien. Este ha sido el caso esta semana, en la que todo se ha torcido. Bien parecía que me había caído una maldición que ha terminado por amargarme.

SEMANA MALDITA 24-01-22

Y el caso es que las cosas habían empezado muy bien. Aunque había descubierto que había comprado la válvula de drenaje equivocada para arreglar el radiador, Alex me hizo ver que podíamos utilizar la goma, y el problema quedó resuelto. Otro aspecto que me animó mucho fue que por primera vez había estado a punto de correr mi circuito en menos de treinta y cuatro minutos. Esa misma tardea acudí al fisio, donde Rubén arregló bastantes aspectos. Sin embargo, no fue una recuperación completa. El miércoles no logré hacer una carrera tan buena como el día anterior, y tras ir a comer al Vips de turno, la próstata empezó a darme la tabarra. Eso ya me puso de bastante mal humor, y el jueves decidí llevar a cabo un último intento de tratamiento. Si las cosas no salían bien, tendría que ir a un urólogo. Ese día también hice una mala carrera y por la tarde, el chaval con el que había quedado antes de Navidad (Juan), me dejó plantado por una historia familiar, sin llamarme para confirmarlo. Así que me puse en plan bloquear a los que me mareaban, incluido el Sneider a quien no había visto desde principios de noviembre. Como el día había sido un desastre y Juanito ya no salía los jueves, decidí regalarme una copa de vino. La maldición me visitó de nuevo y la botella se me cayó, estallado e inundando la cocina de vino. Así que altas horas de la noche tuve que tirar de fregona para limpiarlo todo, y luego de aspirador para asegurarme de que no quedaban cristales por los suelos.

Me fui a la cama agotado y sin ser consciente de que las cosas iban a salir peor al día siguiente. Y es que me encontré con un mensaje que aseguraba que correos había pasado a entregarme un paquete y no estaba. Esto era mentira porque había estado en casa toda la mañana. Luego tuve un servicio pésimo en Vips por cuestiones de gluten, que me puso de peor humor todavía. Recibí un mensaje diciendo que mi paquete ya estaba disponible en correos, así que para romper la maldición acudí a recogerlo, aunque tuve que ver como los inútiles tardaban en encontrarlo. Ya de regreso, Juanito se empeñó en que fuéramos al bar osuno. Yo pensaba que era mejor dejarlo para el día siguiente, que habría más gente, pero no hubo forma. Para redondear la mala suerte, me di cuenta de que me había dejado el DNI en correos, y eso ya terminó de amargarme el fin de semana.

El sábado me lo pasé completamente amargado por la mala suerte que me había acompañado. Una vez más había intentado arreglar problemas físicos y todo se me había torcido. Lo del DNI me tenía angustiado, porque en caso de haberlo perdido tendría que a denunciar y solicitar otro. Lo peor es que había pedido cita para vacunarme de la dosis de refuerzo el martes, y no sabía si me lo exigirían. Sin embargo, tras la tempestad viene la calma, y algo de buena fortuna vino a visitarme. El sábado fuimos al bar de la Duda, conde me reencontré con Orlando y con Manuel. Juanito llegó algo más tarde, pero la verdad es que nos echamos unas risas que de verdad necesitaba, y el encargado nos invitó a unos chupitos, lo cual fue todo un detalle. Intentamos ir a otro bar sala, pero había una cola tremenda y decidimos retirarnos. El domingo estuvo francamente bien, ya que por la mañana logré ligar con un manchego a quien había visto desde hacía mucho en la aplicación, y que vivía cerca. La verdad es que el encuentro fue la leche, además del primero del año, y me inyectó mucho ánimo que necesitaba. Justo después fui a comer a casa de prima, donde también estaba el novio de mi sobrina, y mi hermano. No los veía desde antes de Navidad, que no había podido pasar con ellos, y la verdad es que lo agradecí mucho. Pasé la tarde con tranquilidad, y por la noche quedé de nuevo con Juanito en el Bar de la Duda. Estaba allí Josito, y una pareja bastante maja. Aunque estaba bastante matado, pasamos un rato agradable. Sin embargo, yo me fui con la angustia de no saber si se arreglaría todo al día siguiente con mi DNI, o tendría más problemas.

