Archivo para agosto, 2016

VERANOS FUGACES

(ENTRADA 454)

No sé si se trata de la edad, pero los veranos se me antojan cada vez más fugaces. Como quien no quiere la cosa, el verano ha terminado y no ha estado nada mal. En el aspecto más positivo he logrado resistir, y ya llevo seis semanas sin fumar. Por otro lado, y aunque me ha acarreado algún quebradero de cabeza, debo reconocer que Internet me ha ayudado a tener más encuentros que otros veranos. Sin embargo, reconozco que fue más al principio del verano. He visto más a mis amigos, aunque he notado la falta del bar de Mónica bastante. Pero lo importante, es que ya estoy listo para volver a Madrid.

 VERANOS FUGACES 29-8-16

El lunes marcó el regreso a mi playa habitual, y es que me he dado cuenta que ir a la otra ha sido un error. Acudí allí en compañía de Alex, quien me ha alegrado el final del verano bastante. Fuimos a la playa de toda la vida, donde nos instalamos para comer y darnos unos baños. Resultó estar allí el rubio espectacular de otros años, con pelo largo. Sin embargo, o es heterosexual o tiene el listón muy alto, porque nunca va a la zona de las rocas. Sin embargo, debo decir que me sigue impresionando su belleza. Alex y servidor exploramos las rocas, llegando a la zona de una cala que nunca había visto antes. Tras eso, nos dimos un baño y comimos algo. El día era espectacular y también vi por allí a Silvino y Fernando. Pronto regresé a casa bastante agotado.

El martes amaneció igualmente soleado, pero Alex no podía ir a la playa al haber quedado con unos amigos. Partí a la playa solo, y en parte me alegré porque quería ver al rubio solo. Sin embargo, no hubo suerte y éste no apareció. Curiosamente, Alex terminó por ir por allí con uno de sus amigos, un viejo poco atractivo. Por lo menos me saludó. Apareció un cachas imponente moviendo rocas pero prestando poca intención al resto de los mortales. Yo acabé por ir a las rocas, pero no se acercó nadie decente por allí. Ya cansado opté por retirarme. Quedé con Pablo y Bea para ir por el centro a tomar algo con sus críos. Tras eso, cenamos en su casa unos excelentes calamares en su tinta.

Al día siguiente el día aguantó a pesar de tener unas nubes que amenazaban con arruinarlo. De nuevo fui con Alex a la playa, pero el tiempo dudoso provocó que no fuera mucha gente. A pesar de esto, hicimos una escapada por las rocas en la que tonteamos bastante. El día aguantó bastante, y apareció un chaval haciendo la carrera, pero bastante corto de miras, al que volvimos a encontrar al dejar la playa, en su moto. Habíamos intentado que nos siguiera a las rocas, pero no había manera, así que pasamos de él. Tomamos unas cervezas al lado del parque de mi casa. Allí apareció Pedro y el imbécil de su amigo que provocó nuestra movida hace ya un año, pero pasé de ellos mientras le contaba lo ocurrido a Alex.

Ya el jueves amaneció bien una vez más, y fui solo a la playa. Apareció el rubio espectacular pero, a pesar de que no éramos muchos, no hubo forma de que me siguiera a las rocas u otro sitio. Desafortunadamente, se nubló enseguida y el rubio se marchó sin que yo volviera a verlo más este verano. Pero debo admitir que no hay nada que hacer con él, estando fuera de mi alcance. Estando nublado, decidí volver a la cala del año pasado, que resultó ser la famosa Cagonera. Logré llegar hasta la playa escalando, ensuciándome, trepando y ortigandome. Prueba es la foto de esta entrada. De regreso, pude ver a Cain haciendo la carrera pero pasé de él. Me reuní con Alex para tomar unas cervezas y acabamos yendo a su casa por última vez este verano.

Ya el viernes el tiempo se estropeó, por lo que no pudo haber playa. De todas formas fue el día de la cuarta espicha de verano de la pandilla. Nos reunimos Javi, Arancha, Santi, Natalia, Jorge, María, Antonio, Mónica, Mario, Belén, Pablo, Bea, Carlos, Peligrosu y yo. La cena estuvo muy bien en el restaurante donde años atrás habíamos celebrado la despedida de soltera de Nieves, sin Nieves. Por cierto, que a esta la habían operado este verano, razón por la que no han venido. La verdad es que comimos mucho, pero bebimos demasiada sidra. Fuimos a una discoteca cerca del puerto, donde soportamos sobredosis de reguetón. Sin embargo nos divertimos, hasta que me retiré. Pasé por el Antro, donde me encontré con Rubio y Muermo. Sin embargo, estaba tan borracho que acabé por retirarme, ya que además el sitio estaba francamente muerto.

