Archivo para septiembre, 2014

TENSIONES FAMILIARES

  (ENTRADA 354)

 

Esta ha sido una de esas semanas que ha comenzado con gran positividad, pero que a su final me ha sometido a considerables dosis de estrés. Básicamente, el mayor problema ha sido generado por mi madre, que parece haber desenterrado de nuevo el hacha de guerra en lo que a relaciones familiares se refiere. Esto añadido a un encuentro fortuito con un gilipollas redomado mientras conducía ha convertido el final de esta semana en una auténtica pesadilla.

 TENSION FAMILIAR 29-9-14

Continuando con mi ánimo por mejorar físicamente, he seguido con mis carreras habituales, y la verdad es que el jueves fue el día en el que noté una clara mejoría, logrando hacer seis kilómetros sin necesidad de parar. Como ya tengo las zapatillas hechas trizas, también aproveché para encargar unas nuevas que he estrenado hoy mismo. Por otro lado sigo con la natación, aunque me lo he tomado con más tranquilidad. Creo que al empezar a usar tapones para los oídos, he notado una mejoría a la hora de la respiración, ya que estos no se me encharcan. La verdad es que el vestuario de las instalaciones a las que voy está más que reducido en lo que a tamaño se refiere. El mismo jueves me tocó al lado de un chaval de cabello negro y medio largo, de lo más atractivo. Mentiría si no admitiera que me alteró considerablemente. También aproveché para alquilar la película “Godzilla”, la cual me gustó mucho.

Llegado el fin de semana, comenzaron los agobios y las angustias. El viernes decidí darme un descanso, comer fuera solo y darle un buen repaso de limpieza a mi casa. Salí a tomar algo al bar habitual, que no estaba matado sino lo siguiente. No tardé demasiado en marcharme, pues a la una de la madrugada debíamos ser unas seis personas en el local.

El sábado fue el día fatal, en que acabé con el ánimo por los suelos. Partí en coche para comer con mis padres, y tuve que parar en una calle porque un tío iba caminando por el medio de la carretera. Le hice un gesto para preguntarle qué coño hacía, y al chulito de marras no se le ocurrió otra cosa que ponerse gallito y picar la ventanilla de mi coche de forma desafiante. Opté por seguir adelante, pero la verdad es que me cabreó de sobremanera. Para añadir sal a la herida, en cuanto me reuní con mi familia me percaté que mi madre ya estaba de nones. Solamente mientras tomábamos un aperitivo, tuve varias confrontaciones con ella. Tras la comida, mi madre decidió por enfrentarse a mi prima, ya que está en contra de la presencia de la cuidadora que han contratado para cuidar de mi tío, y que también había cuidado de mi tía. No voy a negar que la tal cuidadora sea estúpida, y que mis primos le hayan dado considerable confianza, sobre todo considerando que mis padres han costeado sus gastos. Sin embargo, mi madre no parece aprender que no debe meterse en asuntos ajenos, y que no puede estar vertiendo mierda por sus caprichos personales, aguando la fiesta a los demás en el proceso. La verdad es que estuve a punto de negarme a ir a comer con mis padres el domingo, pero mi padre acabó por convencerme. Esa misma noche regresé al bar habitual, pero estaba tan matado como el día anterior. Por lo menos pude estar de charla con Miguel, y mi amigo Javi apareció por allí tras celebrar las bodas de plata de su hermana. De todas formas, observo que mi relación con Vázquez se ha deteriorado bastante, y ya no tenemos esa conexión que teníamos antes del verano. Parece que está por volver con su marido jeta, y que no aprende nada de sus antiguos errores.

El domingo fue un día lluvioso, y me armé de valor para ir a comer con mis padres. Afortunadamente, mi madre estaba algo más tranquila, y mi padre se la llevara a Marbella una semanita. Espero que esto sirva para que venga más relajada, aunque ya empiezo a temblar ante la proximidad de las Navidades. Si ya de por sí las he detestado bastante en los últimos años, ahora me parecen una inevitable pesadilla.