Saludos


ARREGLOS FÍSICOS Y SOCIALES

  (ENTRADA 735)

 

Siguiendo con la cuesta de enero, la semana se caracterizó por un problema de espalda, que empecé a corregir poco a poco. Pero también pudimos disfrutar de algunos reencuentros que me hicieron bastante ilusión. Así que se puede decir que fue una semana de arreglos físicos y sociales.

ARREGLOS FÍSICOS Y SOCIALES 17-01-22

Mi hermano se mensajeó conmigo el lunes para indicarme que al final se había animado a comprar un perro nuevo de la misma raza que Amy. Esta vez sería un macho, y había decidido ponerle el nombre de Storm. Intenté hacerle ver que era un nombre considerado femenino, aunque sea neutro, y que la mayoría lo relacionaría con Tormenta de la Patrulla-X. Sin embargo no creo que me haga demasiado caso. Por lo demás, la semana ha supuesto un retorno a la normalidad, ya sin fiestas que la hicieran más corta. Noté unos dolores en la espalda bastante intensos, y como es moral empecé a comerme el tarro. Decidí comprarme un reposa pies y comencé a esforzarme en adoptar una mejor postura a la hora de trabajar. Aunque la espalda fue mejorando, decidí pedir cita con el fisio la semana siguiente, y así las cosas mejorarían poco a poco. De todas formas decidí no correr tanto como otras semanas y regresé a la ruta que hacía habitualmente antes del verano, consiguiendo unos tiempos bastante buenos a pesar de la espalda. En casa, el conserje anunció que se marcharía a finales de mes, por lo que al final decidimos contratarle de forma personal, aunque me preocupa que estén siendo rácanos con el sueldo. Con un poco de suerte tendremos junta directiva dentro de un mes y podré librarme del cargo.

Juanito no se animó a salir el jueves, por lo que tampoco me animé y decidí quedarme en casa. Sin embargo, el viernes decidimos salir. Elvira ya estaba de vuelta y escribió a Juanito para preguntarle si iríamos por el bar. Juanito no tenía ganas y prefería ir al Bar de la Duda, pero le hice ver que tampoco convenía romper del todo con el Bar Osuno. Así que fuimos para allá, pero nos lo encontramos bastante matao. Francisca estaba también allí y le comenté lo ocurrido en las dos últimas dos semanas y el por qué no habíamos ido desde Nochevieja. Hasta Francisca se dio cuenta de que teníamos razón, y se percató de que toda la clientela que habían hecho durante la época del toque de queda había desaparecido. Juanito le contó lo ocurrido a Elvira, que mostró caras de sorpresa pero como siempre no puso ninguna solución. Josito apareció por el bar y al poco llegó el drogata desdentao de la época del Paso, por lo que acabó con un colocón completamente innecesario.

El sábado salió de mi el ir al Bar de la Duda, pues la verdad es que no me apetecía nada estar en un bar vacío otra vez. Así que quedé con Juanito y la diferencia fue abismal. El bar estaba lleno y la verdad es que pasamos un rato de lo más divertido. Y es que al final, la música era buena, había algunas caras guapas, tenían mi cerveza y encima salía más barata. También pasó por allí el encargado de Benidorm, que se acordaba de nosotros y fue muy amable. Era el cumpleaños del Extremeño, que también estaba en modo fiestero total. Pero lo mejor es que nos encontramos con Juan Toledo y Emilio, a quienes nos veíamos desde hacía un año y medio. Así que en términos generales debo reconocer que fue una gran noche.

