VICTORIAS E INDIFERENCIA
(ENTRADA 441)
Parece increíble, pero a punto de finalizar el mes de mayo, y comenzar el de junio, el mal tiempo ha regresado con lluvias y una bajada general de las temperaturas. La verdad es que el tiempo parece no querer cooperar, y personalmente estoy bastante harto de esto. Por lo demás ha sido una buena semana en general. Por lo demás todo se ha reducido a relativa tranquilidad, y un fin de semana de victorias para algunos e indiferencia para un servidor.
El lunes quedé de nuevo con mi amigo Juan para al cine. Inicialmente, Ángel iba a acompañarnos, ya que así lo habíamos decidido el viernes. Sin embargo, Ángel pareció enamorarse perdidamente durante el fin de semana, y se encontraba en una nube. Escribía en sus redes sociales sobre el amor, volver a sentirlo, haber encontrado la verdadera naturaleza del mismo… hasta que tres días más tarde el amor dejó de funcionar, como viene siendo habitual ante tanto sentimiento repentino. De todas formas, quedé con Juan y fuimos a ver “X-Men: Apocalipsis”, la cual aguardaba con verdadero interés desde hacía mucho tiempo. Una vez más Bryan Singer no decepcionó superando de nuevo sus trabajos anteriores. Sé que hay mucho purista que intenta encontrar defectos, pero a mí me encantó la película con creces.
El resto de la semana transcurrió con mucha tranquilidad, en la que finalicé ciertos trabajos que tenía pendiente, y continué yendo a nadar. La verdad es que el jueves me olvidé mi bañador favorito y un gorro en el vestuario. Para cuando regresé el viernes, no tuve la suerte de que hubieran sido encontrados. Debido a esto, el sábado tuve que ir a hacer compras, y reanudé mi vestuario de natación. El jueves opté por no salir, no me apetecía demasiado. Sin embargo, el viernes me animé a hacerlo y estuve en compañía de Juan en el bar habitual. El bar estuvo bastante animado y al cierre me animé a ir de bailoteo con Juan a la discoteca, que se encontraba celebrando su aniversario. Había bastante gente, pero la verdad es que yo no duré hasta el cierre, ya que estaba bastante cansado. Por allí estaba el otro Juan, así que los dejé acompañados después de echar unos bailes.
El sábado tocó comida familiar y las mencionadas compras. Se celebraba la final de la champions que se emitía en el bar, aunque opté por no ir hasta después. Afortunadamente para Santi, que estaba de los nervios, logró ganar su equipo. Zanos estaba celebrando su cumpleaños en el bar, escogiendo mal día para hacerlo. También hay que decir que había algunos habituales un tanto inusuales. Stefan también se encontraba allí, hablando tanto como siempre a pesar de tener un flemón. La verdad es que fue divertido ver a Santi de celebración, ya que nunca le había visto tan entusiasmado. Al cierre, Juan decidió ir a bailar, pero yo me retiré tras haber tomado un chupito de absenta que no me había sentado demasiado bien. Dormí de forma intermitente, ya que las celebraciones de la victoria futbolera se extendieron hasta las siete y media de la mañana, momento en que llegó el equipo. Es la hipocresía de siempre, para el futbol si se puede montar el ruido que sea necesario, hasta la hora que sea necesaria.
Ya de domingo quedé para comer cordero con mis padres, ya que mi hermano no acudía a la cita. Tras esto, decidí comenzar con un juego de “Juego de Tronos” que había comprado hacía ya tiempo, y que me había enganchado considerablemente. A pesar de esto, y de estar entretenido, pasé por el bar por Juan, y Ángel estaba de camarero. Nos reímos bastante, y por allí también se encontraba Adolfo, que acabó por venirse a mi casa por segunda vez.
Solo espero que con junio, venga el buen tiempo de una vez por todas.
Saludos
AMISTAD INESPERADA, DISTANCIAMIENTO ESPERADO
(ENTRADA 440)
Tras las celebraciones eurovisivas anuales, todo ha vuelto a una normalidad relativa. La semana también nos ha devuelto el buen tiempo, incluso el calor. Añadido a esto, he podido salir al cine, y he seguido con mis rutinas de natación. Sin embargo, me temo que ciertas relaciones continúan en tensión debido a la negativa por parte de algunos de aceptar posibles errores. Sin embargo, he logrado mantener cierta calma y aceptar que hay ciertas cosas que no se pueden cambiar.
