Archivo para julio, 2015

CUANTO MÁS CAMBIAN LAS COSAS…

(ENTRADA 397)

 

El verano continúa con un tiempo más bien inestable, pero me voy adaptando a las rutinas que conlleva. Los días de mal tiempo están predominando, pero intento aprovechar al máximo los que nos conceden muy buen tiempo. Al margen de esto, el fin de semana marcó el aniversario de la muerte de mi tía; y al salir por el ambiente me acordé del dicho de que “cuanto más cambian las cosas más permanecen igual”.

 CUANTO MAS CAMBIAN LAS COSAS 27-7-15

Quien parece estar disfrutando mucho es mi padre, algo de lo que sinceramente me alegro mucho. Ha salido a pescar varias veces y siempre ha tenido éxito, consiguiendo varios bonitos. Por otro lado, a mi madre le ha dado por organizar alguna que otra comida en casa durante la semana, algo que no sucedía en décadas. No recuerdo la última vez que habíamos comido en la mesa del cuarto de estar por última vez. De hecho creo que la última vez fue alrededor de dos décadas atrás. Volviendo a la pesca de mi padre, como ha tenido bastante suerte les guardamos un buen ejemplar para Bea y Pablo, quienes vinieron por casa el martes para recogerlo. Llegaron con los niños, y mientras Sara tuvo un arranque de timidez y llorera, mitigado por un helado a manos de mi madre, Nico se mostró curioso visitando mi habitación. Después fuimos a tomar algo a un bar, y acabamos por retirarnos temprano.

El miércoles hizo un día extraordinario, con lo que cogí la bicicleta y me dirigí a mi playa habitual para pasar una mañana formidable. Incluso llegué a llevar lectura, aunque curiosamente acabé con alguna que otra quemadura en la espalda, algo sorprendente porque ya estoy considerablemente moreno. Eso me dejó bastante varado, y no he podido volver a la playa, aunque el tiempo tampoco ha colaborado. Ya de jueves, me decidí a ir al cine de nuevo. Todavía no me acostumbro a ir a los cines de las afueras en coche. Es curioso, pero aunque agradezco el cambio y la calidad de los cines de los afueras, no dejo de echar de menos los cines del centro de la ciudad. En esta ocasión fui a ver “Terminator: Génesis”, que no estuvo nada mal.

 TERMINATOR GENESIS

Llegado el fin de semana, fue la ocasión de salir una vez más, y me dirigí al bar de Mónica. Allí conocí a un tío llamado Juan, y otro llamado Moncho, que participaba el domingo en la exhibición aérea de mi ciudad natal. Estuvimos de charla un buen rato, y se nos unieron dos paisanas de avanzada edad, una de ellas bastante cargante. Juan también me pareció ser algo listillo, pero como de costumbre hice de tripas corazón y pasé bastante de todo, aunque en el fondo no era mala gente. Después pasé por el bar gay, bastante matado como era costumbre, donde me encontré con Rubio, y pasé un rato viendo el espectáculo que había. Una de las artistas me pareció bastante buena. Ya cansado, opté por retirarme.

El sábado comí fuera con mis padres, tras lo cual me pegué una buena y necesaria siesta. Salí de nuevo al bar de Mónica, donde había quedado con Ramón. Al final se nos unió Juan, con quien estuvimos charlando y pasando un buen rato. Ramón y yo partimos al bar de ambiente, donde nos encontramos con varios conocidos. Sobre las cinco de la mañana, el bar se llenó de chavales jóvenes, muy guapos… y muy, pero que muy estúpidos y engreídos. Esto me demostró que cuanto más cambian las cosas, más siguen igual. Me parecía lamentable ver como gente como Rubio u otros de avanzada edad babeaban por ellos con descaro, como si estuvieran desesperados. Apareció también un tío canoso que había conocido años atrás, y que se había musculado considerablemente. El chaval parecía bastante crecidillo, y llegó a descamisarse, pero me dio la sensación de que de vez en cuando me miraba. Ya a la seis de la mañana, opté por retirarme

De domingo me despertaron los putos aviones de la exhibición aérea. Fui a comer con mis padres, tras lo cual me di una necesaria siesta. Por la tarde salí a tomar algo con Ramón y Mónica, así como junto a otros conocidos. Después decidí pasar por el bar de ambiente, algo de lo que arrepentí, pues estuvo bastante patético, y encima Mario me dio la brasa un buen rato.