Durante la semana me había preocupado el recaer en problemas intestinales, pero afortunadamente no fue así. Sin embargo, me había dado un ataque de insomnio y no pude ir a comer a casa de mi prima, que además tenía solomillo. El resto de la tarde fue tranquila aunque la prospera me dio algo la brasa, pero para por la noche estaba todo controlado. Juanito no me contestaba a los mensajes y como Elvira me había escrito, me planteé ir al Bar Osuno. La verdad es que el mensaje me hacía pensar que se sentía mal por estar perdiéndonos como clientes, pero al ver que el bar estaba vacío sin entrar o que me viera, decidí marcharme. Al final me encontré con Juanito en el Bar de la Duda, que también estaba prácticamente vacío. Pasamos un rato divertido con la Vikinga y el Extremeño, que venía acompañado de una churri y un amigo que estaba muy bueno. Lamentablemente también estaba allí el drogata, que no se porque se les pegó todo el rato, y apareció un petardo que pretendía que le invitaran a una consumición.  Pero a pesar de todo, la noche estuvo bien. Y así acabó una semana más.

Saludos


EXTRAÑOS EN EL VIEJO BAR

  (ENTRADA 734)

 

La verdad es que la pasividad de Elvira y las nulas ganas de trabajar de Oscar nos han empujado a empezar a acudir al bar de la Duda. Aunque Juanito se muestra más entusiasmado por el cambio, debo reconocer que me siento extraño al verme en nuestro antiguo bar, convertido en otro diferente y con una clientela que ya no conocemos.

EXTRAÑOS EN EL VIEJO BAR 10-01-22

La primera semana del año comenzó bastante bien, y fui capaz de salir a correr cinco kilómetros el lunes. Por otro lado también me tocó una de las tres megalimpiezas anuales en las que muevo todos los muebles para dar un buen repaso. Debo admitir que desde que empecé con esa rutina, apenas encuentro suciedad en la casa. Mi hermano me mandó un test según el cual daba negativo, aunque a mi me pareció un claro positivo. Le debí preocupar porque se hizo otro test en el que si salía negativo. Por lo demás, la semana fue tranquila, porque todavía era Navidad y faltaba la llegada de los Reyes Majos. Durante la semana estuve tranquilo en casa, avanzando con el trabajo. Como quedaban cervezas de cuando Juanito había estado en casa, me animé a tomármelas a lo largo de los días. Al fin y al cabo, su hubiera ido a Gijón habría salido todos los días. La casa sigue dando algún problema adicional. Desde hace ya unas semanas, la mancha de la pared había vuelto a salir, aunque he decidido dejarlo estar hasta que vuelva el buen clima para que pueda arreglarlo de forma adecuada. El radiador de la entrada empezó a gotear, pero se debía a que la goma de la junta del regulador de drenaje debía estar dañada. Después de apretarlo con la llave inglesa dejó de gotear, aunque habrá que buscar otra válvula o goma para reemplazarla.

Me dio bastante pena que lloviera durante el día de la Cabalgata de Reyes, aunque eso nunca parará a un niño. Como había aforos opté por no acercarme y la vi desde la televisión. La verdad es que sigue siendo un día que me pone especialmente emotivo y eché mucho de menos a mis padres. Por la noche Juanito decidió que iría directamente al bar de la Duda, y la verdad es que fue una buena decisión, porque el bar osuno volvía a estar cerrado a las doce. El bar estaba bastante animado, y la Vikinga ya había regresado después de haber estado de baja. El otro chaval, el Extremeño, me pareció bastante majo, aunque bastnte pagado de sí mismo. Por lo menos, Juanito se pudo hacer una foto con él, porque tenía la comunidad tatuada en el pecho. Nos encontramos con el amigo de la Francisca, sorprendido también al haber visto que el bar osuno estaba cerrado. El único problema del bar es que el Bar de la Duda cierra a las dos y media, por lo que a y cuarto ya teníamos a la Vikinga encendiendo las luces. Juanito me dio un toque para salir el jueves, pero la verdad es que no me apetecía nada. La situación de los bares me tiene bastante descorazonado, porque no parecen querer cuidar el ocio nocturno, cuando hay lugares del país en que darían cualquier cosa por poder abrir. De hecho, Elvira se había ido de vacaciones de fin de año, y había vuelto a marcharse después. Juanito me escribió desde el bar y me dijo que estaba matado.

