Archivo para marzo, 2016

RESURRECCIÓN SOCIAL

(ENTRADA 432)

 

Un año más llegó la Semana Santa, lo cual ha desembocado en una analogía curiosa pues también ha supuesto mi resurrección social. No todos los conflictos están resueltos, y es probable que algunos nunca lo hagan. Sin embargo, quizás esto sea indicativo de un nuevo y más adecuado comienzo que marque un rumbo más adecuado.

 RESURRECCION 28-3-16

Finalmente llegó el momento de volver a quedar con Miguel el martes para ir al cine. Santi también se apuntó, algo que me pareció estupendo pues el chaval me cae francamente bien. Sin embargo, no pude evitar pensar que el propósito de Miguel era el de quedar acompañado para evitar ciertas conversaciones.

Llegado el momento del reencuentro me comporté de forma natural, con ellos. La verdad es que en toda la tarde que pasamos juntos, lo que menos me gustó fue el hecho de que en ningún momento Miguel se interesara por lo que había pasado, o el desarrollo de los hechos. Esto sigue despertando ciertas dudas en mí acerca de su forma de ser, pero prefiero concentrarme en aspectos positivos de mi amistad con él. Vimos la película “Deadpool”, que me pareció simplemente formidable y verdaderamente divertida. Tras el film, regresamos a nuestras respectivas casas.

 DEADPOOL

Lo mejor de la Semana Santa es que la piscina se queda desolada. Prácticamente todos los días pude disfrutar de una calle para nadar solo. Ahora bien, me sorprendió que los pocos que acudieron a nadar, fueran excelentes nadadores. Me resultaba imposible seguir el ritmo de la mayoría de ellos. José siguió escribiéndome con la intención de quedar y charlar, pero la verdad es que no me apetecía nada, y no quería dar pie a malas interpretaciones. Ahora bien, el chico es considerablemente persistente. Ya el jueves, después de la habitual natación, me animé a volver al cine por mi cuenta. Fui a ver “Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia”. La verdad es que la película me defraudó un poco. Tardaba bastante en arrancar, y algunos personajes como el Batman de Affleck o el Lex Luthor me decepcionaron bastante. Sin embargo, el último fragmento del film me gustó bastante.

 BATMAN V SUPERMAN EL AMANECER DE LA JUSTICIA

Tras la película opté por nuevo look, decidiendo afeitarme la barba, que me tenía algo cansado. Tras esto, decidí animarme a acudir al Bar habitual, por primera vez en todo un mes. El bar estaba bastante animado, y debo reconocer que Ángel me recibió de forma muy cariñosa. También me encontré con otros como Stefan, Ramón, Fran u Oscar, que también me recibieron con cariño. Me encontré con Miguel, un conocido, en compañía de su colega Oscar. Aunque me dio la sensación de que este último flirteaba algo conmigo, la cosa se quedó en nada para mi gran decepción. Allí estuve tomando unas cervezas, hasta que ya cansado decidí por retirarme.

El viernes también me animé a ir por el bar, tras pasar por mi casa a recoger unos cómics y mis batidos energéticos para nadar. El bar estaba algo más flojo, y no duré tanto tiempo como el día anterior. Tampoco había demasiados habituales por el bar. Sin embargo el sábado fue más divertido. Stefan estaba por allí, aunque bastante alteradillo. También estaba Javier, pero considerablemente gilipollas y faltón. Conocimos a un chavalillo llamado Johnny, bastante majo aunque también perjudicado. Lo curioso es que nos estuvo haciendo cosquillas a Santi y a mí, con lo cual echamos unas cuantas carcajadas ante lo raro de la situación. Por otro lado, un seriamente perjudicado Stefan también estaba por el tal Johnny, quien terminó por rechazarle. Durante la noche también me encontré brevemente con la Tremenda, lo cual fue algo que me alegró, aunque iba acompañado de sus amigos para ir al bar antiguo. Tras unas situaciones un tanto cómicas, yo me retiré a descansar.

