Archivo para junio, 2021

TERMINANDO PROYECTOS

  (ENTRADA 706)

 

A medida que se acerca el comienzo de mi primer verano en tres años, y la oportunidad de regresar a mi ciudad natal, voy poniendo fin a ciertos proyectos que tenía pendientes. También he acudido al dentista y al fisio para quedar preparado para lo que espero que sea un gran verano, antes de una última semana en la capital. Lo principal es que me he lanzado y finalmente he pintado todo mi salón, cuyas paredes estaban demasiado sucias tras mi recaída en el tabaco años atrás.

TERMINANDO PROYECTOS 28-06-21

Tras comenzar a retirar cuadros el lunes, pasé los tres días siguientes tapando agujeros y ultimando el proyecto. Eché una primera capa de imprimación y después la capa final de blanco que ha quedado perfecta. La verdad es que me quedé impresionado al ver el excelente resultado final de tanto trabajo durante tres días. Moví la estantería de películas al lado de la ventana y trasladé el mueble de la colección de Julio Verne encima de la televisión.  La verdad es que la nueva distribución de los cuadros ha quedado mucho mejor, y la habitación no parece tan cargada como estaba antes. Lo que me has me ha sorprendido es que he logrado organizarlo todo y medir la altura de los cuadros y hacer el trabajo de taladro sin mayor problema. Todo esto ha ocurrido en un tiempo récord y con una minuciosa organización que me han sorprendido considerablemente. De momento he decidido no volver a colocar la alfombra, pues en una semana me marcharé de vacaciones y resultará bastante absurdo dejarla para que coja polvo.

Por otro lado acudí al dentista para que pusieran una ferulización de vidrio y concretar una visita en septiembre para el mantenimiento de los piños. Esa misma tarde fui a ver a Rubén para mi sesión de fisio, que resultó ser toda una tortura. Era un día nublado y parecía que chispeaba, pero llegué sin mayor problema. Tal y como sospechaba mis piernas y ciática estaban bastante mal por lo que se sometió a acupuntura con descargas eléctricas. Ese mismo día regresé sin apenas poder caminar, y además fue el día en el que comencé el proyecto de la pintura sin apenas poder moverme. Seguí las instrucciones de Rubén y salí a caminar todos los días, llegando a intentar correr el viernes sin demasiado éxito. Eso sí, el sábado y el domingo me pegué caminatas de diez kilómetros cada día. Así que espero que por lo menos esto haya supuesto el comienzo de una necesaria recuperación.

El jueves salí a tomar algo con Juanito, aunque la cosa estuvo bastante flojita. Nos atendió el camarero delgao, Agus, que nos invitó a visitarlo en la inauguración del nuevo bar el día siguiente. Juanito se ha vuelto leal al bar osuno por la deferencia de colarnos todos los días, con lo cual indicó que difícilmente iríamos por allí. Por lo menos nos pareció un chaval bastante majo. Juanito y servidor regresamos el viernes, donde encontramos a Rodri en la puerta tan majo como siempre. No había mucha gente para ser viernes, pero lo atribuimos a la inauguración del nuevo bar. A pesar de esto pasamos un rato divertido y Oscar estuvo bastante majo llegando a invitarnos a una ronda para nuestra sorpresa. Josito nos hizo compañía a lo largo del fin de semana, y debo reconocer que es agradable ver caras conocidas que nos conecten un poco con el pasado. El sábado decidimos salir más tarde porque ya había horarios normales, y se notaba que había más gente en la calle. Aunque había cola, Rodri nos coló sin problemas. Josito estuvo con nosotros y la verdad es que por lo menos hubo algún chico guapo. El argentino que frecuenta el bar tuvo un momento de cierto grado de flirteo al ponerme el brazo delante, y Juanito logró conquistar el corazón de un dentista. Para mi sorpresa apareció David, el calvo que frecuentaba mi primer bar, acompañado de su panda de absurdas. Me comentó que un colega de Juan y Aldo, que nunca me había caído bien y con pelo ochentero, había fallecido para sorpresa de todos. De todas formas fue una breve conversación, y espero no verle demasiado a menudo. Le llevé a Oscar unas monedas temáticas que tenía, pues el día anterior me había comentado que le gustaban, y me invitó a una cerveza al estar agradecido. La verdad es que volví a intentar lucirme un poco con mis tirantas, y parece que alguna mirada logré llevarme. El domingo las cosas estaban más tranquilas, aunque creo que el argentino volvió a mirarme con mis tirantas grises. Elvira pasó a trabajar por el bar y estuvo charlando con Juanito y servidor durante un rato, hasta que optamos por retirarnos.