Ya de sábado fui a comer con mis padres a Fede, donde no habíamos ido en todo el verano. Mi hermano ya se había marchado el jueves a una boda, y luego a Madrid para su revisión. Tras la comida dormí un poco y me reuní con Ramón, Susi, Antonio y Pilar para tomar algo. Fuimos al antiguo bar de Mónica, que nos sorprendió bastante. Dicho esto, remarcaré que Mónica me ha decepcionado bastante este verano. Se ha ido sin despedirse a Barcelona. Nunca me ha llamado los viernes para quedar, sabiendo que estaba colgado, y el cierre de su bar me sigue pareciendo un error de proporciones épicas. También pude ver a la prima de Ramón y su marido, a quienes no había visto en todo el verano. Tras tomar algo en la ruta de vinos, Ramón y yo pasamos por el bar de osos, bastante muerto, y luego fuimos al Antro. Saludé a varias personas que estaban allí, y Rubio también pasó por allí para despedirse. Ramón se enzarzó en otra bronca de política con un imbécil, y el Bombero perdió su última oportunidad del verano. Me parece que es bastante prepotente. Hubo un cruce de miradas entre servidor y el bailarín de pelo largo, pero la verdad es que estaba bastante cansado, por lo que opté por retirarme despidiéndome de los conocidos hasta la próxima vez.

Ya de domingo, mi padre partió para asistir a la consulta del médico de mi hermano. Mi madre y yo fuimos a comer al restaurante de siempre. También chateé bastante con un chaval de veinte años muy guapete. Por la noche quedé con Ramón, Susi y Antonio para tomar algo. El Carmen estaba matado, y Ramón y yo acabamos en el bar de osos. Tras tomar algo nos despedimos y yo volví a casa pasando por el muro para ver la playa. De esta forma, una vez más, me he despedido de un verano. No ha estado mal, pero prometía mucho más al principio de lo que dio. Solo espero que la nueva temporada sea muy prometedora.

 Saludos

 


43

(ENTRADA 453)

Como quien no quiere la cosa, me he embarcado en la última semana del verano. Es curioso, pero cada vez me da la sensación de que pasan más rápido, aunque en mi caso ya estoy preparado para regresar a Madrid. Sin embargo, esta penúltima semana ha marcado mi cumpleaños, en el que me han caído la friolera de cuarenta y tres años.

 43 22-8-16

La penúltima semana comenzó con un día festivo, el posterior a la noche de los fuegos. Fuimos a comer al restaurante de los domingos, y después tocó una siesta reparadora. Durante la semana, seguí con la rutina de correr solo cuatro kilómetros. La verdad es que comencé a notar que la cosa me iba considerablemente mejor. El tiempo se estropeó bastante durante el martes y miércoles, días en los que opté por sumergirme en la lectura para pasar el día. También tuvimos una buena comilona en compañía de mi prima y familia, disfrutando de una buena paella.

Ya el jueves fue mi cumpleaños. Aunque la familia no se olvidó y recibí felicitaciones, no hubo ni un solo regalo, ni comida. Mi madre optó por ir a la playa, por lo que yo decidí hacer lo mismo en solitario. Por lo menos, llegada la tarde, quedé con Alex. Fuimos a su casa para uno de nuestros encuentros, que resultó ser de los mejores. Observé también las redes sociales y el móvil para recibir felicitaciones de gente de distinta índole, amigos, familia, y conocidos. La verdad es que cada vez llevo peor lo de cumplir años, quizás por uno se da cuenta que se le pasó el arroz. Sin embargo, y siendo justos, debo admitir que pasé un muy buen día de playa y sexo. Por otro lado, retomé contacto con Bruno, con quien parece que volverá a haber encuentros esporádicos, si hay suerte.

Ya de viernes fui de nuevo a la playa, aunque el mar estaba bastante alterado. Por la noche me animé a ir al cine, algo que no había hecho en todo el verano. Fui a ver “Star Trek: Más Allá”. Aunque me gustó mucho la película, debo reconocer que sin el director de las dos previas, no estaba al mismo nivel que sus predecesoras.