Ya hoy lunes, el día se presentó nublado, y aproveché la mañana para comprar unas cuantas camisetas frikis. Parece que mañana hará un buen día, y espero poder regresar a la playa.

 

Saludos


UN VERANO DIFERENTE

(ENTRADA 396)

 

Hoy hace una semana que llegué a mi ciudad natal para pasar mis vacaciones. Por primera vez en muchos años no estaba demasiado entusiasmado, ya que dejaba atrás cosas muy interesantes en el nuevo rumbo de mi vida. De todas formas, debo reconocer que agradecí escapar del espantoso calor de mi ciudad, algo que noté nada más llegar a mi ciudad. Ahora solo queda un mes y medio de salidas con los amigos, y excursiones en bici, pues este año no estoy lesionado como en el anterior.

 UN VERANO DIFERENTE 21-7-15

El viaje resultó bastante rápido, ya que siendo martes no había apenas tráfico. Como llegué sobre las cinco de la tarde, aproveché para ir a la playa a darme el primer baño del verano; y babear sobre un chaval tumbado cerca de mí, con barba castaña. Los dos días siguientes se tornaron nublados, y pronto me percaté de que iba a ser un verano diferente. Entre otras cosas, nos habían cerrado los cines del centro de la ciudad, lo cual era una considerable putada, ya que los que quedan están a las afueras y hay que ir en coche.

Ya el jueves le di un toque a Pablo, y mi reuní con él, Esteban, y los niños para tomar algo y ponernos al día. Bea estaba en una cena de paisanas. Otro cambio evidente, fue que no estaré para la espicha tradicional de verano, ya que regreso a Madrid el veintisiete de agosto, y la espicha es el día siguiente. La verdad es que eso me jodió, pues este año la han retrasado casi una semana. Tras tomar algo con ellos, me animé a coger el coche y partí al nuevo cine de las afueras, ya que era la única opción que me quedaba. La ida fue algo más complicada que el regreso, que se hace en un pis pas. Vi la película “Jurassic World”, que estuvo bastante bien.

 JURASSIC WORLD

Ya el viernes, me decidí a coger la bicicleta, la cual solo había usado en una ocasión el verano pasado. Éste año, ya que no puedo correr, decidí ir a la playa nudista por las mañanas, y por la mañana partí en rumbo a una playa que no visitaba desde hacía dos años. En uno de los paseos, dos caminantes tuvieron la amabilidad de sacarme la fotografía de más arriba, tras lo cual llegué a mi playa, o rincón de no pensar, a donde mi nueva bicicleta llegó por primera vez.

 UN VERANO DIFERENTE 2 21-7-15

El acceso estaba considerablemente derruido, y tuve que ayudar a una chica a sacar a su perro labrador atrapado en un altillo. Pasé una mañana de lo más tranquila, aunque me quemé un poco los hombros a pesar de estar ya bastante moreno. Ya de regreso, recibí un toque de Bea. En un principio íbamos a ir al Carmen a tomar algo, pero al final Santi y Natalia nos invitaron a cenar a su casa. Allá acudimos, y debo reconocer que pasamos una velada de lo más agradable, mientras todos los críos jugaban en el jardín de abajo. Sarita al principio parecía un poco seca conmigo, pero en seguida me la gané. Por otro lado, Nico me trataba como si hubiera estado viendo todas las semanas. Tras la cena, yo partí al antro gay de la ciudad, donde estaba el camarero de siempre, Juan y su marido, y el rumano de todos los años, con el cual sucumbí en un momento de debilidad. Tras un espectáculo de lo más cutre me retiré a casa.

Ya de sábado, llamé a mi buen amigo Ramón, con quien quedé en el bar de Mónica. Allí nos reunimos el club de sabios de todos los años, aunque José y Nicolás se iban al día siguiente a Barcelona para las clases de danza del chico. Vimos a varios habituales de la zona, hasta que Ramón y yo decidimos ir al antro gay. Allí estaban gente como Poli, Cholo, e incluso Toni, un tío con el que había salido en su día, hace ya veinte años, y al que encontré bastante estropeado. La verdad es que fue una noche bastante divertida, aunque me mosqueé bastante cuando un chapero me ofreció sus servicios, que rápidamente rechacé. Por lo general, algún que otro paisano me dirigió alguna que otra mirada deseosa, lo cual me hizo bastante gracia. Pero solo me entró un chaval bastante guapo cuando ya me iba de retirada, bastante machacado.