Con el viernes llegó el fin de semana y logré correr nueve kilómetros otra vez. Sin embargo esa vez me costó algo más, y me di cuenta de que la espalda estaba bastante tocada. Con lo obsesivo que puedo llegar a ser, ya me puse a pensar en tumores en la columna. Lo que esta claro es que tengo que corregir la postura en la que me siento para trabajar. Por la noche, Juanito me dio un toque desde el bar de la Duda, al que volvimos a ir a pesar de que el osuno estaba abierto. Nos encontramos con Josito y con Pedro, a quien no veíamos desde hacía bastante tiempo. Sin embargo, se fueron relativamente pronto y nos quedamos en el bar. Nos llevamos una sorpresa al descubrir que el Extremeño era hetero, algo que nos había dicho Pedro, pero que no nos habíamos creído inicialmente. A pesar de esto, debo reconocer que el chaval fue muy majo con nosotros. Juan también me comentó que el bar aseguraba tener licencia de restaurante, aunque esto nos padecía demasiado sospechoso. El sábado me escribió mi prima, pues ya estaban de vuelta de las vacaciones pero ella seguía dando positivo, por lo que me quedé en casa. Por la noche recibí un toque de Juanito y fui para el bar, pero antes me encontré con Agus en el camino. Al decirle a donde íbamos se quedó sorprendido, pero todavía se sorprendió más al descubrir como Oscar había cerrado el bar antes de tiempo en Año Nuevo y Reyes. También me dijo que la discobarbie abría, pero resultó que solo hacían una fiesta en otro local. El bar estaba bastante lleno, pero no había llegado a haber cola. De todas formas, ahora que vamos más a este bar, no pude evitar pensar que era una puñeta que Miguel hubiera elegido ese momento para haberse marchado. Una vez más estuvimos hasta el cierre y ya nos retiramos.

El domingo necesitaba realmente salir, pero Juanito me dio un toque para avisarme que no salía. Así que me quedé en casa y me limite a dar un breve paseo. El año no ha empezado mal, pero reconozco que me invade cierto grado de nostalgia que no puedo evitar.

Saludos


NOCHEVIEJA EN COMPAÑÍA

  (ENTRADA 733)

 

Cuando todo parecía indicar que iba a tener una nefasta salida y entrada de año, las cosas quisieron dar un giro a mejor. Me recuperé del bicho nada más empezar la semana, Juanito pudo pasar el fin de año conmigo y, aunque no fue un fin de semana especialmente movido, pudimos salir y evadirnos de estas Navidades arruinadas por el bicho.

NOCHEVIEJA EN COMPAÑÍA 03-01-22

Fue el lunes cuando por fin di negativo tras estar ya cuatro días sin síntomas. Como no quería forzar la máquina, decidí no salir a correr y aproveché la mañana para limpiar la casa. Por la tarde me animé a dar un paseo nocturno de diez kilómetros para preparar al cuerpo para el regreso al deporte. Fue cuando mi prima me confirmó el positivo de mi sobrina, me comunicó que había tenido algo de fiebre tras vacunarse el día anterior. Esto me pareció curioso porque estando en contacto con alguien positivo, me parecía arriesgado vacunarse. Ya al día siguiente salí en mi primera carrera, que me costó algo de esfuerzo tras haber estado malo. Sin embargo, lo llevé considerablemente bien. Los dos días siguientes también salí a correr y, aunque el miércoles lo llevé algo mejor, y el jueves me costó algo más de esfuerzo. Sin embargo, logré batir mi récord y este ha sido el año que más he corrido, sumando un total de mil cien kilómetros.

