Archivo para abril, 2015

ENCAJANDO

(ENTRADA 384)

 

A pesar de que el tiempo ha empeorado considerablemente, esta semana ha tenido aspectos muy positivos en lo relativo a mis interactuaciones sociales. La verdad es que el cambio ha venido justo a tiempo, y bienvenido ha sido. Por primera vez en mucho tiempo, tengo el presentimiento de que puedo encajar.

 ENCAJANDO 27-4-15

Por supuesto, la natación ha seguido adelante durante toda la semana. De lunes a miércoles me encontré con Greñas, y ahora siempre nos saludamos afablemente. Sin embargo, la segunda mitad de la semana no hemos coincidido nada. La verdad es que no ocurrió nada particular durante la semana, que transcurrió rápidamente.

Llegado el viernes me animé a salir al nuevo bar, el cual estaba bastante lleno. Miguel y su pareja me siguen tratando verdaderamente bien, y la verdad es que siempre tienen un ambiente muy animado. Si bien es cierto que cuesta acostumbrarse a nuevas personas, siempre he considerado que estoy dotado de la paciencia necesaria para ello sin problema alguno. El día anterior habían celebrado una fiesta de la Feria de Abril, y Miguel me invitó a varios rebujitos que me sentaron bastante mal.

El sábado fue el día en que logré avanzar de forma considerable en asuntos sociales. Primero fui a comer con mis padres como es habitual en los fines de semana, y luego a hacer mi compra habitual. Tras esto decidí pasar por el bar “H”, donde por primera vez conocí a varios de los habituales que acuden al bar. La verdad es que pasé una tarde de lo más agradable charlando con ellos, y parece que no tendré que limitarme a sentarme solo a tomar unas cervezas a partir de ahora. Después de cenar regresé al nuevo bar, y también charlé con un par de personas más, conociendo al nuevo portero que han contratado, quien resultó bastante majo. Al cierre del bar me dispuse a marcharme a casa, pero me crucé con dos personajes curiosos a los que conocía del bar habitual. Una chavala bastante pirada y su excéntrico amigo, que procedió a plantarme un morreo sin previo aviso para luego marcharse. En fin, cuando ya estaba en casa me dieron ganas de ir a una discoteca a donde Miguel y compañía se dirigían. Me habían invitado a acompañarles, pero inicialmente había optado por irme a casa. Me encontré con el grupo en la mencionada discoteca, y curiosamente no sé lo que hice para entrar sin que me cobraran. Aunque había gente, la sala no estaba llena. De todas formas, como ya había bebido suficiente opté por retirarme a casa bastante tarde.

Al día siguiente opté por no ir a comer con la familia para descansar, aunque fui a nadar y luego a comer algo por mí cuenta. Volví por el bar “H”, pero el día fue bastante malo con lluvias constantes, por lo que no había muchos de los habituales. Había un chaval bastante interesante, pero se retiró pronto. Tras esto acudí al nuevo bar durante tuvieron lugar varios sucesos interesantes. Primeramente llegó Dioni, quien inicialmente se sentó al otro lado de la barra, aunque finalmente decidió lanzarse durante una excursión al baño. La verdad es que la situación fue más bien extraña. Miguel puso varios videos eurovisivos que nos divirtieron bastante. Mientras salía a fumar, un tío me entró intentando que me fuera a casa y plantándome un efusivo beso. Sin embargo decidí no ir. Él no se acordaba, pero años atrás ya había estado en su casa, la situación me pareció curiosamente divertida. Las cosas siguieron sorprendiéndome, pues apareció por allí el Canario que había conocido en el cumpleaños de un amigo común, y me plantó otro efusivo beso. No sé si mis feromonas emitían algo especial, pero de nuevo me pareció gracioso. La verdad es que él tío estaba bastante borracho, y en un momento me dejó empapado de cerveza. Para compensarme me compró una camiseta del bar, y terminamos la noche bailando junto a otros de sus amigos. De esta forma pasé un fin de semana de lo más divertido, por primera vez en mucho tiempo.