La semana empezó muy bien, ya que salí al cine en compañía de mi buen amigo Juan, quien no deja de satisfacerme de forma positiva. Es cierto que ambos no siempre estamos de acuerdo en todo, pero el secreto de una sólida amistad es aceptar esas diferencias, y sobre todo mantenerse leal a un amigo. Esta es una cualidad que muchos han perdido, en su mayor parte debido a la comodidad de la imparcialidad. En fin, como Miguel nunca quedó con nosotros para ver la película, Juan y yo decidimos ir a ver “Capitán América: Civil War”, que nos dejó a ambos muy impresionados. Buena acción, muchas dosis de superhéroes, y una trama de lo más interesante y lógica. Marvel continúa teniendo la mejor representación cinematográfica; mientras que DC no logra sacar todo el provecho de sus excelentes personajes.
Durante la película, Ángel nos llamó a ambos, así que preocupados decidimos acudir a visitarle, pues estaba trabajando. Resultó que no era nada grave. Miguel y Santi le habían gastado una broma haciéndole creer que se estaban engañando mediante llamadas telefónicas. Una vez revelada la broma, Ángel estaba mucho más tranquilo. Tomamos algo con él, pero nos fuimos algo incomodos cuando tuvo una leve confrontación con un amigo suyo y su pareja.
El resto de la semana fue más tranquila, y continué acudiendo a nadar Llegado el jueves, ya me había embarcado en el proyecto de acumular más películas de temática gay para tener más material para mi blog. El viernes realicé un repaso más que necesario de mi casa y me animé a salir a tomar algo al bar. Allí conversé bastante con Carlos sobre Juego de Tronos, y me reuní con los Juanes y algún conocido más. Debo decir que mis pantalones cortos causaron bastante sensación. Había allí una despedida de soltero de varios tíos, de los que casi nunca van por el bar y aparecen ocasionalmente haciéndose pasar por grandes clientes. Tras el cierre, Miguel y Santi se fueron con ellos de fiesta, lo que me pareció bastante mal, considerando que habían estado fuera y podían acordarse y pasar algo de tiempo con los que siempre están ahí. Ángel, Juan y servidor nos fuimos a bailar a la discoteca del grifo, muerta como siempre. Tuve oportunidad de ligar, pero me pareció bastante complicado. Al portero le dio por saludarme como si no hubiera visto las pasadas semanas, pero decidí pasar del tema. La verdad es que bebí bastante, y regresé a casa bastante perjudicado.
Con mis padres de regreso, el sábado acudí a comer con ellos, tras lo cual hice la habitual compra. Estaba tan cansado al volver que opté por dormir una siesta y no acudir a nadar. También aproveché para arreglarme el pelo y salí una vez más. Pude ver a Oscar y sus amigos, y Juan apareció por allí una vez más para alegrarme la noche de nuevo. Ángel nos dijo que no iba a salir después, así que los dos fuimos a bailar de nuevo. Luego me molestó descubrir que había vuelto a ir con Miguel y Santi, quienes de nuevo pasaron de acompañarnos para ir a otro bar a ver a otras visitas casuales. La verdad es que Juan y yo lo pasamos muy bien y nos echamos unas buenas risas. Yo me retiré a las cinco para dormir algo.
De domingo, tras comer de nuevo con mis padres, fui a nadar. Sin embargo, estaba tan cansado que no rendí demasiado bien. Salí con Juan a tomar algo al bar, donde solo estaban Miguel y Santi. Encontré a Miguel distante, raro, aunque afable al mismo tiempo. Juan mantiene que debería hablar con él pero, si hay algo que he descubierto es que, no se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado.
Saludos
FIESTA EUROVISIVA 2016
(ENTRADA 439)
La verdad es que mentiría si dijera que no ha sido una buena semana. Lo que más la ha marcado, sin lugar a dudas, ha sido el Festival de Eurovisión que he celebrado por segunda vez en el nuevo bar habitual. Este año además he ido a ver las dos semifinales acompañado de mi buen amigo Juan. Antes de entrar en detalles, mencionar que Barei quedó en un vigésimo segundo puesto. Esto no me sorprendió pues, aunque la canción no estaba mal, sus bailecitos, vestuario y puesta en escena me parecieron horribles. Y que conste que no me importaba nada que cantara en inglés.
