Archivo para enero, 2013

CUESTION DE YESO

 (ENTRADA 267)

 

Todo parecía en calma, los vecinos de arriba habían arreglado la fuga que provocaba mis goteras, y todo parecía esperar a que el falso techo de mi baño secara para poder pintarlo y olvidarme del asunto. Sin embargo, el jueves me encontré con un goteo, eso sí, muy intermitente. Decidido a escarbar, descubrí que durante la construcción de mi edificio se habían dejado un saco de yeso entero en l hueco superior de mi techo, por donde pasaban las tuberías de desagüe de la bañera de mis vecinos de arriba.

 CUESTION DE YESO 28-1-13

A base de escarbar, saque al menos dos kilos de yeso completamente saturado de agua, y el papel en el que dicho yeso había estado envuelto completamente mojado. De ahí procedía la escasa gotera que permanecía mojando mi falso techo. Tras sacar fotos de la papilla de yeso que había extraído, por fin cayó un bloque de yeso con papel completamente sólido aunque húmedo, el cual se aprecia en la fotografía cubriendo toda mi mano. Hasta se podía leer la palabra “yesos” en el papel. Hoy mismo me visitó un enviado del seguro, el cual todo hay que decirlo, estaba muy bueno. Me confirmó que el yeso empapado era lo que había provocado goteras tras la reparación de arriba, y que ya no me quedaba nada por lo que preocuparme. Con lo cual tengo un problema menos. Después de la movida mañana, fui a comer paella con mis padres y mis sobrinas, quienes pararon por casa. Mi madre aprovechó para examinar a fondo mi casa, y dio su aprobación acerca del estado de limpieza de la misma.

Por lo demás, el resto de la semana estuvo bastante bien. El lunes, David me invitó a tomar unos vinos para celebrar su cumpleaños, algo que agradecí, ya que  por lo general la chusma de mi bar habitual no cuenta conmigo para nada. El martes quedé con mi amigo Javi para hacer uno de nuestros habituales “cinepizzas” en mi casa. Vimos la película “Dredd”, y la verdad es que nos gustó mucho. El jueves me tocó ir a extracciones para mi analítica, después de la cual acudí a lavar mi coche, pasando por mi primera experiencia a través del autolavado. El coche tenía restos de sal de mi viaje ida y vuelta a Gijón, con lo que me vino muy bien darle un buen lavado.

El martes me volvió a dar un trallazo en la rodilla cuando salí a correr en plena nevada. De todas maneras, este mes ya he corrido 111 kilómetros, lo que no está nada mal. También llevo trece días sin fumar, con lo que todo va según lo planeado.

Llegado el fin de semana, salí por mi bar habitual a tomar algo. Al salir de mi casa me crucé con un rubiaco que me dejo considerablemente alterado. Siendo el último fin de semana del fatídico mes de Enero y su consecuente cuesta, la cosa estuvo bastante floja, pero aun así pude echarme unas risas con algunos de los habituales que me caen bien. Ahora solo me queda relajarme después de mis problemas hogareños, los cuales espero hayan quedado atrás.

 Besoides


SEMAMA DE REHABILITACION

  (ENTRADA 266)

 

Pues esta semana se podría definir como la de rehabilitación por distintos motivos. El primero porque tras mi lesión navideña en la rodilla, he vuelto a tomar la actividad de correr; el segundo porque tras el estrés navideño familiar, he vuelto a comenzar la tarea de dejar de fumar, deseando que esta vez de verdad pueda conseguirlo.

 REHABILITACION 21-1-13

Comenzar a correr de nuevo no ha sido tan complicado como esperaba. Hago uso de una buena rodillera que ayuda a la rodilla a seguir el esfuerzo, y la verdad es que cada vez estoy mejor. Este año ya llevo 100,9 kilómetros corridos, y alguna mirada de atención me he llevado en el Retiro cuando he acudido allí a hacer ejercicio. Por otro lado, también he optado por intentar de nuevo dejar de fumar. La verdad es que estas navidades llevaba diez días sin fumar, pero el estrés de las distintas movidas familiares típicas de esas fechas, que por lo menos ya han quedado atrás, estropeó el intento. Así que por el momento llevo una semana sin tabaco, aunque por lo menos en esta ocasión estoy mucho más relajado, con lo que con un poco de suerte todo saldrá bien esta vez. Ya veremos. Llegado el viernes, lo primero que hice fue darle un considerable repaso  fondo a mi apartamento, el cual lo necesitaba seriamente. Ya sin humo en el ambiente durante la semana, debo admitir que todo ha quedado muy bien. Por otro lado, parece que los de arriba han solucionado su problema con el desagüe, ya que no he vuelto a sufrir de goteras.

El fin de semana salí un rato por mis bares habituales aunque la cosa estuvo muy floja, probablemente debido a que nos acercamos al final de la cuesta de enero, y las cosas están como están. Sin embargo, también creo que los propietarios de mi bar habitual no se lo están currando demasiado. El sábado estuve allí bastante solo hasta las dos, ya que los habituales habían acudido a un cumpleaños. Para cuando llegaron, con sus anfitriones, opté por irme a casa, porque la verdad es que estaba bastante fuera de lugar.

La comida en casa de mi amiga Ana el domingo fue cancelada. De todas formas, acudí con Javi, y nuestra pareja de amigos a tomar un café. La verdad es que nos echamos unas risas, aunque hubiera preferido estar tomando una cerveza o incluso una copa de vino. Así ha terminado una semana sin mayor trascendencia, y me imagino que siendo la próxima la última de enero, no será particularmente mejor.