 

Saludos


AFINIDAD CON VIEJOS AMIGOS

  (ENTRADA 353)

 

Esta semana he corrido bastante mejor, y es que además ha supuesto la primera semana en la que no he tocado el tabaco para nada. Sin embargo, de cuando en cuando me sigo agotando bastante. Supongo que la cuestión es continuar siendo persistente, y no descorazonarse. Aparte de esto, otros eventos han supuesto una comida en casa de mi amigo Javi, a la que asistieron nuestros amigos Ana y Fernando, a quienes no veíamos desde hacía bastante tiempo.

 IMG_1694

El mayor problema con mi entrenamiento es que no lo estoy disfrutando, me está costando seriamente recuperarme de los excesos de los últimos meses. En cierto modo esto es positivo, pues es lo que me ha empujado a abandonar el tabaco. Si esta lección pudiera ser la definitiva estaría muy agradecido a mi renovada fuerza de voluntad. El jueves hice mi carrera sin detenerme ni una sola vez. El esfuerzo fue extenuante, pero persistí bajando el ritmo y sin preocuparme de lo que tuviera que tardar. Por otro lado, estoy agradeciendo la natación porque me deja bastante relajado. Añadido a esto me fuerza a interactuar con otra gente, cambiar de ambiente y quedar sometido a la soledad de mi trabajo en casa.

El viernes decidí tomarme un descanso y quedé con mis padres, quienes ya habían regresado de Gijón. Comimos una paella en un restaurante al que a veces acudimos cerca de mi casa. Por lo menos mi madre me llenó de cumplidos acerca de la limpieza y orden de mi casa. Después de esto acudí a la tienda de tebeos que suelo ir, para hacerme al día con alguna colección, y de regreso terminé la limpieza de mi casa. Esta semana también he creado unos separadores mucho más adecuados para mi colección de tebeos, y la verdad es que he quedado más que satisfecho. Esa misma noche salí a tomar algo, y me encontré con Vázquez, José Luis y otros conocidos con los que estuve tomando algo, pero terminé por retirarme temprano.

Y es que al día siguiente quedé para comer con mi familia, ya que los fines de semana regresan a lo habitual de siempre. Mi madre estaba un poco cargante, pero opté por no preocuparme demasiado. Ya por la noche volví a salir, encontrándome con amigos como Miguel, y los mismos del día anterior. Vázquez acudió con algunos de sus amigos que tan poco soporto. Uno de ellos estaba bastante borracho, y acabó provocando varios incidentes llegando a escupir unos pétalos de rosa que había arrancado sobre mi hombro. Como ya no tengo tolerancia para estas cosas le paré los pies rápidamente. Por lo menos, otro de los amigos de Vázquez resultó ser bastante majo, lo cual fue toda una novedad. Tras incidentes y algunas risas me retiré temprano.

El domingo era el día en el que Javi había organizado la comida para servidor, Ana y Fernando. Los cuatro nos reunimos y pasamos un rato agradable comiendo en la terraza de Javi. Charlamos acerca de diversos temas, y Ana me preguntó por todos los amigos que habíamos tenido en común y que habían acabado por disgregarse. Una vez acabada la comida, Ana y Fernando se retiraron, y yo ayudé a Javi a recogerlo todo. Después decidimos ir al cine, donde vimos la película “El Corredor del Laberinto”, la cual nos sorprendió muy gratamente, pareciéndonos bastante interesante.

 EL CORREDOR DEL LABERINTO

Después de la película, acompañé a Javi a pasear a su perro Blacky. El pobre había tenido una lesión de cadera producida ante el intento de un mastín de montarle, y estaba bastante de bajón. Después del paso me retiré a casa, preparado para enfrentarme a una nueva semana.

 

Saludos


SUPERANDO LA TORTURA

  (ENTRADA 352)

 

Dentro de la tranquilidad del regreso a la rutina, esta semana ha supuesto toda una tortura en lo que al ejercicio se refiere. La verdad es que he vuelto a tener problemas de respiración otra vez, aunque sin el dolor de la lesión que sufrí anteriormente. Razonando las cosas, no me ha quedado otra conclusión de que ha llegado el momento de volver a dejar de fumar, y de forma definitiva. Así que la semana ha consistido en un intento de superar la tortura del agotamiento.

