Archivo para junio, 2016

TRASVASE DE CLIENTES

(ENTRADA 445)

La verdad es que ha sido una semana tranquila, si bien algo agotadora, con muchas salidas sociales pero pocos eventos destacables. Esto suele ocurrir siempre tras un subidón como con el denominado Modern Talking, ya que las cosas tienden a volver a una relativa normalidad. También es cierto que es la semana previa al caótico Orgullo que se avecina, y ambos aspectos suelen estar correlacionados. Por otro lado, mi bar habitual se ha beneficiado mucho de un nuevo trasvase de clientes.

 

Large group of people symbolizing direction , progress,growth.

De esta forma no salí hasta el jueves, día que tampoco tenía planeado salir. Sin embargo, era el santo de Juan y éste me pegó un toque para que acudiera por el bar. Me sorprendió encontrar el bar prácticamente lleno. Más adelante, Miguel me reveló que el bar donde antes trabajaba cerraba sus puertas, por obras, hasta agosto. En ese sentido, su bar ha recibido una transfusión de clientes del bar del que había sido despedido casi dos años atrás. Esto es un ejemplo de las vueltas que puede dar la vida, sobre todo considerando que sus antiguos jefes estaban allí tomando algo. Juan se percató mucho de esto, y la verdad es que fue muy simbólico. Entre los visitantes estaba el imbécil de Fran de nuevo, enseñando sus abdominales y en plan diva absoluta. Juan se retiró sobre las dos de la mañana, y la verdad es que yo acabé con excesos de alcohol que podría haber evitado.

Ya el viernes aproveché para una muy necesaria limpieza de toda mi casa, tras lo cual apenas tuve tiempo para cenar y salir una vez más. Aunque estaba bastante cansado, accedí por ir a bailar de nuevo con Juan a la discoteca, que estaba tristemente matada en cuanto a cantidad de gente. Ya agotado me retiré sabiendo que tenía comida familiar al día siguiente.

Efectivamente, el sábado comí con la familia, tras lo cual pasé por casa para recoger varios envíos, entre los cuales se encontraba una serie de manas de “Canción de Hielo y Fuego” que me parecieron formidables. La verdad es que llegué agotado a casa, por lo que tuve que echarme para dormir un poco. La verdad es que salí bastante tarde por el bar, donde me reuní con Juan, Santi, y algún habitual más como Stefan. Apareció por allí el Sonrisas, con quien tuve unos momentos de flirteos intensos. Sin embargo, como estaba en compañía de su amigo, el tonto quejica del Javier, opté por no intentar nada. Charlé bastante con Charlie, quien tampoco soportaba a la diva de Fran, quien una vez más estaba por allí. Como había dormido toda la tarde, decidí ir a bailar con Juan y Ángel, escapando de Stefan que al final de la noche se había vuelto bastante pesadito. La discoteca estaba mucho más animada. Bailoteamos un rato, y me encontré por allí con Nico, quien estaba enzarzado en conquistar a un borracho, que por cierto tiró su cerveza y fracasó en su intento de llevarse la mí. Todo el fin de semana, Ángel había estado algo hundido, pues su última conquista ha resultado en desastre una vez más. Ya cansado, me retiré.

El domingo tocaron nuevas elecciones. Tras comer con mis padres, les acerqué para que pudieran votar y les llevé a casa. Aproveché para dejarles mi coche, al que le toca pasar su primera ITV. Ya de regreso pasé la tarde tranquilo tras ir también a votar. Aproveché para ver la tercera parte de “Divergente”, titulada “Leal” y de nuevo regresé por el bar. De nuevo estaba bastante lleno, y estuve en compañía de Juan, Miguel y Ángel. También había por allí un grupo de ingleses bastante perjudicado. Curioso, cuando este año su país ha decidido abandonar la Unión Europea. Regresé a casa a tiempo de ver el último episodio de la temporada de “Juego de Tronos”, algo que me fastidia pues de nuevo hay que esperar un año para volver a disfrutar de mi serie favorita.

 

Saludos

 


ALGUIEN SIEMPRE SE FIJA EN TI

(ENTRADA 444)

Creo que el título de la entrada lo dice todo. La semana pasada me sentí completamente hundido y utilizado, debido a la actitud prepotente del cantante. La verdad es que contribuyó a un sentimiento de marginalidad atractiva al que me he visto sometido en los últimos meses. Sin embargo, la vida te da sorpresas, y te das cuenta de que hay alguien que lleva tiempo fijándose en ti, aunque nunca pudieras acercarte a sospecharlo.