El domingo, Juan regresaba de sus vacaciones, junto a él, Miguel Santi y un servidor acudimos a echar una partida de bolos. La verdad es que hacía bastante tiempo que no me divertía tanto. La verdad es que todos nos echamos unas cuantas carcajadas. Tras dos partidas, en las que quedé tercero y segundo respectivamente, siendo Juan y Santi los campeones. Cenamos algo, y pasamos por el bar para tomar la última cerveza antes de retirarnos.

Así que en términos generales puedo decir que ha sido una gran semana, que parece haber marcado cierto retorno a la normalidad. Ahora solo queda ver como siguen desarrollándose las cosas.

 

Saludos


ENCUENTROS EN EL CAMINO

(ENTRADA 431)

 

Como no quiere la cosa, esta semana ha terminado conectando directamente con la Semana Santa, que este año cae bastante temprano. Aunque he seguido aislado del ambiente habitual, he tenido algún que otro encuentro. Uno ha sido con Juan, a quien no veía desde la semana después de la boda, el conflicto; y el otro fue el encuentro con la Rusa, Orlando y su pareja. El primer encuentro fue agradable; y el segundo encuentro no fue desagradable, aunque extraño.

 ENCUENTROS EN EL CAMINO 21-3-16

Durante la semana he seguido con las rutinas de natación, sin más novedad en ese referente. La verdad es que ya no veo a Greñas nunca, por la diferencia en horarios. Suelo coincidir bastante con un tío de cuerpo espectacular, que tras ducharse se somete a intensivas sesiones de cremas y tónicos por todo el cuerpo, así como el nadador de gorro británico, bastante atractivo pero al mismo tiempo seco. Hay otro chaval bastante atractivo, algo más joven, que una vez vi pasar por delante del bar habitual. También está el chulito que lleva traje de neopreno para nadar en piscina climatizada. Pero la verdad es que para ser un gimnasio, la gente es muy poco sociable. Suele dar envidia observar a las chicas, a quienes a menudo se puede oír hablando en el otro vestuario.

El miércoles quedé finalmente para cenar con Juan, reencontrarnos, y charlas sobre los últimos sucesos. Ambos coincidimos en que el bar había bajado de cantidad gente considerablemente, a excepción de los sábados. También charlamos sobre lo ocurrido, y para mi sorpresa se mostró muy comprensivo. Entre otras cosas, me había llevado una gran decepción, pues no había sabido nada de Miguel a la hora de volver a quedar para ir al cine. La verdad es que la conversación me vino muy bien, pero era consciente de que podía a recibir contactos de la gente, que no mostrarían interés de verdad, si Juan decía algo sobre lo que habíamos conversado. La verdad es que no andaba desencaminado, pues al día siguiente ya recibí un par de mensajes por parte de Santiago, y al poco Miguel volvió a darme cita para ir al cine a la semana siguiente. La pena es que ya no sé si es forzado, o es un verdadero interés en verme otra vez. Sin embargo, he decidido mostrarme positivo al respecto.

Llegado el fin de semana quedé con mis padres para comer, pues era el santo de mi padre, y el día del padre. De regreso un imbécil provocó que me cargara el retrovisor derecho del coche. En fin, que parecía no ser mi día. Tras comer algo, fui a tomar algo al Bar H, donde se encontraban los habituales más Chema, a quien hacía mucho tiempo que no veía. El domingo también tuve comida familiar. Tras ir a nadar un poco, regresé por el Bar H. Sin embargo, me lo encontré cerrado debido a averías, indicando que estaban en el local de enfrente. Allí estaban Luis y Manolo, y también pude ver a Paula y otros habituales. Aparecieron por allí la Rusa, Orlando y la pareja del último. Estuvimos tomando algo y charlando sobre viejos tiempos, y quiso la situación que la Rusa acabara por venir por mi casa, aunque la cosa tampoco estuvo como para echar cohetes.