De esta forma, ya solo queda una semana para salir a mi ciudad natal y poder disfrutar de un verano que creó me he merecido con creces después de cuatro años y medio bastante difíciles.

 Saludos


VACUNADO

  (ENTRADA 705)

 

Esta semana ha tocado pasar por el taller para comenzar a arreglar ciertas cosas, recibir la esperada vacuna contra el Covid, y superar los efectos de esta que me han tocado pasar sin mayores percances. Debo reconocer que me siento muy agradecido, pues la buena suerte me ha acompañado y me tocado la vacuna de una sola dosis. De esta forma ya estoy listo para poder irme a mi tierra según lo planeado.

VACUNADO 21-06-21

La otra visita al taller ha sido al dentista. Me hicieron un raspado y alisamiento en la parte de arriba el martes, y el otro el jueves. La verdad es que tengo que reconocer que fue muy llevadero y no tuve ningún dolor. Además, el resultado no fue tan terrible como me esperaba. El dentista fue bastante amable, y no tuve mayores problemas después de las intervenciones. La semana siguiente me pondrán una ferulización de vidrio para sujetar bien el piño del golpe, y estaré listo para poder marcharme.

Después de la inundación, las reparaciones se han sucedido con bastante celeridad, aunque también descubrimos otra fuga en el armario de contadores de agua de mi piso y el superior. Uno de los socorristas se ha marchado de la empresa, con lo cual nos han enviado a una chavala de diecisiete años para reemplazarlo. Así que tuvimos una nueva reunión con ella para explicar las normas. Raquel vino a la reunión por primera vez desde el comienzo de la era Covid, y aprovechamos para aumentar el aforo de la piscina a doce personas para que no tuviera problemas para bajar con los críos. El administrador estaba ya bastante cabreado con la empresa, y no le hizo gracia que además nos enviaran a una menor. Añadido a estos problemas tenemos a un italiano que pone la música al alto la lleva, y la parejita de arriba moja mi balcón al regar las plantas. Así que las cosas están tensas en el edificio, y yo cada vez más convencido de abandonar la presidencia. El jueves salí a tomar algo con un nivel acumulado de estrés bastante considerable, pero por lo menos pude animarme con Juanito.

Finalmente, el viernes me tocó acudir a vacunarme al estadio deportivo a media hora de mi casa. Acudí dando un paseo y la verdad es que me asombró encontrarme a tanta gente a la espera. Sin embargo, la cosa fue bastante rápida y tuve la suerte de que me tocara la monodosis de Janssen, con lo cual mi pauta ya está completa. Regresé dando un paseo después de avisar a varios familiares, y por la noche lo celebré en compañía de Juanito, con las visitas sorpresas de Josito, Pedro, Diego y su chapista. Rodrigo estuvo muy majo con nosotros y confesó que pensaba que Juan y yo éramos pareja, ante lo que lo le indicamos no había sido el primero y probablemente no sería el último. Sin embargo por la noche sufrí los efectos de la vacuna, que bienvenidos sean a cambio de la protección. Estuve con treinta y ocho y medio de fiebre toda la noche, y al día siguiente con febrícula. Me tomé el día con mucha tranquilidad y para el domingo ya estaba como nuevo.

El domingo fui a comer con la familia de mi prima y mi hermano, y después traje a mi prima y mi sobrina al barrio en coche, pues tenían que hacer unas compras. Salí a tomar algo y me encontré con Francisca y su amigo, hasta que llegó Juan. La verdad es que parecía que ya nos iban a echar, pero llegaron Diego, el chapista, Josito y Pedro para tomar algo. De todas formas, el camarero consiguió que acabáramos por márchanos una hora antes del cierre. Yo accedí a acompañar a Pedro y Josito a tomar una última, pero el bar en cuestión también estaba cerrado. De vuelta a casa me dio por ponerme a ver películas románticas y terminé por enviarle un mensaje a Juan Carlos para felicitarle por su cumpleaños, pidiéndole que disculpara mis impertinencias.