El martes tocó acudir a recoger los resultados de mis análisis. El colesterol lo tenía a 201, lo cual no está mal considerando que había descuidado un poco la dieta en las últimas semanas. El resto salió formidable, por lo que pude desentenderme de todo una vez más. Ya para celebrar, acudí con Juan a ver la primera semifinal del festival. De entre todas las canciones, la que más me gustó fue la de Hungría, que afortunadamente pasó a la gran final. Ese día, Miguel y Santi pasaron brevemente por el bar para despedirse, ya que al final se marchaban de vacaciones en el fin de semana más grande del bar. Una vez más, se confirma el más absoluto desinterés que tiene por el bar últimamente, a lo cual Santi está contribuyendo. Conocimos a un tío de Indiana muy atractivo, pero que desafortunadamente estaba atraído hacia Juan. La verdad es que hay ocasiones en las que la suerte decide no sonreír.
El jueves, Juan y yo acudimos a la segunda semifinal, en la cual no podíamos votar. La canción que más me gustó fue la de Irlanda, aunque en esa ocasión no hubo suerte y no pasó a la Gran Final. Juan trajo moscatel, y la verdad es que acabamos un poco perjudicados debido a la mezcla. Adolfo también pasó por allí, y al cierre Juan y yo nos quedamos un rato charlando con Angelito.
Llegado el fin de semana, mis padres partieron a nuestra ciudad natal, con lo cual tenía todo el tiempo libre disponible y posible. El viernes salí a tomar algo, y me encontré con ambos Juanes, y algunos habituales más. El bar no estaba demasiado animado, en parte porque muchos habían partido para el puente. De todas formas, me retiré pronto debido al día de gran celebración que nos esperaba el sábado.
Ya el sábado, acudí a comer y hacer la compra, adquiriendo varios sándwiches para celebrar el festival. A la nueve menos cuarto acudí al bar, y Juan se unió a mí rápidamente. El tío de Indiana estaba allí, pero toda la noche estuvo más pendiente de Juan que de cualquier otro. Reconozco que me dieron celos ante la situación. Poco a poco, fueron llegando algunos habituales más como Antonio, su pareja, Adolfo, y Estefan que venía celebrando su cumpleaños en compañía de Andrés. Nos echamos unas buenas risas, y observamos las votaciones que fueron bastante diferentes este año. Primero nos dieron los votos de los jurados, momento en que Australia llevaba la delantera. Después se añadieron los votos del público. Yo voté nuevamente por Hungría. Con los votos del público, la victoria recayó en Ucrania. En mi porra había apostado por Rusia, colocando a España en el puesto 23, y no el 22 que recibió. La canción ganadora de Ucrania no me entusiasmó, aunque probablemente influyó su mensaje en contra de Rusia.
Tras el festival, el Indiano siguió acosando a Juan y pasando completamente de mí, pero terminé por aceptar esa fatalidad. El bar decayó un poco tras el festival, quizás debido a que la gran mayoría eran extranjeros. También creo que Ángel falló al no poner más canciones del festival. De todas formas, está claro que todo hubiera funcionado mucho mejor con la presencia de Miguel, que estaba más preocupado regalándonos videos de sus diversiones en las redes sociales. Todos fueron a bailar, pero al haber estado tantas horas en el bar bebiendo, yo opté por retirarme a casa.
Ya de domingo tocó recuperarse un poco, aunque me animé a ir a nadar. También me enteré de que el Sporting de Gijón había logrado permanecer en primera. Tras eso acabé con el trabajo pendiente de mis blogs, y acudí de nuevo al bar. El Sonrisas apareció por allí, y la verdad es que creo que perdí la oportunidad perfecta de ligármelo. También perdí la oportunidad con un latino al que creo que le interesaba. Aparecieron Miguel y Santi ya de vuelta, pero pronto se retiraron. Mucho más tarde llegó Juan, quien me confesó que ya ha cumplido con su luto por Raz y el bar, y que se está planteando dejar de ir. No le puedo culpar. No me gusta la actitud que Miguel está manteniendo, y ya resulta imposible hacerle razonar para que no viva de fiesta perpetua. Ya cansado, me retiré al cierre. A pesar de las preocupaciones inevitables, debo reconocer que ha sido una buena y divertida semana.