De esta forma, acabó la semana que creo marca la base para regresar a las rutinas anteriores y abandonadas. Veremos cómo procede todo. Ahora toca disfrutar de la tranquilidad de la ciudad en plena Semana Santa, y sobre todo de poder disfrutar de la piscina sin aglomeraciones.

 

Saludos


DE TODO SE APRENDE

(ENTRADA 430)

 

Seguimos igual, sin ningún síntoma de que las cosas puedan ser igual que antes, aunque poco a poco y, solo como siempre, he ido saliendo de esta depresión pasajera. Es curioso pero si hay algo de lo que no aprendo nunca, es a fiarme de mis instintos. Generalmente, siempre han sido fiables pero resulta más alentador desatenderlos para poder tener esperanzas que nunca se cumplen. En fin, supongo que, como siempre, de todo se aprende.

 DE TODO SE APRENDE 14-3-16

Tal y como me temía, Miguel canceló el cine por estar demasiado liado. Me cuesta mucho creer que en dos días libres no tuviera un par de horas para ir al cine, y me parecía más bien que tenía planes mejores. Es curioso a la vez que decepcionante, pues uno se da cuenta y aprende que se pierde el tiempo ayudando a los demás, porque cuando las tornas cambian te conviertes en secundario. Me aseguró que pospondríamos el cine para la semana siguiente, pero si he de ser sincero no me lo creí. Realmente esperaba que las cosas tomaran otro giro, y verme de regreso en el Bar Habitual, pero me temo que voy a tener que descartar la idea.

Por supuesto, he seguido acudiendo a mis rutinas de natación, lo único que logra relajarme, aunque por horarios nunca coincido con Greñas. Últimamente no sé qué me pasa, me veo carente de atractivo alguno, y ese es uno de los factores que me han entristecido mucho en los últimos días. Pero a pesar de eso, sigo reforzando mis rutinas para no dejar que estos aspectos me devoren y me vuelvan a hundir. Siempre he mantenido algo, si hay algo que tengo claro es que siempre he dado más de lo que he recibido.

Al llegar el fin de semana recibí un mensaje de Ángel, en plan “se te echa de menos, bla, bla, bla…”. No cuela. Al parecer están planeando una comida, más particularmente fabada, y pensaban hacerla el primer sábado de abril, que da la casualidad es el cumpleaños de mi padre. Por ese motivo le dije que no podría asistir, y sigo pendiente de ver si cambian la fecha, algo que me dijo que se haría. Así que el sábado acudí a comer con mis padres, y pasé la tarde completando por fin mi álbum de cromos de “Star Wars”, que tenía pendiente desde Navidades. También fui a nadar, algo que repetí el domingo. Es curioso, pero observo que los fines de semana, en la piscina, acuden nadadores de nivel mucho más alto que entre semana. El sábado no salí en todo el día, y aproveché para comprar un regalo para mi madre, que le entregué al día siguiente por su inminente cumpleaños del martes. El domingo pasé por el Bar H, que fue un coñazo como era habitual. Estaban Luis, Manolo, David y algún que otro conocido más. Sin embargo, debo reconocer que el bar va cada vez menos conmigo. No me siento parte de él, y creo que nunca lo haré. Por lo menos, pude tomarme unas cervezas, tras lo cual regresé a casa.

Finalmente, recibí un mensaje de Juan, la única persona que se ha interesado por mí de forma sincera. Me aseguró que determinada gente preguntaba por mí, y que se me quería mucho. Mentira, todas esas personas a las que supuestamente les importo tienen medios para contactar conmigo, y sencillamente no lo han hecho. Algunos de ellos me han abrasado algunos fines de semana con sus tonterías, y simplemente han pasado. De todas formas, quedé en reunirme con Juan durante esta semana para charlar, ya que la verdad es que se lo debo.

Por otro lado, me he enterado de forma indirecta que Ab se va a casar en junio, algo que me ha dejado bastante tocado, acordándome de que una vez estuve a punto de empezar algo con él. Sin embargo, a pesar de estar aislado de todos, noto que sigo en mi proceso de constante mejoría.