Así que a pesar de algún que otro contratiempo, puedo decir que ha sido una semana excepcionalmente beneficiosa a nivel de salud, ayudándome a encarar el verano con una actitud completamente diferente.

 Saludos


CRISIS DENTAL

  (ENTRADA 704)

 

Pues parece que tengo una especie de maldición, porque la semana comenzó con una crisis dental que ha provocado que casi pierda uno de mis dientes incisivos. Así que tras pasar por urgencias para recibir una ferulización, me tocó pedir cita para que me confirmar que no tengo los dientes precisamente bien y me toca raspado, para ver si todavía puedo salvar la dentadura.

CRISIS DENTAL 14-06-21

El caso es que me encontraba realizando la habitual limpieza de todos los lunes, y para limpiar bien el balcón tuve que sacar la mesita de café que tengo allí. Al levantarla para intentar volver a colocarla la mesa chocó contra la puerta y yo me di con todo el canto de los dientes en el borde. Vamos, que fue algo totalmente surrealista y muy poco intrépido. Mi prima y su marido me acompañaron al dentista de urgencias, y de paso pude descubrir que mi seguro cubría accidentes dentales. Me pusieron una ferulización para no perder el diente y me indicaron que fuera a mi odontólogo en cuanto fuera posible. Así que como no tengo odontólogo, seguí el consejo de mi vecino Miguel y llamé a uno que estaba en nuestra propia calle. La verdad es que me consiguieron cita para el mismo día, confirmándome que sufro la de la herencia de periodontitis que mi madre, primos y tía ya habían sufrido. Así que dieron citas para hacerme raspado en dos sesiones de la semana siguiente.

Así que intenté tomarme el resto de la semana con tranquilidad, concentrándome en mis carreras, que también me han costado esfuerzo y me han obligado a tomar alguna pausa. He vuelto a usar la media compresora, porque la verdad es que se me esta machacando bastante la pierna izquierda. La ola de calor que hemos sufrido también ha complicado la cosa, pero poco a poco voy tirando, y si hay que parar se para. Sin embargo, el fin de semana se caracterizó por una nueva crisis, ya que se nos reventó el deposito de agua y se nos inundó el portal por segunda vez desde que vivo en esta casa, justo cuando Raquel me estaba exponiendo sus nuevas quejas piscineras. Por lo menos el socorrista estuvo majo ayudándome, sobre todo cuando estuve a punto de matarme por las escaleras. El marido de la vicepresidenta bajó a echar una mano para limpiar todo y los bomberos llegaron para identificar la fuga y cortarla. Muy buenorros los cuatro, pero nasti de plasti. También aproveché que podía para pedir la autocita para mi vacunación, ya que por fin podía por mi franja de edad. De esta forma la pedí para el viernes, para que no me coincidiera con las citas para el dentista.

Por lo demás volví a salir con Juanito a partir del jueves, día en que apareció Paul cuando estábamos hablando con Diego y su chapista. Se produjo bastante tensión por los celos del chapista hacia Paul, y la verdad es que Juan y servidor cada vez vemos menos clara esta relación. El viernes volvimos a venir, aunque la verdad es que estuvimos algo más aburridos. El sábado salí solo por primera vez porque Juanito estaba de cena. También me colé por primera vez saltándome la fila de entrada, tal y como me había indicado Francisca. El rubio gordito de mí mismo nombre, que andaba detrás de Juanito, estaba en la barra, y la verdad es que pasó bastante de un servidor a la hora de servirme. Paul apareció pero Rodrigo estaba babeando por él y al final acabó con un par de viejos. La verdad es que me molestó que le invitara a una cerveza y no fuera capaz ni de guardarme el sitio. También paré los pies a Rodrigo antes de que me contara sus penas de amor hacia Paul. El caso es que acabé por retirarme y el domingo quedé con Juanito después de la mencionada inundación. Diego y el chapista aparecieron por allí otra vez, y por lo menos nos echamos unas risas hasta el cierre, conectando un poco con Francisca antes de marcharnos. Ahora veremos como va la semana de intervenciones.