Saludos
ATISBO DE COMPRENSIÓN
(ENTRADA 438)
Parece que a pesar de habernos sumergido en el mes de mayo, el tiempo ha decidido no cooperar. La verdad es que a estas alturas estoy bastante cansado de mal tiempo, frio y lluvia. Necesito que llegue el buen tiempo de una vez por todas. Por otro lado, el fin de semana incluyó algún reencuentro más que esperado, que no decepcionó en absoluto al mostrar cierto grado de comprensión.
Como he mencionado, el clima no ha acompañado durante la semana, con la excepción del martes y el miércoles, días bastante soleado. El lunes quedé con Carlos para uno de nuestros encuentros, que estuvo bastante bien. El martes me tocó a ir a extracciones, que como siempre fue una locura. Pero por lo menos fue algo que logré quitarme de encima de una vez por todas.
El miércoles por la mañana, recibí la visita de mi padre, que finalmente me instaló de nuevo la luz del hall. La verdad es que fue de agradecer, ya que llevaba casi un año sin ella. Por la tarde quedé con Juan para ir al cine, pues los planes del Capitán América se me habían ido al traste gracias al desplante de Miguel a favor de un maleducado, en fin. En teoría, Juan y servidor íbamos a ir el jueves a ver al cine, pero el último día de emisión de la que queríamos ver era el viernes. Acudimos a ver “Las Crónicas de Blancanieves: El Cazador y la Reina del Hielo”. La película no estuvo mal, aunque personalmente esperaba que fuera mucho más. Fue divertido comprobar como el cine estaba lleno de “primas”, todas acudiendo para ver a Chris Hemsworth.
Opté por no salir el jueves y tomarme el día en plan relax. Llegado el viernes, realicé una más que necesaria limpieza total de mi casa, así como una redistribución de los cómics de mis estanterías. Tras esto salí al bar habitual, donde se encontraban los Juanes, Adolfo, Santi y demás conocidos. Tras cerrar el bar decidimos ir a bailar al “Grifo”, donde la verdad es que nos desmadramos bastante. Bailamos sin parar, acabamos descamisados y a Adolfo le dio por besarme una vez más. La verdad es que bailé como hacía tiempo que no lo hacía. Incluso Ángel se quedó asombrado por mis dotes de bailarín. Ya cansado me retiré a casa a descansar, por lo que no hubo nada más con Adolfo, quien también se tenía que marchar.
La verdad es que el sábado estaba completamente agotado. Acudí a comida familiar multitudinaria, tras lo cual fui a hacer la compra semanal e incluso acudí a nadar. Para la noche, estaba francamente agotado. Sin embargo me animé a salir, ya que Antonio y José se habían animado a salir. Y ahí fue donde encontré esa comprensión que tanto añoraba. Al contarle a Antonio los eventos de los últimos meses, no me sorprendió comprobar cómo me entendía a la perfección. Su pareja no lo hizo tanto, pero es que Antonio siempre ha sido el más adulto de todos los que van por el bar. Stefan estuvo bastante desfasado, y hasta tuve que pararle los pies en un momento en el que se le fue la cabeza por completo. Al cierre los quedamos charlando un rato, pero no tardamos en retirarnos, agotados por completo.
De domingo volví a comer con mis padres, pero decidí no ir a nadar ya que estaba verdaderamente cansado. Por la noche me animé a salir a tomar algo. En el bar había un americano de Indiana bastante atractivo, pero se sentía atraído hacia Juan. Estuvimos allí charlando y viendo videos eurovisivos en preparación al evento de la semana que viene. Ángel me presentó a un amigo, y en general fue una buena noche, si bien tranquila. Por ahí andaba un imbécil que trabajaba en Ricks, y que nunca he soportado por sus aires de grandeza, pero no le presté gran atención. Con esto acabó una semana en cierto modo positiva. Ahora toca disfrutar de la semana Eurovisiva que nos espera.