 STAR TREK MAS ALLA

Tras la película me dirigí al Antro, que estaba bastante matado. Por lo menos estuve con Rubio y Muermo, con quienes eché unas buenas risas. Llegó un chaval joven muy guapo, pero acabó por irse con un tío feo de cojones, solo por tener fama de estar muy bien dotado. Ya cansado, opté por retirarme.

El sábado me animé a volver a la playa, pero no la pude disfrutar mucho, ya que teníamos bandera roja. Las fuertes mareas no tardaron en dejarnos acorralados y tampoco podíamos bañarnos. Por la noche, salí por la ruta de vinos, aunque Ramón se retiró pronto porque tenía que trabajar al día siguiente. Yo pasé por el bar nuevo, donde saludé a Luis Rosaura, y después fui al Antro. De camino me pasó el Bombero, pero pasó olímpicamente de decirme absolutamente nada. Ya en el Antro estuve tomando algo y charlando con Odón y pareja, aprovechando que Ramón no estaba allí. También me pareció ver al rubio teñido que me había entrado por Internet, pero no estaba seguro del todo y terminó por marcharse. Llegado un momento, estaba aburrido y cansado, por lo que opté por marcharme.

Ya de domingo, mi prima y su familia se habían marchado. Comí con la familia, y de regreso en casa me eché una buena siesta. Después, y porque se lo había prometido, llevé a mi hermano al cine para ver de nuevo “Star Trek”. Y de esta forma, la semana terminó. Internet no me ha vuelto funcionar, y no he tenido encuentros adicionales. Quizás la edad deba hacerme entender que en ese sentido se me pasó el arroz completamente, aunque espero que no.

 Saludos

 


DIAS DE PLAYA Y NIEBLA

(ENTRADA 452)

Si algo ha caracterizado esta semana de verano, ha sido el buen tiempo y el poder disfrutar de la playa en exceso. También fue la semana grande en mi ciudad natal, aunque en lo relativo al ambiente parece que no hay manera de que sea algo especial. Curiosamente, la semana terminó con la aparición de una intensa niebla en la costa, acompañada de temperaturas muy altas.

 DIAS DE PLAYA Y NIEBLA 15-8-16

La semana se caracterizó porque seguí corriendo, y poco a poco he dejado de notar las molestias en la espalda, quedando completamente recuperado. De lunes acabé por ir a la playa en solitario, y la verdad es que pasé un día estupendo poniéndome morenito y leyendo algo en tranquilidad absoluta. Desafortunadamente, el tiempo se estropeó durante el martes y el miércoles, aunque pude recuperarme de haberme quemado un poco y me dediqué a la lectura. El lunes también quedé para tomar algo con Pablo y Bea en el centro, y aprovechamos para cenar en una pizzería. Mónica pasó por allí y me regaló una entrada para la feria, algo que le agradecí mucho. La familia también salió en el barco de mi padre, y varios acabaron mareados, especialmente mi madre que supuestamente estuvo mala por eso dos días, amargándonos un poco. Yo ya no me creo la mitad de sus supuestos males repentinos. La racha de Internet no ha vuelto a remontar, me entró un jovenzuelo cachas, pero me daba la sensación que me vacilaba bastante.

El jueves volvió el buen tiempo, pero acabé yendo a la Feria como todos los años. Era imposible aparcar cerca del recinto, así que dejé el coche cerca de casa de Bea, y fui caminando con ella hasta el lugar. Comimos chorizo y calamares y empezamos a dar una vuelta por el lugar, hasta que se nos unió Pablo al salir del trabajo. Después del buen resultado del año anterior compré otra plancha, más bayetas, y el escanciador que me había pedido Miguel. También pillé algunas cosas para mi madre como cubre cacharros. Nos reímos con demostraciones de ollas, sartenes, mopas milagrosas, y planchas verticales. La verdad es que recorrimos todo el recinto para acabar de regreso a casa de Pablo y Bea, donde había aparcado, bastante machacados por el esfuerzo.