Ese mismo jueves mi prima decidió marcharse con toda la tropa a nuestra ciudad natal, a pesar de que Covadonga seguía dando positivo. La verdad es que me pareció toda una irresponsabilidad, pero decidí no meterme donde no me llamaban. Encima hubo conflicto con nuestra plaza de garaje en nuestra ciudad natal, cuando mi primo Pablo la ocupó sin avisarnos ya que mi hermano se la había dejado a mi prima. Intenté invitar a Juanito para tomar las uvas, pero me comentó que ya tenía plan con una prima y su sobrina. La verdad es que me sorprendió que sabiendo que me quedaba solo, no se lo explicara a su prima para hacerme compañía.

Sin embargo, la sobrina de Juanito dio positivo, por lo que terminamos organizando las uvas en mi casa. El jueves quedamos por la noche, aunque yo primero tuve que pasar por un cajero a por dinero. Los de mi banco estaban inoperativos y acabé teniendo que ir a uno cerca de la Puerta del Sol, que ya estaba blindada por la policía para las celebraciones del día siguiente. La verdad es que el buen tiempo nos había visitado y hacía una noche estupenda. Acudí al bar osuno, donde Oscar ya estaba con ansias de cierre. Juanito se me unió para tomar algo, y como algún que otro cliente adicional acudió al bar, Oscar no tuvo más remedio que estar abierto hasta las dos.

Ya el día de Nochevieja, decidí no ir a correr para darme un respiro, pues era la primera semana que corría tras haber estado malo. Juan Carlos me llamó por la tarde para contarme que su padre ya estaba en casa, y la verdad es que estuvimos hablando durante casi dos horas. Así que pasé una tarde tranquila y Juanito llegó a las diez y media para cenar y tomar las uvas. Vimos un especial sobre Rafaella Carra, que había fallecido este año, y también nos enteramos de que Betty White también había muerto. Vimos las uvas y recibimos al año nuevo, con la esperanza de que por fin pudieramos volver a la normalidad. Charlé con varios amigos de mi ciudad natal, y mi amiga Bea me contó como su padre había pasado varios episodios malos con el bicho. Después de las uvas fuimos a nuestro local, donde nos encontramos con la Francisca en la puerta. La verdad es que el bar estaba bastante matado, pero el barrio también estaba inusualmente vacío. De todas formas estuvimos en el bar hasta las cinco, por donde fueron pocos habituales como el amigo de la Francisca o un bailarín histriónico. Por lo menos bailoteamos algo y vi a Juanito más animado de lo habitual en mucho tiempo. Había un chaval interesante, pero se retiró pronto con alguien y me dio la sensación de que debía ser chapista.

El 2022 comenzó con un fin de semana, así que esperamos que por lo menos hubiera un ambiente más animado. Sin embargo,  el sábado Oscar ya había echado el cierre del bar a medianoche, por lo que acabamos yendo al bar de la Duda. Miguel ya había dejado de trabajar allí, y la Vikinga todavía estaba de baja. Estaba un rubio que ya había visto varias veces, y un chaval más joven. La verdad es que los dos iban con un colocón considerable y, aunque fueron amables, se pusieron en plan de chupitos con un grupito de amigos que llegó al bar. En el grupo estaba una tía con pieles, que resultó ser bastante pasada. Un encargado que nunca habíamos visto llegó a última hora, y demostró ser muy majo. El domingo no tenía mucha intención de salir, pues todavía nos quedaba la Noche de Reyes. Sin embargo, Juanito se animó y como Oscar había vuelto cerrar temprano, esta vez a las once, volvimos al bar de la Duda. Solo estaba trabajando allí el encargado del día anterior, pero la verdad es que fue muy majo con nosotros y hasta nos invitó a la última ronda. Sin embargo, nos explicó que vivía en Benidorm, por lo que no lo veríamos demasiado por el bar. El bar estaba bastante animado, aunque también era verdad que habíamos llegado antes de lo habitual, porque nos fuimos a la una y ya estaba matado.

Así comenzó 2022, sin ser una extraordinaria fiesta, por lo menos pude disfrutar de mi primera Nochevieja en dos años, y pasé el fin de semana en compañía. Solo espero que este año no sea tan estresante.

Saludos