 

Saludos


ALZANDOSE DE NUEVO

(ENTRADA 429)

 

Aunque poco a poco, he ido recuperándome de los disgustos de la semana pasada. Creo que hay ocasiones en las que aislarse de lo habitual es lo mejor que uno puede hacer. Además, se termina por aprender ciertas cosas, en particular quien te echa en falta y quién no. Evidentemente, Juan no me ha decepcionado, enviándome ocasionales mensajes para interesarse por mí. Miguel también me escribió, aunque en una sola ocasión, para quedar e ir al cine a la semana siguiente. Al margen de esto, nadie se ha interesado lo más mínimo en mi estado actual.

 ALZANDOSE DE NUEVO 7-3-16

Es cierto que esperaba algo más de Miguel, una amistad más profunda y un interés más sincero ahora que yo paso por un mal momento. Supongo que cuando las cosas le van bien a uno, es fácil olvidarse de quien intentó estar ahí. Aunque por lo menos, parece que es consciente de que algo me afecta, y quiere ir al cine. Ya veremos cómo se desarrollan las cosas por ese frente. José también me ha avasallado a mensajes, pero hasta un punto francamente agobiante. La verdad es que me da rabia, porque es un muchacho encantador y no puedo darle lo que probablemente desea. La mala suerte me acompañó un poco a nivel electrodomésticos, ya que la estupenda plancha de cocina que había comprado en verano se me estropeó. Por otro lado, la rutina de la natación ha seguido avanzando de forma positiva, aunque apenas veo a Greñas. Me acuerdo de la primera vez que fui a la piscina, día en que acudí a inscribirme. Ligué de manera casi inmediata con un chaval que me miraba, aunque estaba liado con la inscripción. Pensé que ocurriría más a menudo, y en tres años… no ha pasado nunca. Es cuanto menos curioso.

Llegado el viernes no salí, prefiriendo quedarme en casa para realizar una buena limpieza y trabajar un poco. Al día siguiente tuvimos la habitual comida familiar, a la que acudieron mi prima Lucia y familia, así como mi primo Pablo y la suya. La verdad es que la comida estuvo de lo más animada y nos echamos unas cuantas risas. Como había partida, dejé la compra para el día siguiente, y me animé a ir a nadar de nuevo, lo que me sentó francamente bien. Tras esto, decidí pasar por el Bar H, donde vi a Luis, Manolo y David y estuve tomando algo. Paula apareció con una tortilla para el personal, cosa que agradecimos. La verdad es que a pesar de que no encajo demasiado en el Bar H, el cambio de aires me vino bastante bien. Sin embargo, debo reconocer que me debí pasar bastante con las cervezas, porque nada más llegar a casa, y sin tocar la medianoche, ya estaba sobando en la cama.

Al día siguiente acudí de nuevo a comer con mis padres, y le entregué la plancha a mi padre para que intentara repararla. Con un poco de suerte lo logrará. Después fui a hacer la compra, y me animé a ir a nadar de nuevo. Me sorprendió que a última hora de un domingo hubiera tanta gente en la piscina. Solo logré nadar sesenta largos por culpa de un calambre que me dio en un dedo del pie izquierdo, pero agradecí haber ido. Regresé por el Bar H, donde estaban Manolo y David. El bar se petó de gente demasiado rápido, con lo cual estaba un poco agobiante. El camarero nuevo, tamaño armario, no me acaba de convencer. Hay momentos en los que parece divertido, por lo menos eso asegura Luis que es, pero en otro me parece que puede ser demasiado borde. Apareció por allí Paco, a quien hacía bastante tiempo que no veía, acompañado por el pirado del “ojos azules”. Sin embargo, no estuvieron allí demasiado tiempo. Tampoco yo duré demasiado, ya que tanto Manolo como David terminaron por desaparecer. Así termino una semana un tanto tranquila, y solo espero que las cosas vayan mejorando.

 

Saludos