Saludos
SINTOMAS DE EGOISMO
(ENTRADA 437)
Hay ocasiones en las que uno comienza a sospechar de la conducta de determinadas personas, pero por cariño decide pensar que bien puede estar equivocado. Sin embargo, y en mi caso, con el tiempo las cosas se suelen confirmar. Es el resultado de entrar en determinadas edades en las que nos percatamos de cómo son realmente las cosas. El puente inaugural de mayo ha marcado ciertas de esas conductas, que no me gustan mucho. El egoísmo es muy peligroso, y generalmente síntoma de exceso de valoración personal.
La semana transcurrió con normalidad, con la excepción de otro maldito trancazo que me ha dejado bastante varado. A pesar de esto, he seguido acudiendo a nadar y poco a poco me he sentido mejor. Quizás por ello opté por no salir hasta el viernes, tomando las cosas con necesaria calma.
El viernes me reuní con Juan, y acudimos a tomar algo al bar habitual. Estuvimos algo más cercanos a Ángel, quien nos comunicó que Miguel y Santi se marcharían antes del cierre a una fiesta. Este es el tipo de egoísmo al que me refiero. Uno no puede abandonar su negocio un puente y cargar a su empleado de trabajo, para poder irse de parranda. Añadido a esto, me enteré de que Miguel había quedado con su amigo borde para ver el estreno de “Capitán América: Guerra Civil”. Después de los desplantes del gilipollas ese, no se le ocurre otra cosa que premiarle y quedar con él para algo que había quedado con nosotros previamente. Efectivamente, Miguel y Santi se marcharon antes del cierre, y comprobé como unos clientes se marchaban alegando que el dueño del negocio parecía pasar de todo. No les quito la razón. Juan y yo charlamos del tema con Juan, ya los tres estuvimos de acuerdo en que se le estaba yendo bastante la pinza. Ya tras esto, opté por retirarme.
Después de comer con familia el sábado, acudí a hacer la compra y aproveché para comprarle un libro a mi madre por el día de la susodicha. También decidí comprarme unos juegos para la Play. Acudí a nadar, aunque no estuve a todo mi rendimiento, y empeoré un poco del trancazo. De hecho, estuve a punto de no salir, pero me animé a hacerlo. Estuve en compañía de los dos Juanes, y el bar estaba considerablemente. No pude evitar fijarme en un jovenzuelo, treintañero, con greñas, cuerpo escultural y una gran sonrisa. Pero como siempre, me limité a observar, pues estaba bastante machacado. Ángel estaba bastante disgustado, pues Miguel y Santi habían decidido marcharse temprano otra vez para ir a otra fiesta. La verdad es que Juan y yo nos quedamos sumamente alucinados. Como yo no estaba muy allá, me retiré antes para descansar un poco.
Finalmente, ayer fue el día de la madre, con lo que acudí a comer con la familia una vez más. Tras esto, instalé la nueva tapa de mi water, que ya había llegado. La verdad es que me pareció bastante sencillo y me quité otro trabajo de encima. La verdad es que me encontraba bastante mejor, con lo que animé a salir una vez más. Y una vez más, Ángel me comunicó que Miguel y Santi se marcharían al cierre sin quedarse a ayudar a limpiar para irse de fiesta. La verdad es que nos quedamos completamente anonadados. Stefan estaba algo pesadillo, pero en el fondo sigue siendo buena persona. Al cierre, Juan y servidor nos ocultamos para volver luego a tomar algo con Ángel. Carlos se nos unió. La verdad es que es una lástima que sea hetero, porque verdaderamente es puro morbo. Charlamos sobre el bar, y como las cosas han cambiado en el último año. Mentiría si dijera que Juan y servidor no estamos preocupados. No solo ha ido de fiesta todo el puente, pasando bastante de todo, sino que ha alentado las actitudes del borde de su amigo, y encima se marchará de más fiesta durante el fin de semana eurovisivo. Por lo menos sabemos que Jesús no estará de camarero, sino Diego. Curiosamente fue de las primeras personas que conocí en chueca, cuando hacíamos quedadas del portal web que había creado. Veremos cómo van las cosas, pero la verdad es que me estoy empezando preocupar. Santi no ejerce control alguno, ya que está tan colgado por él que se limita a decir que sí a todo de forma compulsiva.
Saludos
FORTALEZA DE LA SOLEDAD 