De domingo tocó la habitual comida familiar, tras lo cual eché una siesta reparadora. Por la tarde quedé con Ramón, Mónica y su amiga Teté para tomar algo. Fuimos al parador del parque, que la verdad es que tenía una terraza muy guapa y tranquila.

El lunes volví a coger la bicicleta para ir a mi playa rincón, donde me encontré con algún que otro conocido. De esta forma comienza un verano sin grandes expectativas, pero en el que espero poder renovar fuerzas.

 

Saludos


REFLEXIONES POSITIVAS DE FIN DE TEMPORADA

(ENTRADA 395)

 

Parece mentira, pero como quien no quiere la cosa, esta octava ha llegado a su final. Ha habido de todo, sobre todo en la segunda mitad que incluye la primera mitad de este año. Personas queridas nos han dejado, otras se han distanciado, pero por fin he tomado resoluciones de gran importancia. Por fin, me he puesto a mí mismo como prioridad en mi vida, y he tomado las decisiones necesarias para tomar un nuevo rumbo en mi vida, como si de un cometa se tratara.

 REFLEXIONES POSITIVAS DE FIN DE TEMPORADA 13-7-15

En el aspecto familiar hemos tenido nuestras dosis de tragedias, particularmente la pérdida de Esteban que tanto nos ha dejado tocados. Quizás por eso me he empujado a realizar los cambios que tanto necesitaba, y es que me ha mostrado que la vida puede ser muy corta y hay que dejar de lamentarse y disfrutarla al máximo, sin miedo a los cambios.

Uno de los cambios más positivos ha sido el de la natación, mi nuevo adoptado deporte. Mis visitas al gimnasio han sido productivas, aunque solo en el sentido deportivo. Hoy mismo, he visto a Greñas haciendo sus abdominales habituales, al que él no me ha visto cuando pasaba cerca de él. La verdad es que voy a echar de menos verle en el próximo mes y medio, aunque últimamente no coincidiéramos tanto. Por otro lado está el joven monitor, con el que apenas me he cruzado algún saludo, aunque siempre me ha dado la sensación de que había miradas.

Por otro lado está el nuevo bar, al cual ya puedo definir oficialmente como bar habitual. Este fin de semana ha sido el momento de las despedidas hasta septiembre. El viernes fue un día tranquilo en el bar habitual, donde pude ver a algunos conocidos. Oscar no estaba allí, ya que se había ido el fin de semana a la playa. Sin embargo, durante la semana me había sorprendido con un mensaje indicando que puede estar bastante interesado, y que esperaba conocerme mejor con el paso del tiempo. Pero habrá que esperar al regreso del veraneo para ver qué pasa.

El sábado fui a comer con la familia, y mis padres me informaron de que al día siguiente ya partirían a nuestra ciudad natal. Después de comer y pasar la tarde en la piscina me acerqué al “Bar H”, donde pasé un rato agradable charlando con Luis y Manolo. Lamentablemente no duré demasiado en el bar habitual, ya que estaba sumamente agotado. Me despedí de Stefan y Ángel, y me retiré a casa a dormir.

Sin comida familiar el domingo, opté por ir a nadar y comer algo por mi cuenta. Pasé por el Bar H, donde me despedía de Luis y Manolo tras pasar la tarde con ellos tomando unas cervezas. También admiré desde lejos al joven camarero Sergi, y charlé con David, aunque éste último desapareció antes de que pudiera despedirme. Terminé la noche en el bar habitual, donde vi a Gabriel y Pedro, del antiguo bar. También pude ver a Juan, y me hice una foto de despedida con Miguel y su pareja. Ya bastante cargado de cerveza opté por retirarme tras despedirme de todos.

Hoy toca cierre, ya que mañana parto a mi ciudad natal. Siempre me ha gustado la alegoría de un tren en referencia a la vida. Durante el viaje se bajan pasajeros, y suben otros nuevos. Uno solo puede esperar que los nuevos pasajeros le acompañen durante el mayor tiempo posible. Lo único que sé con seguridad, es que por primera vez estoy deseoso de ver que me espera a la vuelta de las vacaciones.

