EL ARTE DE LA PACIENCIA
(ENTRADA 271)
Pues a punto de finalizar febrero, resulta que el invierno ha decidido volver a visitarnos, y me veo obligado a armarme de paciencia ante la bajada de temperaturas. Y es que si esta semana ha servido para algo, ha sido para recordarme lo mucho que aborrezco el invierno.
El caso es que por lo demás la semana fue tranquila. Sigo con mis carreras habituales, estando ya completamente recuperado, y ya llevo 312,5 kilómetros corridos este año. La verdad es que haber logrado dejar el tabaco, y haber regresado a mi rutina sana me ha ayudado bastante. Esta semana toca abandonar los chicles de nicotina, y a ver cómo sigue la cosa.
Sin embargo, lo de la gotera es ya toda una locura. La parte positiva es que los alquilados que viven encima de mí solo usan la ducha, y no la bañera, con lo que no me ha caído más agua por el momento. El problema es que el viernes subí a su casa para enterarme de que el propietario no había enviado a nadie. Así que de nuevo llamé al propietario del piso encima del mío. Este me indicó que había enviado a un fontanero… “pero que no debía de haber ido”. Me prometió que lo arreglaría, y que me llamaría el mismo viernes que le llamé… y no he vuelto a saber nada de él. Así que le voy a dar una semana más; si no hace nada autorizaré a mi seguro para que tome las medidas legales pertinentes para forzar esa reparación. Estoy harto de las humedades del techo de mi cuarto de baño, las cuales llevo sufriendo tres meses. La verdad es que he tenido que realizar un gran esfuerzo para no recaer en el tabaco debido al estrés que me ha causado esto.
Añadido a esto, el fin de semana fue un soberano coñazo. De nuevo me armé de paciencia para aguantar a la mayoría de los habituales de nuestro bar. Si tuviera que dar un premio a la más absurda de todas, tendría dificultades para realizar mi elección. La situación es sencillamente cansina. Por otro lado he acabado por aburrirme bastante de Luisito, quien no parece captar la indirecta de que no le responda a sus mensajes, y me avasalla con ellos. Estoy en ese estado invernal en el que solo me apetece estar en casa, leer y ver una buena película.
El único día decente de la semana fue el jueves, en el que quedé con mi buen amigo Javi para uno de nuestros habituales cinepizzas, que en esta ocasión fue un “burriking”. Vimos la película de miedo de “Silent Hill 2” y pasamos un rato bastante agradable.
Solo sé que quedan treinta y cuatro días para que cambiemos la hora, fecha en la que mi buen humor aumenta considerablemente. La verdad es que tengo muchas ganas de que vuelva el buen tiempo, y poder empezar a divertirme de nuevo.
Besoides
SAN CALENTIN 2013
(ENTRADA 270)
Después del caos del retorno de la gotera, volvió la calma, y que solo me queda esperar a que resuelvan el problema de una vez por todas. Por fortuna mi desliz con el tabaco no se repitió, y he logrado relajarme de nuevo. Una vez más llegado el odiado “San Valentín”, con lo que mi buen amigo Javi y yo celebramos nuestro habitual “San Calentin”.
Pero comenzando con la semana, la verdad es que hemos podido disfrutar de un tiempo excepcionalmente bueno. Con lo cual no me ha costado nada seguir adelante con mis habituales carreras, ya completamente recuperado. Por ello, ya llevo corridos 262,5 kilómetros en lo que va de año.
Llegado el jueves, quedé con mi buen amigo Javi, quien se vino a casa para que pudiéramos celebrar nuestro “San Calentin” de la mejor forma posible, con uno de nuestros habituales “cinepizzas”. Asín, que Javi escogió una película titulada “Magic Mike”, acerca de un grupo de chulazos que trabajan como strippers. La verdad es que la trama de la película no valía nada, pero pudimos ver a chulazos como Channing Tatum, Alex Pettyfer, Matthew McConaughey o Joe Manganiello entre otros. Javi se trajo dos tartas de chocolate blanco en forma de corazón, que si bien eran bastante horteras, no estaban nada mal de sabor. Llegado el momento en que Javi y Blacky, pues el simpático perro también se vino, partieron, sucedió el momento francamente divertido de la noche. Blacky ladró, ante lo cual un vecino, nada agraciado, de mi planta salió en calzoncillos a comprobar que pasaba. Javi y yo nos observamos aguantando la carcajada, y así finalizó la noche del jueves.
Llegado el fin de semana me animé a salir, pero la cosa seguía igual de floja en mi bar habitual. De verdad que cada igual aguanto menos a la mayoría de la clientela, me siento tan por encima de ellos que ya ni siquiera es divertido. Por otro lado, me resisto a probar otros sitios, porque ya he llegado a un punto en que me da verdadera pereza salir por ahí yo solo. De esta forma, debo admitir que mis fines de semana se están convirtiendo en bastante monótonos.
Hoy he vuelto a salir a correr, y me he cruzado con dos vecinos, uno de los cuales estoy seguro de que es gay, y que me ha analizado bastante detenidamente cuando volvía, cubierto en sudor… lo que debo admitir que me ha hecho sentir bastante bien.