El viernes fui a la playa en compañía de Alex, y la verdad es que lo pasamos muy bien, aunque el agua estaba verdaderamente helada. Hicimos una excursión fugaz por las rocas donde tonteamos un poco, pero un paisano de avanzada edad nos rondaba jodiendonos el plan, así que tuvimos que optar por retirarnos. También nos reímos al ver como un rubito acababa en las rocas de forma poco discreta junto a un florista que mi acompañante conocía. Ya cansados de tanta playa regresamos a la ciudad y nos despedimos hasta la próxima, no sin antes tomar algo. La verdad es que Alex ha resultado ser un chaval de lo más majo, y mucho más atento de lo que fue Javi. Por la noche me animé a salir por el nuevo bar, pero la verdad es que estaba bastante matado, aunque aparecieron los pesaditos de Madrid. El Antro estaba igualmente muerto, aunque por lo menos pude ver y charlar con Rubio y Muermo. Ya cansado me retiré a casa.

El sábado me levanté y cogí el coche para ir solo a la playa. Fue entonces cuando la ciudad quedó sumergida en la niebla. A pesar de esto, en la playa había un sol radiante. Observé a un chaval de bañador naranja que siempre estaba allí de un lado para otro, sin parar. Probablemente disfruté de los mejores baños de todo el verano, aunque noté que no había mucho tío atractivo en la playa. Sin embargo, un conocido de Ramón llamado Luis acabó por darme la brasa de forma constante, y acabé por acceder a llevarle en coche de regreso a la ciudad. Esto me jodió bastante, porque apenas le conozco y hay que tener mucha jeta para poner a alguien en ese tipo de compromisos. Por la noche quedé con Ramón, Susi, Mónica y compañía y tomamos algo en la ruta de vinos. Después, Ramón se vino conmigo por el ambiente, aunque estuvo bastante insoportable debido a la borrachera que se había pillado. También tuve que aguantar a un viejo que me montó un número al coger un taburete que parecía libre sin copa alguna delante. Qué asco de gente, de verdadUna vez más, opté por retirarme a casa.

Ya de domingo, y día grande, la familia al completo se reunió para comer una paella en un restaurante cercano a casa. Por la noche tocó la cena con los colegas y todos sus hijos. Fuimos, Pablo, Bea, Santi, Natalia, Yogui, Carmen, Javi, Arancha, Jorge, María y yo, más toda la jauría de críos. Los fuegos fueron un desastre, porque la intensa niebla los bloqueó por completo. Tras tomar algo en la cervecería, mis amigos y sus críos se retiraron. Me reuní con Ramón y fuimos por los dos bares. En el Antro nos encontramos con la pareja que frecuenta la playa habitual a la que voy, y Ramón terminó por cabrearlos sacando el tema de la política. Siempre está igual, y luego se queja de que nadie le habla en el ambiente, o de que antiguos conocidos le retiran el habla. La verdad es que me cabreó bastante, sobre todo porque al poco rato estaba de nuevo dando la brasa. Por lo menos se retiró pronto, y me quedé en compañía de Rubio y Muermo, con los que me reí bastante. Había un moreno alto bastante atractivo, pero estaba con un colega, y yo no estaba de humor para entrarle. Aunque el Antro empezó a llenarse de gente, terminé por retirarme. En ocasiones siento que no encajó, las pocas veces que alguien atractivo me entra son minoría en comparación con las que se me ignora. Supongo que es cuestión de envejecer y perder el atractivo. Y así acabó la semana grande.

 Saludos

 


SE ACABÓ LA RACHA

(ENTRADA 451)

Pues la semana ha servido, ante todo, para asegurarme que no me toreaban igual que el año pasado. Ya me había ocurrido, el verano pasado, que acababa pendiente de alguien constantemente, perdiendo la oportunidad de disfrutar del verano. En términos generales, la racha de popularidad ha decrecido en lo relativo a ligues internautas, y he tenido que poner punto final a algunas situaciones. Por otro lado, ya tuvo lugar el primer gran cabreo con mi madre, algo inevitable en verano.

 SE ACABO LA RACHA 8-8-16

De lunes resultó hacer bastante buen tiempo. Quedamos para comer con mi prima Victoria, quien por supuesto vino acompañada de mis tres sobrinos. Comimos todos juntos, y después acompañé a mi madre a la playa con ellos para pasar un rato con ellos. Durante esa visita a la playa, nadé con los gemelos durante largo tiempo, y la verdad es que acabé completamente agotado.