 

Saludos


EL SALUDO

(ENTRADA 383)

 

La nueva semana se ha caracterizado por un paulatino descenso de las temperaturas, sobre todo el fin de semana que ha sido particularmente frío. Espero que sea algo pasajero, ya que empiezo a echar en falta el buen tiempo. Por otro lado, la semana me ha servido para percatarme de como cosas tan simples como un saludo y una sonrisa pueden disparar el buen humor en una persona. Las cosas más simples pueden otorgar gran felicidad.

 EL SALUDO 20-4-15

La natación ha sido muy satisfactoria esta semana, y he notado como voy mejorando considerablemente. He coincidido poco con Greñas, pero hubo un día en que me llevé una gran alegría. Yo ya salía de nadar y bajaba las escaleras para ir al vestuario, y coincidió con que el subía para ir a nadar. Nos miramos e intercambiamos el primer hola desde que coincidimos, con una sonrisa que casi provoca que me derritiera allí mismo. Sé perfectamente que es algo que no significa absolutamente nada, pero a mí me hacen ilusión estas tonterías, y prefiero sumergirme en mis propios sueños y fantasías. Hoy lunes he ido a nadar de nuevo, y de nuevo nos hemos vuelto a saludar con una sonrisa.

Por lo demás la semana transcurrió con tranquilidad, y disfruté del comienzo de la nueva temporada de “Juego de Tronos”. También quedé con Carlos el lunes, con quien pasé un buen rato. Llegado el fin de semana, me animé a salir el viernes. La verdad es que acudir al nuevo bar me anima bastante, y Miguel es de lo más detallista con un servidor. Me retiré temprano puesto que quería intentar coincidir en la piscina con el chaval de los sábados. Sin embargo, no hubo suerte y no apareció por allí. Nadar el sábado y el domingo fue toda una tortura, ya que la calle estaba invadida de gente demasiado lenta.

El sábado volví a salir, y en el nuevo bar había una fiesta de cumpleaños por lo que el local estaba completamente lleno de gente. No lo pasé mal, aunque es difícil hacerse a un nuevo bar cuando no conoces a sus habituales. Supongo que será una cuestión de tiempo. También me crucé con Dioni, quien parece tener un interés en servidor. Ya de domingo volví a comer con mis padres, con quienes estuve solo todo el fin de semana. Después regresé a casa y me animé a ir al “H”, donde la verdad es que lo pasé muy bien. Voy cogiendo bastante confianza con Juanma, y hay momentos francamente divertidos en el bar. También hablé con otro habitual, y un paisano mayor bastante habitual siguió intentando ligarme sin éxito. Curiosamente me hizo saber que tenía fuertes recursos económicos, lo que me hizo pensar que podía pensar que yo era un chapero… ante lo cual me reí bastante. La mayor sorpresa tuvo lugar cuando Paco apareció por allí con su amigo Enrique, aunque estuvieron poco rato. Hubo un momento en que Enrique flirteo conmigo, y llegó a besarme pero se marchó igualmente. Decidí pasar por el nuevo bar, donde me animé a plantarle un besazo a Dioni, aunque igualmente se marchó, para luego no dejar de mandar mensajes a Miguel preguntando por mí. Tanto Miguel como yo nos reímos bastante con la situación, y es que se lo había dejado todo hecho al tío. Supongo que hay gente incluso más torpe que un servidor a la hora de ligar. Sin embargo, a pesar de todas estas nuevas aventuras, me quedó con esos dos saludos que fueron lo que me alegraron la semana. Si el cuento tuviera un final feliz…

 

Saludos


VUELTA AL CAOS

(ENTRADA 382)

 

La vuelta a la rutina tras la Semana Santa ha sido un tanto caótica. Comenzando por mis incursiones de natación, la piscina vuelve a estar completamente llena, e incluso más de lo habitual, por lo que ha resultado bastante agobiante. La semana se ha hecho bastante larga, sobre todo al compararla con la anterior, tan llena de eventos.