Besoides
DESPUES DE LA CALMA, VUELVE LA GOTERA
(ENTRADA 269)
Cuando parece que las cosas se han solucionado, acaba uno descorazonado al descubrir que esto no es así. Me refiero a la maldita gotera, que ha vuelto a aparecer y, sin el yeso que la detenía, ha caído con ganas. Tal era la cantidad de agua, que tuve que atravesar el falso techo con un destornillador, para que el agua encontrara salida… y era bastante. De esta forma, una buena semana acabó de forma estresante.
Esto ocurrió ayer domingo, inmediatamente subí a ver mi vecina para descubrir que se estaba dando un baño, con lo que evidentemente, su desagüe o cañerías, siguen sin estar bien reparadas. Desesperado, llamé a su casero para descubrir que toda esta semana estará fuera de Madrid, pero me aseguró que el lunes que viene se pondría manos a la obra. A ver si es verdad, porque ya llevo sufriendo de esta historia tres meses en total, y la verdad es que ya estoy harto. Tan estresado acabé, que fumé unos cigarros, pero hoy de nuevo lo he dejado, al estar ya más calmado.
Una lástima de domingo, porque el resto de la semana me había ido muy bien. Mi rodilla ya está recuperada y comienzo a correr sin necesidad de la rodillera, llevando ya 212,1 kilómetros corridos este año. El viernes acudí a recibir los resultados de mi última analítica, y todo sigue muy bien en lo relativo a mi condición física. Ese mismo viernes salí a tomar algo, pero me retiré bastante pronto.
El sábado fue carnaval, pero la verdad es que este año no me había dado tiempo a preparar ningún disfraz. Mi buen amigo Javi recicló su disfraz de Campanilla, y nos echamos unas risas en nuestro bar habitual. La verdad es que cada vez se disfraza menos gente en Carnaval, lo que me parece curioso, porque al contrario, Halloween se va haciendo más y más popular. La verdad es que el bar estuvo muy animado, y nos retiramos cuando estaba a punto de cerrar.
Todo parecía ir bien esta semana, hasta la reaparición de la gotera el domingo. Afortunadamente, mi buen amigo me llamó para ir al cine, y acepté para desconectar un poco de tan fatídica tarde. Nos fuimos a ver “Mamá”, película que nos gustó muchísimo a los dos. La verdad es que no sé quién me daba peor rollo, si el fantasma de la madre, o la niña pequeña andando a cuatro patas. Lo que está claro, es que Nikolaj Coster-Waldau está de toma pan y queso.
Tras esto fui a beber unas cervezas, y fue entonces cuando cedí a fumar unos cigarros, aunque creo que ha sido una cosa excepcional, porque hoy ya no he fumado nada de nuevo. Pude pasar un rato agradable charlando con mis amigos David, José y Fermín. Esta semana me queda relajarme, y esperar a la siguiente para ver si por fin arreglan la avería de arriba.
Besoides
RAPADO INVERNAL
(ENTRADA 268)
La semana se ha caracterizado por un tiempo inusualmente bueno para haber sido la última de enero, y el comienzo de febrero. Sobre el mediodía he estado saliendo a correr, y la verdad es que por fin he notado como el dolor en mi rodilla iba desapareciendo sin tener el más mínimo incidente. Llevo 161,7 kilómetros corridos este año, y veinte días sin fumar. Añadido a eso, he pasado por un nuevo cambio de imagen.
El cambio más radical de esta semana se ha debido a que me hartado de lidiar con mi pelo largo, y me he regalado un rapado, que la verdad ha sido bastante bien recibido. No se cómo lo hago, pero siempre me rapo el pelo en pleno invierno. Sin embargo, creo que este va a ser mi aspecto definitivo, ya que es el menos complicado, y además despierta bastante aceptación. La verdad es que hay ocasiones en las que está bien sentirse renovado.
Sin embargo, también debo reconocer que últimamente me siento excesivamente solitario. Cada vez me cuesta más encajar con todo lo que me rodea, y me veo pensando a menudo en el pasado, y en como muchos proyectos se vinieron abajo. No me preocupa demasiado, ya que en parte soy consciente de que estos cambios de estados de ánimo me suelen acompañar bastante a menudo durante el invierno.
Por lo demás no he tenido más problema con la gotera, el yeso, y la madre que los parió a todos. En fin, que en ese sentido me he sentido bastante relajado.
Llegado el viernes, salí por mi bar habitual como es costumbre. Fue mi última noche con melena, y la verdad es que opté por retirarme.
El sábado fue el día del cambio. Por la mañana me rapé, y la verdad es que me sentí bastante liberado. La verdad es que no se si debe al cambio, pero salí con una inusual confianza en mí mismo, y se debía de notar, porque algunos de los nuevos visitantes de nuestro bar me prestaron bastante atención. El caso es que servidor triunfó, y por eso terminé por retirarme bastante pronto.
El domingo me animé a salir a tomar un par de cervezas tempranito. Conocí a un chaval llamado Javier, con el que charlé un poco, y después fui a un bar a ver un espectáculo de drag queens, que logró arrancarme unas más que necesarias carcajadas.
En fin, de esta manera ha comenzado el mes de Febrero, y ya solo quedan dos meses escasos para el cambio horario, el cual siempre recibo de buen humor. Quizás el comienzo tumultuoso de esta temporada, de un giro más positivo para su segunda mitad. Solo queda seguir caminando.
Besoides
FORTALEZA DE LA SOLEDAD 