Archivo para septiembre, 2015

EL TONTO DEL BOTE

(ENTRADA 406)

 

La verdad es que ha sido una semana un tanto complicada a nivel emocional. Es curioso, porque antes del verano había una serie de personas que me parecían interesantes, que esperaba conocer mejor o llegar a conocer. De tantas opciones, me daba la sensación de que había altas posibilidades de que al menos uno pudiera presentar una oportunidad. Parece que una vez más he demostrado ser el tonto del bote, aunque como siempre, encontraré el modo de seguir adelante.

 TONTO DEL BOTE 28-9-15

 Efectivamente, esto no deja de ser un homenaje a la gran actriz que fue Lina, ya que tras su fallecimiento, apenas la he mencionado. Quizás porque esta semana me he sentido un poco tonto del bote, es la razón por la que me ha venido a la cabeza. Siempre me cautivó como actriz de comedia, y sus personajes me recordaban a mí mismo, a menudo sintiéndose diferentes y poco apreciados, aunque buenas personas. Solamente me queda el final feliz que a menudo nos mostraba; pero la conclusión es que prefiero quedar como un tonto a perder ciertas ilusiones. Por lo menos se en qué estado me encuentro.

La semana comenzó de forma positiva, dentro de lo que es una rutina habitual. El miércoles fue día de cine. Ya había quedado con Miguel el fin de semana anterior, y al plan se nos unió Juan, quien se ha convertido en toda una sorpresa. Así que quedamos sobre las nueve, y nos dirigimos al cine. Cual fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos con la policía cercando el cine cerrado, así como varias ambulancias y coches de bomberos. Resultó que el techo de una de las salas se había desplomado sobre doscientos espectadores durante una proyección. A pesar de este imprevisto, habíamos quedado con bastante tiempo, así que nos dio tiempo a llegar a otro cine para poder ver la película que habíamos planeado ver. Vimos “El Corredor del Laberinto: Las Pruebas”. La verdad es que nos llevamos una muy grata sorpresa, pues la película nos pareció muy superior a la primera parte. También fue divertido, pues la película tenía algunas escenas de tensión y pude ver como Miguel y Juan se acojonaban bastante en algunos momentos.

 LAS PRUEBAS

Tras ver la película, me animé a ir al bar habitual a tomar algo con ellos, algo inusual en mí entre semana. Sin embargo, tampoco duré demasiado pues estaba algo cansado.

El jueves fue cuando me sentí especialmente como un tonto. Acudí a nadar como es costumbre, y una de las dos calles rápidas estaba repleta de nadadores lentos e ineptos. Para mi sorpresa, el monitor que siempre me ha gustado me paró y me señaló que pasara a la otra calle rápida. Yo le hice ver que estaba en una calle rápida, y me señaló que la calle intermedia estaba saturada. Resultado, los ineptos invaden las piscinas y acaban por tener preferencia con su paripé sobre los que vamos a entrenar en serio. Yo entiendo que no todos tenemos el mismo ritmo, pero que mínimo que dejar pasar a quien va más rápido cuando se llega a la pared, yo siempre lo hago. Pues no, en lugar de dar esa indicación a los lentos de la calle rápida, me tuve que cambiar yo, a otra calle igualmente señalada como rápida. Siempre había fantaseado conque el chaval y yo acabaríamos charlando algún día, nada más, y que chasco me llevé cuando fue por semejante injusticia. A pesar de que el viernes regresé a nadar, el evento me dejó muy alterado. Poco a poco, todas esas personas que en un momento me parecieron interesantes van quedando descartadas… y yo me siento como un auténtico tonto.

Sin embargo, con la llegada del viernes volví a salir por el bar habitual. Allí estuve en compañía de los Juanes, y es que los tres nos hemos convertido en una especie de trío de amigos inseparables en el bar. La noche fue tranquila, aunque con bastante gente, sin llegar al agobio. Por allí apareció el que he dado por denominar como Guaperas, que se quejaba ante Raz por no encontrar pareja, en compañía de sus amigos guapos. Tal y como Raz señalaba, seguía sin interesarse en conocer más gente, por lo que llego a la conclusión que hay personas que solo buscan ser adoradas. También aparecieron por allí, Eugenio y su amigo, aunque apenas tuve trato con ellos. Y ya cansado, me retiré una vez más.