 SUPERANDO LA TORTURA 15-9-14

Aun así, al no tener lesiones, he optado por no echarme atrás y dejar de practicar ejercicio. Salí a correr mis seis kilómetros diarios, y si me era necesario parar para descansar en algún momento, pues simplemente lo hacía. Para ayudar al cuerpo a relajarme, he vuelto a retomar la rutina de ir a la piscina a nadar, ya que la mía ya está cerrada. Esta era una de las cosas que me había propuesto hacer el año pasado, pero en la que había fracasado miserablemente. Aunque había tenido varias distracciones como viajes y operaciones. Pero este año me he decidido a realizar un esfuerzo mayor.

Comenzar a nadar no solo me ha venido bien, sino que además ha aportado un cambio positivo en mi rutina. Por lo menos veo más gente aficionada al deporte, y quien sabe, a lo mejor hasta acabo por conocer a alguien diferente. De momento no me he sometido a demasiada presión al respecto, y simplemente hago treinta largos, parando cuando el cuerpo me lo sigue. Sin embargo, hoy mismo he percibido la recompensa de una semana agotadora a nivel físico, y es que he corrido y nadado mucho mejor. La semana también incluyó la muerte de Botín, con quien mi padre había trabajado durante largo tiempo. Otro gran evento fue que mi amiga y vecina Ana por fin se casó con su pareja, aunque yo no pude asistir. Recibí algunas fotos del acontecimiento, y al día siguiente la felicité cuando me crucé con ella en el edificio.

Llegado el fin de semana, me animé a salir de nuevo, pero sin excesos innecesarios que pudieran hacer que me arrepintiera. El viernes fue el día más tranquilo, y es que los viernes se han vuelto poco animados, quizás porque la gente se reserva cada vez más para el sábado. Simplemente tomé un par de cervezas y charlé un rato con José y Pedro. Llegó por allí José Vázquez con su habitual sequito de niñatos, pero me sorprendió ver como uno con el que flirteaba terminaba por optar marcharse temprano. Luego hay otro que se supone que canta, cuyo video ya ha logrado que pongan en el bar, aunque al menos este saluda. También me reí bastante con José, charlando acerca de un antiguo conocido que parece ser se ha introducido en el mundo del porno. La inmadurez no tiene límites.

El sábado fue un día bastante más agitado, sobre todo por las múltiples compras que tuve que realizar en el Corte Ingles. Me tuve que enfrentar a una dependienta borde, que a punto estuvo de no darme cambio para coger un carrito de la compra, después de que me gastara un pastizal en películas. Yo no sé si saldremos de la famosa crisis o no, pero que con tanto paro todavía haya que aguantar a bordes de cara al público, me provoca bastantes dudas acerca del futuro. Por lo menos acabé con todas las compras, y llegué a casa para encontrarme menos cansado de lo que podía esperar. Por la noche salí un rato, pero tampoco estaba la cosas muy animada que digamos. Como ya es costumbre, estuve charlando largo rato con Miguel sobre las últimas películas que habíamos visto. Pronto llegaron Vázquez, José Luis, y otros conocidos con los que estuvimos charlando durante largo rato. Al parecer, José se marchaba esta semana de vacaciones una vez más, y me despedí de él a la hora de marcharme.

De domingo, llamé a Javi para comer, pero una vez más fue imposible pues había quedado con su grupo de los perros. Así que me animé a visitar un italiano muy cerca de mi casa, donde comí unos buenos espaguetis. Por lo general, todo el fin de semana supuso un necesario descanso después de la agotadora semana a la que me había sometido. De esta forma, poco a poco estoy construyéndome una nueva rutina.

 

Saludos.


PARTIDAS INESPERADAS

  (ENTRADA 351)

 

Poco a poco he ido sumergiéndome en la rutina de mi vida en Madrid, y debo reconocer que me ha sentado bastante bien. Esta ha sido la última semana en la que mi piscina ha permanecido abierta, y también ha marcado una partida y el anuncio de futuras partidas bastante inesperadas. Al margen de todo esto, debo reconocer que me siento tranquilo y relajado.