 VUELTA AL CAOS 13-4-15

Volviendo a la piscina, he seguido cruzándome con el Greñas, aunque con tanta gente en la piscina, apenas ha habido contado. Sin embargo, sigue pareciéndome que en ocasiones establecemos contacto visual. Otra gran sorpresa es que el monitor se ha pegado un considerable rapado, que desde mi punto de vista no le favorece tanto. En cuanto a Octavio, le envié algún mensaje el martes, y aunque me contesto no parece tener más interés en un servidor.

Para ayudar a que la semana fuera más llevadera, decidí regresar un poco a la Play, y retomé un juego de Lego sobre las “Guerras Clon” que había abandonado hace unos años. En esta ocasión logré acabarlo por completo. Llegado el fin de semana, seguí con el cambio y acudí al bar que definiré como perruno, para no usar nombres, donde me encontré con Alfonso, un habitual del bar habitual. Estuvimos charlando sobre los cambios del bar habitual, y coincidimos en que no estábamos muy a gusto con los cambios que estaba experimentando. Uno de los dueños del nuevo bar también parecía estar de acuerdo con que los cambios llegaban demasiado tarde, a pesar de que todos apreciábamos a Pedro y José. DE hecho aparecieron varios clientes del bar habitual por allí, lo que veo como un mal signo. La verdad es que el bar estaba de lo más animado, y había algunos chicos verdaderamente guapos. Me va a costar acostumbrarme a ver chicos guapos de nuevo por un bar. Ya cansado me retiré a dormir.

Y es que el sábado regresé a la rutina de las comidas familiares, con lo que acudí a comer con mis padres, hermanos, primos y sobrinas. También aproveché para entregarle a mi padre su regalo de cumpleaños, un tomo enciclopédico sobre la pesca. Tras hacer la compra acudí al bar “H”, que estaba bastante lleno. La verdad es que me pasé bastante con la cerveza, con lo que cuando salí por la noche al Bar Perruno, no logré durar demasiado debido al cansancio. Esa noche, el bar habitual comenzaba con sus nuevos espectáculos, pero al final opté por no acudir allí. Ese mismo día me crucé con un chaval en la piscina, que suele acudir los fines de semana. Me pareció que no solo hubo un cruce de miradas, sino también una sonrisa.

El domingo volvió a aparecer por la piscina, pero estaba acompañado por un amigo, y se fueron antes. Acudí a comer de nuevo con la familia, ya que mis tíos paternos habían venido de visita para ver a su nieta. La verdad es que me sorprendió que la pequeña Paula deseara pasar bastante tiempo con un servidor. Después de la comida acudí al Bar “H”, pero tomé unas cervezas con mucha más moderación. La verdad es que pasé un rato divertido escuchando las ocurrencias de Juanma, y charlé algo con otro habitual de ese bar. Tras esto, acudí al Bar Perruno donde charlé bastante con Miguel, y dio la casualidad de que Vázquez apareciera por allí. Me informó de que al final Pedro y José abren un nuevo bar, en el que Pedro trabajara, y que el propio Vázquez ocupará su puesto en el bar habitual durante el fin de semana. Me pidió que fuera por allí, pero dada la actitud que ha tenido últimamente, sé que no lo haré. Ya cansado, me retiré a casa para ir a dormir, finalizando una semana de regreso a la rutina, aunque continuando con los cambios.

 

Saludos


EL RESULTADO DEL CORAJE

(ENTRADA 381)

 

Así como hay ocasiones en las que puedo parecer demasiado pesimista, ya que este blog no deja de ser un desahogo personal, debo reconocer que esta ha sido la mejor Semana Santa que he tenido en muchos años. Esto se debe mayormente a que por fin he tenido el coraje de efectuar algunos cambios radicales en mi rutina. Siempre me pasa lo mismo, me digo a mi mismo que debo cambiar de rutina y tardo una eternidad en tomar la decisión final. En ocasiones, el coraje tiene sus recompensas.