Como es habitual, con el fin de semana llegaron las comidas familiares. Tras comer con mis padres y mi sobrina, acudí a hacer la compra, y regresé a casa. Acudí al Bar H, donde me encontré con Manolo, y se nos unió Luis, que ya había regresado de sus vacaciones por el norte. También le confié mis descubrimientos acerca de Serg, que no apareció por allí aquella tarde. Tras retirarme, acudí al bar habitual, que como es de esperar estaba hasta arriba, como ya es tradicional en sábado. Allí estaban Stefan, los Javis, Luis, Andrés, quien la verdad ya me empieza a cargar, y otras personas más. La verdad es que me gustó un chaval tímido que pareció acercarse al final de la noche, aunque estaba tan machacado que ya no opté por intentar nada.

Ya de domingo, intenté dormir un rato tras la comida familiar, y luego volví al Bar H. Allí me reuní de nuevo con Manolo y Luis, y en esa ocasión si pasó Serg por allí. A ellos les dio un par de besos y a mí la mano, aunque por lo menos de forma afectuosa. Sin embargo, tras una tarde sin grandes eventos me marché para ver como besaba a un tío que no me sonaba en la puerta del bar de enfrente. Yo cené algo y acudí al bar habitual. Allí tuve una larga conversación con Oscar acerca de relaciones, madurez y los problemas habituales que se pueden observar en el ambiente. Le hice saber que le veía más confuso e incapaz de aceptar los hechos de lo que parecía, y que algunos consejos y opiniones de sus amigos me parecían preocupantes. Poco después se marchó, y quedé en compañía de los Juanes. Apareció José el canario con el chico del que esta encaprichado, y tuvo que enfrentarse a unos cuernos monumentales del mismo con el loco que suele frecuentar el domingo por las noches. En fin, que quizás no sea tan tonto como he podido pensar en un principio.

Saludos


AUSENCIA DE MADUREZ

(ENTRADA 405)

 

La verdad es que la semana ha pasado con bastante rapidez, y ya noto que mi estado físico ha mejorado considerablemente, rindiendo cada vez en mi natación habitual. Sin embargo, en lo relativo a mi vida social, me he sentido bastante apático, llegando a obligarme a salir para relacionarme un poco. Y es que, aunque dicha vida ha mejorado considerablemente, debo reconocer que en ocasiones sigo sintiendo que no encajo, sumergido en una marea creciente de inmadurez.

 AUSENCIA DE MADUREZ 21-9-15

Como he mencionado, los entrenamientos han ido mejorando, aunque solo he coincidido en una ocasión con Greñas. Por otro lado, esta semana he estado un poco vago con la cocina, así que he estado yendo al italiano a comer, animando a probar nuevos platos que la verdad, no me han decepcionado nada. De esta forma, por lo menos la semana se me ha pasado con bastante rapidez.

Llegado el viernes, me animé a realizar una muy necesaria limpieza de la casa, y por la noche me lancé a salir. La noche en el bar habitual estaba animada, sin estar agobiante de gente como en otras ocasiones. Allí estuve de bailoteo con los Juanes, aunque debo reconocer que Rafa estaba particularmente pesado. Apareció por allí la pareja del chico delgado, y el del pelo largo, de cuyo nombre nunca me acuerdo. Era la primera vez que les veía desde el final del verano, y la verdad es que estuvieron muy majos conmigo. Ya cansado, opté por retirarme.

El sábado tuve de nuevo comida familiar. La verdad es que desde el final del verano, ir allí en coche es toda una aventura debido a que parte del centro está cortado al tráfico. La comida estuvo bien, y tras la misma fui a hacer la habitual compra. Me animé a ir al Bar H, aunque Luis no estaría allí debido a sus vacaciones. Sin embargo, Manolo si estaba allí, y pronto se nos unieron Chema y su amigo Lunes, al cual no veía desde hacía tiempo. Sin embargo, en cierto modo me irrita verle, ya que para no ser gran cosa, era uno de esos que habían jugado para luego no hacer nada. Tras un tiempo breve, me retiré a cenar algo y salí hacia el bar habitual, el cual estaba hasta la bandera. De hecho, me sorprendió ver como Raz hacia esperar a algunos clientes habituales en la puerta, lo cual siempre me ha parecido un error. Me encontré con Stefan, y aunque es un chaval que me cae muy bien, debo reconocer que siempre tiende a dejarme sofronizado con su verborrea. Así que agradecí ver a Juan por allí, ya que por lo menos pude charlar un rato con él, y rajar de determinados elementos que pululaban por allí. En particular me tocaba los huevos ver a una absurda enseñando el culo cada dos por tres, y enrollándose con un seudo cachas que solía ir por allí en tirantes. Por otro lado, también apareció José, pero en compañía de Ab, con quien no he vuelto a hablar desde nuestro encontronazo, y ser su títere hace ya algunos años. Quizás por eso siempre siento que no encajo en el ambiente, porque dentro de mis inconsistencias he logrado madurar, y madurez es algo que no veo ya por los bares. Por lo menos me pareció que al nuevo recoge vasos le había llamado la atención, y al final de la noche me marqué unos bailoteos con Juan. De vuelta a casa, llegué a llevarme un cumplido de un chaval que me declaró desear ser el cigarrillo que me llevaba a la boca. Pero ya agotado me metí en la cama.