 PARTIDAS INESPERADAS 8-9-14

En lo relativo a las carreras he comenzado a hacer los seis kilómetros y medio de un tirón, más que nada porque ya me he considerado preparado y recuperado para pasar a ese nivel. Los tiempos no han  sido muy buenos hasta la fecha, pero tiempo al tiempo pues la lesión que sufrí en esta ocasión fue considerable. Al volver de correr he aprovechado para bajar a nadar a la piscina, ya que era la última semana que la teníamos abierta. Así he ido recuperando un poco el ritmo, y espero que esta semana pueda añadir la natación a mi rutina.

Llegado el viernes estaba bastante agotado, pero reuní fuerzas para acabar con la limpieza de mi casa por la mañana. Por la tarde bajé a la piscina, pues era el último día de Edu y Sonsoles en la comunidad, ya que se mudaban a Lanzarote. Su hija terremoto estuvo en la piscina, pero ellos al final optaron por no bajar. Más tarde resultó que Edu se había puesto malo, pero a mí no convenció del todo esta historia pareciéndome una excusa. Independientemente de esto, se podía haber quedado durante toda la semana para despedirnos y tomar unas cañas. De hecho, la familia ha partido con alguna película de servidor. En fin, dejando aparte estas cosas debo admitir que se va a echar de menos a África en plan torbellino por la piscina. Después del día de piscina, me animé a salir a tomar un par de cervezas, pero la noche estaba bastante matada. Por lo menos pude ver a mi amigo Pedro, que ya estaba de regreso de sus vacaciones, y con quien estuve charlando un rato. Sin embargo, me retiré bastante pronto.

Ya de sábado tuve un día tranquilo, pasando la tarde en la piscina, donde tuve la oportunidad de ver a Asun, quien vino de visita. Por la noche alquilé la película “Divergente”, que me sorprendió muy gratamente, y de nuevo me animé a salir por la noche, estando todo algo más animado. Por el bar aparecieron muchos conocidos como la Fabiola, José Luis, Orlando, Manuel, la Rusa, y demás gente. También apareció José Vázquez con nuevos conocidos de Canarias, insoportables como es habitual en sus conocidos. Quiso la casualidad que a Carlos le diera por pegarme un toque, y me animé a acercarme a su casa para desfogar un poco, algo que no había hecho desde el mes de julio. Una vez acabé me acerqué de nuevo por el bar, y nos animamos a visitar el “Ricks”, que había vuelto a abrir sus puertas tras haber pasado por una remodelación. La verdad es que el bar les había quedado muy chulo, pero reconozco que me sentí muy fuera de lugar, como que no encajaba en un ambiente que se ha tornado cada vez más superficial para mi gusto. Tomé algo con mis amigos y me retiré a casa. Es curioso, pero cada vez disfrutó más de mi rutina entre semana que de los fines de la semana.

El domingo fue el último día de piscina en casa, intenté quedar para comer con Javi pero se encontraba en Torrejón. . Al final terminamos por reunirnos allí Jerome, Ana, Hugo, y Maxi. Rafa pasó brevemente a tomar unas cervezas, después de que arrojáramos a Carlitos a la piscina. Por cierto, que durante este proceso me realicé un corte accidental en el pectoral derecho, cosas que solo me pasan a mí. Fue entonces cuando Ana y Jerome nos comunicaron que se marcharan en noviembre, pues se trasladan para vivir a Estados Unidos. Me quedé un tanto sorprendido, pero aún más al saber que Hugo y Maxi también se marcharan después del próximo verano. Todo parece indicar que solo servidor y Rafa quedaremos en el edificio, de los habitantes originales. La verdad que para tratarse de alguien que no me cae del todo bien, la suerte no parece acompañarme en lo que se refiere a las compañías que me van a quedar en el edificio.

Ya hoy lunes he vuelto a salir a correr, y he aprovechado la mañana para cortarme el pelo, lo cual necesitaba hacer desde hacía ya bastante tiempo.

 

Saludos


COMIENZA LA 8ª TEMPORADA

  (ENTRADA 350)

 

Ya de regreso en Madrid, no puedo cejar en mi asombro al comprobar lo rápido que ha sido el verano. Ahora no queda otra cosa que encarar la octava temporada, en este caso sin demasiadas pretensiones. Si algo me enseño el periodo anterior al verano, fue que abandonar mis rutinas de ejercicios, aunque fuera forzoso por lesiones, solo me había empujado a una serie de noches sin sentido, aguantando a personajes que tienen más bien poco que ver conmigo.