 ALGUIEN SIEMPRE SE FIJA 10-6-16

Durante la semana fallé un poco con las rutinas de natación, que no retomé hasta el miércoles. En parte se debió a que el martes tuve que pasar por casa para recoger un pedido de cómics y pagar los impuestos correspondientes. Sin embargo, en lo relativo a mi trabajo avancé bastante, por lo que este último mes antes de las vacaciones debería ser mucho más relajado. En cuanto a la piscina en casa, no pude bajar porque estaba en proceso de recuperarme de las quemaduras sufridas durante la excursión del domingo pasado.

Así que no salí hasta la llegada del viernes. Dicha noche acudí temprano para ver el partido de España, ya que estamos en plena Eurocopa. La verdad es que me molestó que Santi y Miguel no acudieran, pero a pesar de esto disfruté del partido en compañía de Ángel y Eugenio. Poco después de finalizar el partido, el cual por cierto ganamos, llegó el Santi; aunque opté por no guardar rencor y olvidar el asunto. También llegó el moreno de la pareja que denomino como Modern Talking. Su pareja estaba de vacaciones. Pues cual fue mi sorpresa al salir del baño y verme acorralado por él, que me plantó todo un beso de película. El caso es que acabó encerrándome en el baño, y acabamos yendo a mi casa para gran sorpresa de un servidor y mis amigos cercanos, Juan incluido. Mentiría si dijera que no fue una noche formidable. Sin embargo, nunca me lo hubiera esperado de uno de los miembros de la pareja Modern Talking. Esto viene a probar mi desconfianza a las relaciones de pareja. En un tono más positivo, también prueba que aunque uno se pueda sentir muy poco atractivo en ocasiones; siempre hay alguien que se está fijando desde la distancia.

Al día siguiente tocó comida familiar, y la verdad es que estaba sumamente agotado. Tras la comida y hacer la compra habitual, tuve que dormir una larga siesta para recuperarme. Tras esto, regresé al bar habitual, donde me reuní con Juan y algún que otro conocido, como por ejemplo Stefan. Miguel estaba allí tras haber acudido a la boda de Ab, que había sido celebrada ese mismo día. Habrá que ver lo que el muchacho tarda en ponerle los cuernos a su nuevo marido. Miguel estaba gracioso con camisa y corbata, y comentamos la gran sorpresa de los eventos relacionados con el Modern Talking el día anterior. Tras el cierre, Juan y yo decidimos irnos de bailoteo, ya que yo había anunciado a mi familia que no acudiría a la comida del domingo. Bailoteamos bastante, aunque la verdad es que no había absolutamente nadie atractivo en todo el Parque Jurásico. Sin embargo, puedo decir que Juan y yo nos divertimos mucho hasta que me retiré para poder dormir.

De domingo tocó descansar intensamente, y acudí de nuevo al bar en compañía de Juan y Santi, ya que Miguel trabajaba aquella noche. Apareció por allí el Bubú, que sinceramente me parece cada vez más estúpido. Ya al cierre, regresé a casa para ver el penúltimo capítulo de la temporada de GoT, uno de los mejores de toda la serie hasta el momento. De esta forma, el fin de semana infló bastante mi dañada autoestima, que necesitaba una fuerte recarga.

 

Saludos

 


ESPERANZA EN UN RÍO

(ENTRADA 443)

Entrando ya en el tiempo caluroso más habitual de estas fechas, la semana se presentó tan monótona como de costumbre. Sin embargo, aproveché para comenzar a utilizar la piscina de casa, dándome algún que otro baño ocasional. Hasta la llegada del fin de semana, no hubo ninguna novedad, aunque la semana finalizó con una excursión que sirvió para reparar el distanciamiento del grupo.