De domingo volví a comer con la familia, y luego decidí echarme una siesta para descansar un rato. Regresé al Bar H, donde me reuní con Manolo. Por lo menos Sergi me saludó, y poco a poco voy cogiendo más confianza con Juanma, que me parece un tío de lo más divertido. Sin embargo, voy a reconocer que echo en falta a Luis, que por lo menos da un toque necesario de madurez al ambiente que allí se respira. Manolo se encontraba acompañado del pesado del Sueco, que la verdad puede ser muy cansino con sus lecciones moralistas. Al menos Sergi saludó, y le dejé el mechero en una ocasión que salía a fumar. Sin embargo la tarde estuvo poco interesante. Finalmente, acudí al bar habitual, donde estaba Miguel, acompañado de Raz y algún que otro habitual. Me molestó el detalle de Raz de quitarme el taburete en un momento que había ido al baño, pero decidí no darle mayor importancia. Charlé con Miguel sobre el muchacho que me gustaba del Bar H, y cual fue muy sorpresa al enterarme de que había participado en un reality. De hecho, en cuanto me lo dijo me di cuenta que efectivamente le había visto en el mismo. Esto me dejó algo rallado, pues fue como una confirmación de que no tenía que hacer nada con el chaval. A menudo muchos me preguntan por qué no tengo pareja. La respuesta es bastante sencilla, ausencia de madurez. A la edad que tengo, ya he desarrollado una idea clara de lo que debe ser una relación, con sus pros y sus contras, y al final lo que exijo en todo momento es madurez… algo que muy raramente puedo ver.

 

Saludos


OBSERVACIÓN Y DEDUCCIÓN

(ENTRADA 404)

 

La verdad es que esta semana he estado algo pachucho, nada serio, simplemente un pequeño resfriado que me ha dado algunas décimas de fiebre. A pesar de esto he seguido acudiendo a nadar, lo cual evidentemente no me ha venido mal. Poco a poco, voy recuperando la forma física perdida durante el verano. En lo relativo a mi vida social, tras varios meses de observación, he comenzado a sacar alguna que otra conclusión de lo más útil; y también he descubierto alguna que otra información valiosa.

 OBSERVACION Y DEDUCCION 14-9-15

Volviendo a la natación entre semana, ha sido algo complicado ya que como he mencionado estaba algo machacado por el resfriado. He coincidido algún día con Greñas, y la verdad es que sufro en el buen el sentido, porque debo reconocer que me tiene completamente loquito. Casi prefiero intentar no pensar en él, pero resulta complicado. Coincidí con él en la zona de calentamientos, y no puedo evitar admirar su cuerpo fibrado y perfecto, pero mucho me temo que como siempre me pasa con alguien que me gusta, seguiré suspirando desde la lejanía. Por otro lado, cruce un saludo con el monitor, y aunque me devolvió el saludo fue bastante seco, como su estuviera de mal humor.

Por lo menos, la semana pasó mucho más deprisa que la anterior, y antes de darme cuenta ya había llegado el viernes y estaba completamente recuperado. El viernes decidí no hacer una limpieza profunda de la casa, ya que tenía bastante trabajo acumulado. Por la noche acudí al bar habitual, donde ya estaba Miguel trabajando. Aunque había bastante gente, estaba un poco más flojo de la habitual. Se ve que la gente está empezando a recibir facturas de los gastos veraniegos, y tiene que controlarse un poco. A pesar de todo estuve con los Juanes, con quienes pasé un rato muy divertido bailoteando, hasta que ya cansado opté por retirarme a casa.