Ya de martes era el día libre de Javier, por lo que quedamos en ir a la playa. Lo que prometía como un gran día, acabó por decepcionarme otra vez, confirmando lo que sospechaba. Acudí a recogerle en coche, tras recibir el encargo de encargarme de la comida. Ya en su casa tuve que subir a afeitarle la espalda. De camino, se empeñó en bajar a una playa muy saturada del barrio pijo. Bajamos para tener que marcharnos, pues era imposible aparcar allí. De camino, se empeñó en parar en un bar a tomar algo. Ya por fin, partimos a la playa, pero se mostraba algo ausente, poco cariñoso. A la hora que él quiso nos marchamos, y fuimos a tomar algo a su lugar de trabajo, donde acabé pagando yo por no quedar mal. Pues todavía le dejé en casa y no fui capaz de pasar el resto de la tarde con él, pues había quedado con amigos. Quería que fuera con ellos; pero a mí no me apetecía estar en compañía de gente que no conocía, así que me fui contrariado a casa, y me parece que fue capaz de percibirlo. Debido a esto, fui a recoger a Bea y Pablo, que estaban en la playa del puerto, y fuimos a tomar algo. Aproveché para desahogarme, y la verdad es que Bea me entendió perfectamente.

Al día siguiente, miércoles, Javi me escribió y no tardó en darse cuenta que estaba enfadado. A pesar de explicar mi postura, él se mantuvo en el hecho de que en su día libre tenía otros compromisos con amigos. Como si n o pudiera verlos todo el año, y a mí no me tuviese solo en agosto. Así se lo hice saber, y me dio la sensación que él se negaba a entender nada, como si fuera yo quien me tuviera que adaptar a todos sus caprichos. Así que la cosa acabó ahí, y se lo hice saber. Tampoco pareció afectarle mucho, lo que me indica que me salvé de estar al servicio de alguien todo el verano. Como llovía, acabé relajándome haciendo un lego de una nave de Star Wars.

Al día siguiente fue la explosión familiar. Como llovía fui a tomar algo con mis padres, y tuvo lugar el gran cabreo Mi madre comenzó quejarse de unos clientes de un bar, en voz alta para que la oyeran, y yo la corté. Pues como es una chula, se puso en plan torcido y acabó marchándose en plan disgusto por la calle bajo la lluvia. Me cabreé y se lo hice saber, por lo que le dije que me volvía a Madrid, no estando dispuesto a aguantar una sola tontería más. No se lo tomó en serio, pero quedó en shock al subir a casa y verme con las maletas hechas. Cedí en no marcharme en insistencia de mi padre. Pero ya me quedé rayado todo el día. Es horrible pasar las vacaciones con la familia sin poder ser independiente. El resto de la tarde la pasé intentando relajarme y olvidarme de todo.

Ya de viernes pasé a tomar algo con Mónica y José, después de haber ido a la playa, yo solo en esa ocasión. Coincidí con Alex en la playa, y acabé llevándole en coche de vuelta, parando a tomar algo y a enseñarle el parque de un mirador. Acabamos medio liados en el coche, incluido en el parking, lo que me animó bastante. Por la noche pasé a despedirme de José tomar algo con Mónica. Pase luego por el bar de osos, donde me encontré a un par de pesados de Madrid que nunca había aguantado. Especialmente un gracioso y feo que me había rechazado, y que era amigo de Edu. Tras escapar fui al Antro, donde charlé con Rubio y Muermo, pero también acabé por marcharme al ver el sitio matado. Pasé por el parque, pero el único chaval que había me rechazó de forma brusca.

El sábado pude quedar con Alex en su casa, y la verdad es que pasamos un rato formidable. Luego fui por el bar de osos, donde un pesado de Valladolid intentó entrarme en repetidas ocasiones. Por fortuna aparecieron otros conocidos de Madrid, Panda y Alan. Estuve con ellos un rato, hasta que me retiré al Antro que estaba bastante animado. Ramón, como todos los primeros fines de semana de agosto, no salió. Sin embargo, a pesar de haber demasiada gente, no triunfé. Bombero había coincidido ambos días conmigo, pero pretendía que me pusiera a mi servicio sin esfuerzo por su parte, a lo que me negué. Así que me retiré sin más ni más, percatándome de que la racha inicial del verano había finalizado.

El domingo fue tranquilo con comida familiar, siestón, y después salir a tomar algo con Ramón, Mónica, Susi y la pareja de esta última. De regreso a casa paré a tomar algo en el Antro, donde estuve charlando un poco con José. Por lo menos llevo ya tres semanas sin fumar.