 

Saludos


STARTIN OVER, ORGULLO 2015

(ENTRADA 394)

 

Un año más llegó la celebración del orgullo en Madrid, y la verdad es que me da la sensación de que el tiempo pasa cada vez más rápido. Para mí ha sido algo extraño, ya que por primera vez en casi dos décadas lo he celebrado en un nuevo bar, en compañía completamente nueva. Lo extraño no es negativo, y es que debo decir que ha sido todo lo contrario, aunque debo reconocer que estas masificaciones ya no van demasiado con un servidor. Pero bienvenida sea la celebración.

 

Rainbow flag flies in the Castro.

Por primera vez en mucho tiempo, salí todos los días desde el miércoles hasta el domingo, y debo señalar que lo me pasé mucho mejor los días entre semana que en el propio fin de semana. El miércoles pasé por el nuevo bar para charlar con Miguel y entregarle un libro que me había pedido. Tras tomar un par de cervezas acudí a cenar algo, y regresé después al bar. La verdad es que me quedé alucinado por la cantidad de personas que comenzaron a acudir allí, y en poco tiempo el bar hasta la bandera. Por allí acudió Ángel, con quien estuve charlando largo rato, y Oscar también hizo acto de presencia. Me señaló que no me había despedido de él el domingo, y yo le señalé que le había visto muy distante y que no le había querido molestar. Me sorprendió diciéndome que yo nunca le molestaba. Sin embargo, no tardó en marcharse. Sin embargo, lo pasé francamente bien. Bailotee con Ángel, charlé con Stefan y me sorprendí volviendo bastante tarde a casa.

El jueves la masificación siguió adelante. Antes de salir decidí cortarme el pelo, pues hacía demasiado calor y me agobiaba bastante. La verdad es que todos elogiaron bastante el nuevo look. Tuve una leve confrontación con el portero, que metía prisa a los que salíamos a fumar por cuestiones de aforo. Como creo que esas cosas hay que señalarlas, se lo comuniqué a Miguel, que me llegó a ofrecer la llave del almacén, aunque poco después puso solución al problema en cuestión. La noche siguió y me reencontré con Juan, quien había estado de vacaciones. Stefan también estuvo por ahí con su habitual verborrea.

El viernes comenzó la locura, y la cantidad de gente comenzó a dispararse. Miguel se vio en necesidad de más hielo, y allí acudí a recogérselo sin ningún problema. También charlé algo más con Oscar, aunque terminó por retirarse bastante pronto. Conflictos aparte, charlé bastante con el portero cuando salí a fumar, y la verdad es que es un chaval de lo más majo. Ángel también estuvo por allí, pero el bar estaba demasiado lleno para que nos marcásemos unos habituales bailes. Dioni también pasó por allí con algunos amigos de fuera, uno de ellos bastante “majo”. Sin embargo, tal era el agobio que opté por retirarme temprano.

Ya el sábado, el barrio se convirtió en un auténtico hormiguero. La verdad es que vino mucha más gente que el año pasado, y las calles estaban imposibles. Ya cuando salí a tomar algo me encontré con gente verdaderamente perjudicada. Opté por ni ir a la manifestación, pues hace ya unos años que tiene poco significado para mí. La tarde la pasé en la piscina de casa, relajado, donde el socorrista tuvo que lidiar con un grupo de gays que intentaron introducir una multitud en el recinto. Ya por la noche acudí al bar, donde la cosa estuvo demasiado agobiante. Uno de los amigos de Dioni iba disfrazado de marinero y me plantó un beso en toda regla, algo que lamentablemente pudo ver Oscar, aunque pareció tomárselo a risa. La cosa es que no me animé a nada más con el marinero, y Oscar desapareció de nuevo. Para cuando volví a buscar al marinero, también había desaparecido, pero en fin, así son las cosas a veces. Ya cansado me retiré, con bastantes ganas de que acabara tanta festividad.

El domingo fue como de costumbre, el barrio era todo un desierto después del descontrolado barullo de las fiestas. Pasé por el Bar H para saludar a Luis y Manolo, pero no tardé en marcharme para ir a visitar a Miguel, Ángel y Juan en el nuevo bar. Sin embargo, estaba tan cansado que me fui a dormir tras un par de cervezas. La verdad es que agradezco un retorno a la tranquilidad.

 

Saludos