Saludos


CUIDANDO A LA CLIENTELA

  (ENTRADA 703)

 

Parece que por fin estamos comenzando a ser valorados como buenos clientes en el local que hemos comenzado a visitar a raíz del cierre de nuestro entrañable bar. Al ver como nos poníamos en cola durante el sábado, Francisca vino a indicarnos que la próxima vez entráramos en directo, como si hubiéramos estado fumando, porque vamos a menudo y somos clientes que consumimos. Debo reconocer que no lo esperaba, y ha resultado muy grato el ver como todavía se aprecia a los parroquianos que consumen regularmente.

CUIDANDO A LA CLIENTELA 07-06-21

Aunque esta semana he vuelto a correr los cinco días, debo reconocer que me ha costado un poco por culpa del calor. Añadido a esto, he sufrido algunas rozaduras en el pezón derecho al estrenar las nuevas camisetas deportivas. Afortunadamente, la farmacéutica joven volvió a ser maja y me recomendó algo de vaselina y unos apósitos de protección hasta que me hiciera a ello. Mano de santo, porque la verdad es que no he vuelto a tener ningún problema más. El miércoles intenté quedar con Carlos, pero volvemos a sus cosas rarunas porque no se ha dignado a devolverme el mensaje en toda la semana. Mi hermano se puso en contacto conmigo para ultimar declaraciones, y tuve que imprimir mi escritura. No quise decirle nada, pero molesta que la gestoría haya tardado tanto para luego pedir más cosas, eso sí, cobrando por adelantado. En cuanto a la piscina, me surgió otro conflicto cuando el socorrista alto llamó a mi puerta para pedirme permiso escrito para macharse una hora antes debido a la tormenta. Para evitar conflictos decidí firmárselo y procedí a comunicárselo al administrador, que ese mismo día escribió a su vez a la empresa para pedir explicaciones y señalar que no se me volviera a molestar, y que los horarios son los horarios, llueva, granice o nieve. En cualquier fantasía erótica festiva, el socorrista llama a la puerta para pedir favores sexuales, pero en mi realidad llama para pedir permiso para marcharse antes. El domingo también tomé algo con mi prima, marido y sus amigos en el centro, pasaron a ver a mi casa, y luego subimos en mi coche para comer en su casa. En lo relativo a mis cómics, acabé de releer «Exiles» y comencé «X-Statix». También me alegró mucho descubrir una tienda en Países Bajos que tenía prácticamente todas las series limitadas que necesitaba recuperar.

El jueves me animé a salir con Juanito, porque parecía que Elvira ya estaría de regreso de sus vacaciones. Sin embargo, nos encontramos con que no estaba trabajando, y tuvimos que aguantar al vago una noche más. Juanito me confesó que Elvira le había escrito contando que estaría el día antes en el bar, y que probablemente tendría que haber acudido a verle. Sin embargo, pudimos verlo el viernes, y la verdad es que nos recibió con mucha alegría. Juan no se cortó y dejo claro los cierres prematuros del substituto. Francisca también nos señaló que las cosas cambiarían para después del verano, ante la apertura de otros bares, y el posible cierre del actual. Así que la temporada que viene puede ser interesante. Ese mismo día recibí un mensaje de Josito, quien se reunió con nosotros en el bar para tomar algo. También vinieron Diego y su chapista, y la verdad es que todos nos reímos bastante contando anécdotas y tomando algo en torno a una mesa. También pudimos ver a un chaval tremendamente guapo, con gorra y complejo porque se le caía el pelo cuando tenía una mata impecable. Paul también apareció por allí, y aunque flirtee un poco de forma descarada, desapareció pronto con su acompañantes. El sábado nos encontramos la mencionada cola, porque Juanito había tenido comilona y había salido más tarde. En la cola tuvimos que aguantar al retaco tatuado, que solía ir por el anterior bar, y su particular colega gracioso insoportable. Después de que nos indicaran que teníamos que hacer la próxima vez, estuvimos charlando un rato con Rodrigo, que debo reconocer que me hace un poquitín de tilín. De esta forma acabaron las salidas, porque la tormenta del domingo desanimó a Juanito para salir.

 Saludos