 EL RESULTADO DEL CORAJE 6-4-15

Debo comenzar señalando que ir a nadar esta semana ha sido una maravilla. Debido a que mucha gente se había ido de vacaciones, la piscina siempre estaba prácticamente vacía, y en ocasiones tuve una calle entera para mí solo.

Ya el miércoles decidí salir a tomar algo, y pasé por el bar habitual, que estaba completamente matado. Por lo menos pude tomar unas cervezas y charlar con Pedro, ya que había más frikis que otra cosa. El jueves salí de nuevo y el bar se animó bastante más, aunque por desgracia el nuevo estúpido Relaciones se empeñaba en convertirlo más en un bar hetero que otra cosa. Lamentablemente, a José parecía no importarle esto con tal de hacer caja. Por allí pasaron Mística y Girasoles, con los que estuve charlando y compartiendo el hecho de nuestro mutuo desagrado hacia el nuevo Relaciones. Lo que más me molestó fue que en determinado momento llegó con varias drag queens y chulazos de otro bar y nos hizo movernos de nuestro sitio en la barra para que pudieran ser invitados a un chupito y luego marcharse. Mientras tanto, servidor y sus amigos no recibieron ni una sola invitación en toda la noche. Diecisiete años siendo leal a un bar, y este es el resultado que obtengo. Molesto decidí marcharme, ya que también me sentí ignorado por bastantes conocidos. Tampoco recibí llamada alguna por parte de Vázquez en toda la semana, a pesar de que me había prometido hacerlo.

Así pues, el viernes me empujé a cambiar de rutina a la fuerza, a pesar de ser consciente de lo difícil que sería ir a bares donde no conozco a nadie e iba a sentirme bastante solo. Antes de nada, decidí hacer mi compra semanal para tener el fin de semana libre, y también aproveché para recoger mis nuevos pantalones vaqueros. Con todo un nuevo look, acudí al bar “H”, pero estaba demasiado lleno por lo que fui al bar de la acera de enfrente. Poco a poco se fue llenando, y la verdad es que había bastantes muchachos atractivos en el lugar. Apenas intercambié un par de frases con los presentes, pero el cambio fue agradable. Después fui al bar de la fiesta española, donde la verdad es que pasé un rato muy agradable. Además establecí contacto visual con un chaval que estaba bailando, y que acabó por pedirme el número de teléfono para mi gran sorpresa. Algo cansado, decidí retirarme a descansar.

El sábado noche regresé al bar de la fiesta, y allí apareció el muchacho de nombre Octavio, quien pasó la noche charlando conmigo y pasando otros ratos con sus amigos. El camarero Miguel fue esplendido conmigo, llegando a invitarme a dos cervezas adicionales. También me encontré con una pareja que había formado parte de mi grupo de teatro y con los que charlé un rato. Con el paso del tiempo, acabé besándome con Octavio, quien acabó por venirse a casa conmigo. Fue toda una sorpresa, y quizás una recompensa al coraje que había tenido cambiando de rutina.

El domingo estaba bastante hecho polvo, pero a pesar de ello fui a nadar en una piscina prácticamente vacía. Mi sorpresa fue que el Greñas también apareció para nadar. A la hora de marcharme, pues era tarde y no había comido, volví a tener la sensación de que ambos nos mirábamos, y la verdad es que es una situación complicada que no acabo de comprender. La verdad es que el muchacho me gusta una barbaridad, aunque me parece bastante fuera de mi liga. Quizás solo deba seguir con mis rutinas sin obsesionarme demasiado al respecto.

Hoy he vuelto a ir a nadar, pero la gente ha regresado y la piscina vuelve a estar llena. Sin embargo, me ha sorprendido lo he rápido que he sido a la hora de nadar. La monitora me ha saludado con una sonrisa, y de nuevo he visto a Jesús dando sus habituales clases. Y es que me ha parecido que también me miraba en ocasiones. Espero que el éxito de una gran Semana Santa no se me suba a la cabeza… bueno, la verdad es que nunca lo hace.

 

Saludos