Este fin de semana mis padres ya habían regresado de las vacaciones en nuestra ciudad natal, así que volvían las clásicas comidas familiares. Acudí en coche para reunirme con mis padres, mi prima, mi sobrina pequeña, y mi tío, cada vez más consumido en el alzhéimer. Atrás quedaron aquellos días de nuestras reuniones familiares. Con la muerte de mi tía, mi primo, y la situación de mi tío, nos hemos quedado bastante desmembrados. Supongo que es inevitable aceptar el fatídico paso del tiempo. Durante la comida, recibí un mensaje de Carlos para quedar, y le hice saber que le daría un toque tras la comida. Tras comer, y hacer la compra habitual, regresé a casa para enviarle un mensaje, pero resultó que estaba liado con otras cosas. Así que decidí ir al Bar H, donde me reencontré con Manolo. Luis no había salido pues estaba en una boda. Por allí estaba también Chema, con quien charlamos un buen rato, y debo decir que poco a poco voy cogiendo más confianza con Juanma. Fue entonces cuando apareció por allí Carlos con un amigo. Yo pensé que después quedaríamos, pero otro amigo más apareció y Carlos se fue con él. Para mi sorpresa, el primer amigo que comunicó que era uno de los amigos del novio de Carlos. De esta forma, y tras tres años quedando con él, me enteré que Carlos tenía novio. La verdad es que me quedé muy sorprendido, y es que hay cosas que no comprenderé jamás. Después de cenar algo, fui al bar habitual, pero como todos los sábados, había demasiada gente. Pude conocer finalmente a Luis, quien ya me había enviado una solicitud de amistad durante el verano. Oscar estaba por allí, pero la verdad es que me he cansado de él. Parece que constantemente se lamenta por no encontrar el amor, pero pretende que siempre otro el que dé el paso. Luego me apartó de la barra para que un chico guapo pidiera una bebida, cosa que la verdad no me sentó demasiado mal. También me enteré que había tenido un proceder de lo menos correcto con, precisamente, Luis. Y es que con el tiempo y observando, es fácil terminar por deducir determinadas cosas. No es que el chaval me caiga bien, de hecho es majo, pero está claro que al final uno no deja de observar ciertos grados de inmadurez. Stefan también estaba por allí, pero particularmente hablador, y la verdad es que yo estaba agotado. Como el bar estaba demasiado lleno, opté por retirarme bastante temprano.

De domingo, acudí a comer de nuevo con mis padres. Casi todo el centro estaba cortado debido a la vuelta ciclista, pero como volví temprano de la comida, pude llegar a casa. Acudí al Bar H, donde si estaba Luis, en compañía de Manolo. La verdad es que nos echamos unas cuantas risas, y Sergi si saludó aunque de forma distante. Tras pasar un rato de charlas y risas en el bar, Carlos contactó conmigo, y acudí a su casa con una peculiaridad… se había mudado. La verdad es que ahora está algo más lejos, lo que me hizo pensar que esta temporada no nos veremos tanto. Además dada la información adquirida, me dio la sensación de que el cambio, bastante mejor en relación a su morada, no ha venido solo por su cuenta. Tras acabar con él, acudí al bar habitual, donde estuve un rato charlando con Miguel y bailoteando con los Juanes, uniéndosenos una choni bastante peculiar. De esta forma acabó una semana más, que ha aportado interesantes conclusiones e informaciones.

 

Saludos


LO ANTIGUO EN LO NUEVO

(ENTRADA 403)

 

Poco a poco me he ido reintroduciendo en la rutina una vez más. La semana ha supuesto un retorno a mis actividades deportivas, reencuentros con más conocidos, algunas aventuras y desventuras habituales, y alguna sorpresa. Sobre todo destacaría haber visto a algunas personas que hacía tiempo que no veía, procedentes del antiguo bar, y apareciendo en mi nuevo bar habitual.