 OCTAVA TEMPORADA

Los tres últimos días en mi ciudad natal vieron una mejoría del tiempo, que la verdad podría haber llegado antes. Por lo menos pude aprovechar dos días de playa completos. Durante uno de ellos disfruté de un largo paseo a lo largo de la playa y de un baño en la zona de la Escalerona. El día antes de partir la pandilla organizó una tarde de merendero que no estuvo nada mal. Fuimos al Camping de Deva que me sorprendió gratamente, ya que nunca había estado allí. Nos dimos un buen homenaje de sidra y comida para regresar a casa sobre las doce de la noche.

Ya al día siguiente, partí hacia Madrid en coche, y debo decir que tuve un viaje muy tranquilo y sin tráfico. Llegué a Madrid sobre las cinco de la tarde, y al subir la persiana vi a Ana, Carlos y otros vecinos en la piscina. Tras deshacer la maleta me animé a bajar a darme un baño. Sin embargo, nada más disfrutar de ese baño decidí ponerme manos a la obra con la casa. Durante el último mes no lo había limpiado, y a eso había que añadir el mes y medio de verano. Tras doras de duro trabajo, la casa quedó puesta a punto y opté por irme a dormir, porque si he de ser sincero, estaba agotado.

Ya el viernes tocaba repoblar la nevera, así que opté por coger el coche para ir al Corte Ingles y hacer una compra masiva para cargar un carrito y trasladarlo al coche. También compré unos recipientes con cochas para adornar la estantería del baño, así como algunas películas. También aproveché para llenar el depósito del coche y lavarlo. De vuelta a casa me crucé con mi vecino Jorge cuando iba a la piscina donde me pegué otro baño. Me animé a salir a tomar algo, pero no duré demasiado porque el bar habitual estaba matado. Saludé a José y me enteré de que Pedro seguiría de vacaciones hasta el martes. También vi a José Vázquez, con quien charlé un rato. Intenté quedar con él para cenar al día siguiente, pero tenía el cumpleaños de su amigo Miguel, aunque me dijo que pasarían por el bar después de la cena. Así que derrengado me retiré pronto.

Ya el sábado comencé con mi rutina de trabajo mientras vi algunas películas de alquiler. Salí por el bar, que estaba algo más animado con la gente del cumpleaños de Miguel. También pude ver a la Girasoles y Miguel con los que estuve charlando un rato. Apareció por allí Carlos, a quien saludé a distancia, y terminé por retirarme una vez más, pues no había más gente conocida. También aproveché el fin de semana para ver la nueva decoración del bar. Había partes que me gustaban bastante y otras que no me convencían demasiado, pero no cabe duda de que había sido un buen lavado de cara que el bar requería.

Ya de domingo, me levanté para ver un mensaje de Carlos, supuestamente contento por haberme visto por el bar. Quedé con mi buen amigo Javi para comer en un restaurante italiano y ponernos al día de los acontecimientos del verano. Me regaló una camiseta que había traído de Estocolmo, así como dos botellas de cristal que ya le había pedido antes del verano. Ya de regreso en casa me di un baño en la piscina, donde charlé con Ana y pude saludar a Edu y Sonsoles, que están a punto de mudarse. A quien sigo sin poder digerir muy bien es a Rafa. Por la tarde Carlos volvió a escribirme, y todo parecía indicar que íbamos a quedar, aunque al final la cosa no llegó a nada. Me había insinuado la posibilidad de quedar al día siguiente, pero sinceramente, no creía que fuera a estar con energías para ello.

Ya hoy lunes, he retomado mis carreras en el Retiro, que desde mi lesión de Costocondritis había tenido que abandonar. No me fue mal, pero debo reconocer que el calor era difícil de llevar. Así ha comenzado una nueva temporada, sin gran cosa que destacar, pero la verdad es que agradezco la tranquilidad y el regreso a la rutina.

 

Saludos