 ESPERANZA EN UN RÍO 14-6-16

Como ya había mencionado, Ana y Jerome han regresado a España y al barrio, aunque no han logrado encontrar casa en el edificio. Curiosamente, he sabido que la primera ha visitado la piscina en varias ocasiones, y nunca me ha dado un toque para quedar. Eso sí, deben de tirar de Rafa para seguir haciendo uso de la piscina. Por otro lado, también tuve un encuentro casual con Asun en el barrio. La encontré soltera de nuevo y recriminándome, eso sí con una sonrisa, que no contestara a una felicitación de año nuevo cuando no he sabido nada desde que todos estuvieron en mi casa. Y es que todos estuvieron en mi casa para celebrar la partida de Ana, y ninguno ha tenido la más mínima consideración de contacto con un servidor. Eso sí, se les da bien recriminar con sonrisas. El resto de la semana también me vi enfrentado a un trolero que me ha dado la brasa la bastante en mi blog de héroes, pero del que he pasado olímpicamente, hasta que aburrido ha dejado de molestar.

Llegado el viernes salí con bastantes ánimos, y es que al día siguiente no tenía plan familiar ya que mis padres habían partido a la playa de relax con mis tíos paternos. Me encontré con Juan y Santi en el bar habitual, donde también estaban Ángel y Miguel. La verdad es que el bar y el barrio estaban bastante llenos de gente, probablemente debido al buen tiempo. Fue de Santi de quien surgió que el domingo fuéramos a la Pedriza, aunque tenía la desatinada idea de quedar a las nueve de la mañana. La verdad es que no me hacía demasiada gracia tener que madrugar el domingo, pero acepté por volver a reunir al grupo de nuevo, que se ha visto algo desfragmentado. Por el bar había un chino bastante guapo, que me pareció me prestaba atención, pero estaba con un amigo que conocía como una petarda del bar. Juan, Adolfo y yo fuimos a bailar a la discoteca, donde el chino también estaba, aunque desapareció antes de que servidor pudiera actuar.

Ya de sábado, me pasé la tarde de compras. Me hice con dos pares de pantalones piratas muy majos y un par de camisetas muy chulas. También compré sándwiches y bebidas para la excursión del domingo. La verdad es que regresé bastante agotado, aunque salí a tomar algo con Juan. Logré convencer a Santi para que por lo menos pudiéramos quedar a las diez, y así dormir algo más. Por el bar estuvo, como todos los sábados, Stefan. Sin embargo, llegó algo bebido y estuvo bastante pesadito. Ya de cierre, me retiré para poder levantarme temprano al día siguiente.

A las diez del domingo, Miguel, Santi y Juan se presentaron en mi casa, desde donde partimos en mi coche al Río Alberche. Resultó que no estaba tan masificado, y la verdad es que podríamos haber quedado algo más tarde. De parada en el pueblo, Miguel y Santi tardaron poco en pedir direcciones al tío más buenorro del mismo. El agua del río estaba congelada, y el suelo plagado de polen y espinas de los árboles, que arruinaron por completo mi nueva toalla. Sin embargo, la verdad es que nos divertimos bastante, observando a las chonis y a los macarrillas, bastante morbosos eso sí. Comimos, bebimos, nos animamos a algún que otro chapuzón para refrescarnos. Acudimos también a un chiringuito a tomar café y unos helados, donde observamos a tres cachas impresionantes, así como al atractivo camarero. Ya cansados y agotados regresamos a casa. Juan iba a salir algo, pero se enteró de que a un amigo le había dado un infarto, y se desanimó. De esta forma salí solo, encontrándome con Miguel (otro), y su amigo Oscar (el que dice que canta). Curiosamente acabé sobeteándome con Oscar y dándome algún morreo con él. Nunca lo hubiera imaginado, aunque al final terminé por volver a casa solo. Esto confirma que el chaval va de legal, pero es bastante creído, y me quedé algo decepcionado. Sin embargo, me quedó con la excursión, de la que sacó el que por lo menos los cuatro hayamos hecho algo en común.

 

Saludos

 


CONVERSACIONES IMPRODUCTIVAS

(ENTRADA 442)

Una vez más la semana ha pasado rápidamente, y nos encontramos comenzando a experimentar el calor más típico de estas fechas. La verdad es que las veces que he salido, lo he hecho un poco a la fuerza, sin excesivas ganas. Curiosamente, la semana finalizó con una conversación que tarde o temprano debía tener lugar, aunque la verdad es que tampoco me entusiasmo, pues la consideré bastante improductiva.