 

Saludos


LIGUES DE VERANO

(ENTRADA 450)

Pues la verdad es que el verano se ha iniciado con muy buena pinta, y con un servidor triunfando de una forma inesperada. Acabé por descargarme la aplicación gay una vez más, y terminé por conocer a algún que otro chaval majo, y ligando más de lo que podría imaginar. Añadido a esto, pude disfrutar de la casa para mí solo hasta el viernes, día en que llegó toda la tropa familiar. Pero desde luego, ha sido una semana de ligues.

 LIGUES DE VERANO 1-8-16

El lunes volví a charlar con Javi, con quien quedé para ver su nueva casa, y otros menesteres que teníamos pendientes. Tras esto me llevó hasta su lugar de trabajo, un bar en el estadio de futbol, donde me invitó a un café. Quedamos para dormir juntos esa misma noche. Tras esto me apresuré, pues había quedado con un tal Wrestling, que vivía en una ciudad cercana. Tomamos algo en el Carmen, tras lo cual terminamos en mi casa disfrutando de otro encuentro. La verdad es que no me pude quejar, aunque acabé francamente agotado. Al final, dormir con Javi se vino abajo, debido a que el chaval estaba muy cansado por el curro.

Ya de martes, salí a correr como de costumbre, aunque debo reconocer que me está costando bastante coger el ritmo. Había estado hablando con un tal José de un pueblo a cinco kilómetros de la ciudad, y quedé con él para ir a algún lugar privado con el coche. La verdad es que fue uno de los encuentros sexuales más morbosos y cañeros que he experimentado nunca. Lamentablemente, ya me había bloqueado al día siguiente, con lo cual quedé bastante devastado.

Ya de miércoles seguí chateando con gente, aunque no llegué a quedar con nadie. Acabé por ir a la playa, ya que el buen tiempo había decidido volver. Se suponía que iba a quedar con Javi para dormir, pero al final me había tenido esperando un total de tres horas, por lo que me había cabreado con él, y así se lo hice saber. Acabé yendo de merendero con Bea, Pablo, Santi, Natalia y los críos. Y la verdad es que por lo menos cenamos bastante bien, y con eso me quedé más contento que unas pascuas.

El jueves acabé por reconciliarme con Javi, aunque ya se ha plantado la sospecha acerca de su comportamiento reciente. Tras ir a correr, me entró un chaval llamado Alex, a quien conocía desde hacía veinte años cuando ambos éramos críos en el ambiente. Terminó viniendo a casa, y pasamos un rato de lo más genial. Tanto que ni siquiera llegué a comer algo. Tras esto me apresuré a quedar con Santi y Miguel, quienes habían llegado de visita fugaz. Mónica y Nico se nos unieron después de que cenáramos un espléndido cachopo. Me regalaron una máscara de su viaje y ya tras esto se marcharon. Tras esto fui a casa de Javi, donde tuvimos otro encuentro apasionado, y me quedé a dormir. Sin embargo, a la mañana siguiente sentí que se desembarazaba muy rápido de mí.

El viernes llegó toda la tropa familiar, y fuimos a comer algo al bar de Fernando, donde el nuevo personal parece bastante inútil. Yo estaba bastante agotado, así que dormí una larga siesta. Tras esto salí por el Carmen con Mónica y familia, y acabé yendo al nuevo bar, que estaba matado. Sin embargo, acabé liándome con un joven morenito que no funcionó demasiado bien. Ya en el Antro habitual acabé liado con Bombero, pero le vi muy en plan de yo no hago nada y lo haces todo tú. La verdad es que eso me decepcionó bastante y acabé en el parque bajo la lluvia, experimentando otro encuentro fugaz.

Ya de sábado, comimos en la Fondue, donde coincidimos con mi prima Victoria y sus peques. Tras dormir un poco más, quedé con Ramón y fuimos por ambos bares una vez más. Ya en el Antro la cosa pareció animarse, aunque no pasó nada de nada. Apareció por allí Pedro, del año pasado, con el que me cruce varias veces. Ya lo había hecho una mañana cuando había salido a correr.

Ya de domingo fuimos a comer al sitio habitual, también con personal nuevo bastante inexperto. Debido a los viajes del bailarín, organizamos nuestra habitual sardinada antes de lo habitual, y la verdad es que nos pusimos hasta arriba de comer. Tras esto pasé por casa de Javi, con quien tuve otro encuentro fugaz, sin quedarme ya a dormir, pues con mis padres en la ciudad no puedo permitírmelo. Sin embargo, con sus pros y contras, debo reconocer que el verano no se esta mostrando nada malo.

 Saludos