 LO ANTIGUO EN LO NUEVO 7-9-15

Comenzando desde el principio, volver a la rutina de la natación ha supuesto todo un esfuerzo, y no ha sido hasta el jueves que he comenzado a notar una mejoría substancial. La verdad es que coincidido bastante con Greñas, que siempre saluda esbozando una sonrisa que acaba conmigo. También ha aparecido por allí el pequeño monitor, aunque le veo más serio de lo habitual. Al margen de todo esto, es agradable volver al deporte que tanto necesitaba ya. Uno de los días que volvía de nadar, me encontré con David del Bar H. Me saludó con una gran sonrisa, y me comunicó que había dejado de ir por el bar, ya que necesitaba un cambio de aires y se había hartado de mucho gente de por allí. Yo no quise insistir, pero me dio la sensación de que había tenido alguna movida. También aproveché para quedar con Luis el jueves. Aunque no me apetecía demasiado, fue cuestión de cumplir para que no tuviera que tenerle dándome la brasa durante las próximas semanas.

Llegado el fin de semana tocó limpieza de casa una vez más, y la verdad es que estaba bastante matado. Por la noche salí por el bar habitual, donde me encontré con Juan y Eugenio. Juan me comentó que al final Eugenio se había llevado al francés de la semana anterior, y la verdad es que eso me cabreó bastante, aunque decidí no darle más importancia de la necesaria. También estaba por allí Rafa, que estaba bastante pesadito. Por supuesto, también me reencontré con Miguel, que volvía a estar al frente del bar. La verdad es que bailoteamos bastante, y conocí a más habituales como el que denominaré Bohemio. Pero la gran sorpresa me la llevé cuando aparecieron por allí, Fabiola, Mística y David. Esto me sorprendió porque eran conocidos del antiguo bar, el cual no abandonaban nunca bajo ninguno pretexto. Y es que poco a poco, todos los clientes del antiguo bar acaban desfilado por el nuevo. Después de pasar una noche de lo más divertida, me retiré ya cansado pero contento.

Ya de sábado, pasé por casa de mis padres a recoger ropa, dejar unas sábanas y dinero para un paquete que tenía que recibir. Aproveché para comer en el VIPS de allí, y después fui al Corte Inglés a hacer mi compra semanal. También me compré un nuevo despertador, ya que el que había tenido durante décadas se había escojonado definitivamente. Ya de vuelta a casa acudí al Bar H, donde había quedado con Luis. Esto se debía que Manolo tenía turno de noche durante el fin de semana, y no podría salir. Luis me convenció para que fuéramos al bar al otro lado de la calle, ya que Sergi trabajaba allí. La verdad es que el chico es adorable, pero en cuanto apareció un amigo suyo, o lo que fuera, y nos dejó completamente abandonados. La verdad es que el detalle fue bastante feo, y es que en muchas ocasiones la gente no es consciente de que está en el trabajo. Luis también se quedó bastante desencantado. Yo regresé a casa para cenar algo, y después acudir al bar habitual, donde me encontré con Estefan. También estaba allí Andrés, que estuvo particularmente pesado, y Eugenio se retiró pronto porque en el bar había demasiada gente. Volví a sorprenderme cuando Fabiola apareció por el bar con Orlando, su pareja y Maggie, otros habituales también del antiguo bar. Me pareció demasiada coincidencia para algo sucedido por segundo día consecutivo. También pude ver como un guaperas habitual, bastante creído, se lamentaba ante Raz de que no ligaba en el bar. Raz estuvo muy bien indicándole que tal vez debería abrirse más a los demás. Ya cansado me retiré a dormir.

Ya de domingo comí en la pizzería de al lado de mi casa, y por la tarde acudí al Bar H de nuevo con Luis. Sin embargo, el bar estaba bastante raro, como si todos los freakies hubieran decidido acudir al mismo tiempo. También apareció el guapo del pelo largo, aunque Luis y yo coincidimos en que tiene toda la pinta de ir a lucirse más que otra cosa. Sergi estaba trabajando en el bar, pero a mí ni me saludó. Tras dejar a Luis fui al bar habitual, donde acabé charlando con un chaval de Colombia, curiosamente también llamado Oscar, al que había visto muchas veces en el antiguo bar y que siempre me había gustado. Aunque el chaval era más que rarito, acabé llevándole a mi casa, donde la verdad es que me sorprendió bastante, sobre todo considerando que un servidor estaba agotado. Terminó por marcharse a las cinco de la mañana, y yo me acosté completamente agotado.

La verdad es que hoy lunes fue un día complicado, porque apenas había dormido y estaba completamente machacado. A pesar de eso, acudí a nadar y me sorprendí a mí mismo rindiendo considerablemente bien.

 

Saludos