 CONVERSACIONES IMPRODUCTIVAS 6-6-16

Volviendo al comienzo, la semana transcurrió con bastante trabajo, y mis rutinas de natación, estrenando mis nuevos bañadores. El martes también quedé con Carlos para uno de nuestros encuentros, aunque la verdad es que estaba bastante agotado. Por lo demás, el resto de la semana pasó sin mayores novedades que contar. Llegado el viernes, no tenía demasiadas ganas de salir, pero me empujé a hacerlo para reunirme con los habituales en el bar. La verdad es que Santi había quedado bastante guapetón tras su afeitado. Juan apareció por allí, así como Adolfo y algún habitual más. Al cierre, Santi, Juan y Adolfo se embarcaron en un divertido ritual de baile, en el que chocaban los unos contra los otros. Los grabé, y la verdad es que resultó en un video de lo más divertido. A pesar de estar cansado, me animé a ir a bailotear con Juan y Adolfo al Parque Jurásico. Santi y Miguel decidieron unirse tras acabar con el cierre del bar. La verdad es que bailoteé bastante, aunque estaba bastante perjudicado. Debido a esto, opté por retirarme a las cinco de la madrugada. Adolfo pretendía venirse a dormir, pero le dije que estaba demasiado cansado. Esto era cierto, aunque tampoco hubiera aceptado, porque talmente parecía que era la última opción de la noche, y no es bueno acostumbrar a la gente a eso.

Ya de sábado acudí a comer con la familia, que la semana que viene estarán ausentes para sus habituales vacaciones de playa. En esta ocasión he decidido no acompañarles, aunque van a un nuevo lugar, ya que al final termino aburriéndome soberanamente en compañía de mis padres y tíos. Después de la comida decidí estrenar la piscina, donde estuve en compañía del “barbas”, y el socorrista Victor que vuelve a trabajar en nuestra comunidad. Charlamos un rato, hasta que volví a subir, tras estrenar una toalla de playa nueva que me había regalado mi madre. Ya por la noche volví a salir, aunque estaba verdaderamente cansado. El bar no estaba demasiado lleno para ser sábado, ya que el buen tiempo tenía a toda la gente en la calle. Curiosamente, apareció por allí Miguel, del antiguo bar. Estuvimos charlando, y me sorprendió su postura de que debía haber seguido en contacto con el bar de José y Pedro. No podría estar más en desacuerdo, y así se lo hice saber. Uno no gasta dinero para aburrirse y sentirse rechazado. Ese es uno de los cambios en mi vida de los que no puedo estar orgulloso de haber llevado a cabo. Miguel se mostró bastante comprensivo en lo relativo a mi decisión, aunque mantenía que debía ir de vez cuando, y sé que no lo haré. Dejamos la conversación de lado, y de todas formas debo reconocer que me gustó volver a verle. Stefan estaba particularmente pesadito, aunque en el fondo todos le hemos tomado bastante cariño. Por otro lado, Ángel ha vuelto con su ligue de tres días, al que nos presentó. Aunque me parecía muy afable, había algo que no acababa de convencer. Ya sumamente agotado, opté por no ir a bailar e irme a dormir.

Ya el domingo, fue el día de la gran conversación mencionada. Miguel nos comentó a Juan y un servidor que Ángel le había pedido en el orgullo, y había tenido lugar un cabreo entre ambos. Al final, Ángel había decidido no marcharse. Juan y yo entendíamos que hay cosas que Ángel no hace bien, pero le hicimos saber a Miguel lo que considerábamos que él había hecho mal, véase eurovisión o su actitud en el último puente. Sin embargo, fue una conversación improductiva, el sigue “erre que erre” negándose a entender las cosas, aunque se mostrara receptivo de forma aparente. Tampoco quise insistir mucho, porque cuando alguien no quiere aceptar ayuda, y está acostumbrado a escuchar siempre lo que quiere oír, hay poco que se pueda hacer. Por otro lado, tampoco quiero arruinar una amistad, al meterme en asuntos que en el fondo no me incumben. Al llegar a casa, me esperaba un mensaje de agradecimiento, pero en el fondo yo no necesito eso. Veremos cómo se desarrollan las cosas. No pude evitar pensar como las cosas han empeorado para el bar desde el fallecimiento de Raz, y es que hay veces en las que vida se empeña en hacer la puñeta.

 

Saludos