 Besoides


RETORNO ESTRESANTE

  (ENTRADA 265)

 

El martes por fin llegué a Madrid tras un viaje de espesa niebla, y me establecí en mi casa una vez más. Sin embargo, lejos de relajarme, el regreso supuso una serie de situaciones estresantes, que he tenido que solucionar durante mi primera semana. Como mi rodilla todavía estaba resentida, aproveché mi convalecencia para dejarlo todo en orden.

 retorno estresante 14-1-13

El primer problema fue el regreso de las goteras. Lejos de solucionar el problema, que había surgido en Noviembre, mis vecinos de arriba habían optado por darse más baños. Durante mi ausencia, mi vecino se había pegado un par de baños, con lo que al regresar me encontré con dos manchas en el techo de considerable tamaño. De nuevo me dirigí a visitar a mis vecinos, quienes por fin se pusieron en contacto con mi casero. Este me visitó al día siguiente, y la verdad es que fue muy amable. Me explicó que el desagüe de la bañera de arriba estaba flojo, y que por eso me caía agua cuando la parejita se bañaba. Lo ha atornillado bien fuerte, y me ha dejado su número de teléfono para que contacte con él en caso de que vuelva a surgir cualquier problema. También me indicó que en cuanto el techo secara se encargaría de pintármelo.

En fin, otro problema surgió con un pedido de cómics que debía llegar de Estados Unidos, y que había sido retenido en aduanas. Tras llamar a aduanas y pelearme con los incompetentes de turno, logré que se pusiera en marcha y llegara por fin hoy. Otro problema surgió con mi ordenador pero también fui capaz de solucionarlo.

Por fortuna para cuando llegó el viernes, ya había sido capaz de poner todo en marcha, aunque debo reconocer que no era el regreso tranquilo que había estado esperando. Llegado el viernes salí por bar habitual donde me reencontré con varios conocidos, y varios por los que tengo poca tolerancia. La verdad es que no duré demasiado, ya que estaba bastante cansado. El sábado volví a salir, y me encontré con Javi, que había salido con su amigo Jesús, con el que me reencontré, y decidimos quedar el domingo. El sábado también apareció un grupo que venía de celebrar una boda gay. La pareja en cuestión es habitual del bar, o por lo menos uno. Este es un tío de unos cuarenta y algo años, que no ha tenido mejor idea que casarse con un chapero extranjero de veintialgo años, que al parecer no tiene intención de dejar dicha profesión. En fin, hay que ver los embolados en los que se mete la gente, pero haya cada cual.

Llegado el domingo, quedé con Javi para tomar un café y entregarle sus regalos de cumpleaños. Nos pusimos al día sobre todos los eventos,  y después fuimos a tomar algo, encontrándonos con nuestros amigos José Luis y Fermín. A pesar de esto, nos retiramos bastante pronto, y el domingo que viene tenemos comida en casa de nuestra amiga Ana, a donde iremos en mi coche.

Tras esto pasé la noche viendo las películas de “Tres Metros Sobre el Cielo”, y “Tengo Ganas de Ti”. Aunque no me parecieron gran cosa, debo admitir que lograron transmitirme un sentimiento de melancolía que me llevó a una época en la que las ilusiones parecían que iban a durar para siempre.

 Besoides


COMIENZOS ACCIDENTADOS

 (ENTRADA 264)

La verdad es que el principio del año ha dejado poco que desear. Se han confirmado varias cosas, pero sobre todo que no me gustan estas fechas, y que es un error pasarlas en Gijón. Lo único que tengo en mente en estos momentos es que mañana a estas horas ya estaré de vuelta en Madrid, y que por fin podré arrancar el año nuevo como es debido. En fin, que por lo menos he sobrevivido a lesiones y conflictos familiares varios, y ya se ve la luz al final del camino.

COMIENZOS ACCIDENTADOS 7-1-13

Cómo ya me pasó el año pasado, pasé la nochevieja en casa. Fui a cenar a casa de mis tíos por parte de padre, y la verdad es que la velada no estuvo nada mal. A la una de la mañana estábamos de vuelta en casa, y sin nada mejor que hacer acabé por acostarme. La verdad es que añoro aquellos años en que los amigos quedábamos a tomar algo en casa de mi amigo Pablo. Supongo que las cosas cambian con la llegada de la siguiente generación. Recibí mensajes de mis amigos, como el genial Javi, que me dieron mucha envidia, pues para ellos comenzaban las festividades.

En fin, que de esta forma comenzó el año de la mala suerte, por aquello del trece. El resto de la semana comencé con mi propósito de año nuevo, correr diez kilómetros diarios. Hasta hoy lo he mantenido, pero al regresar a casa me ha dado un trallazo en la rodilla, con lo que creo que después de siete días el propósito se ha venido abajo, pues tampoco se trata de lesionarse.

La semana ha sido tranquila, consistiendo a salir a tomar un vino con mis padres, y pasar las tardes en casa. Llegada la noche previa de Reyes, pude quedar con mis amigos Pablo y Beatriz, con los que acompañé a sus hijos Sara y Nico a ver la cabalgata. La verdad es que me da envidia ver como los niños disfrutan de unas fechas, que poco a poco se han convertido en un auténtico agobio para mí. Por lo menos tuve buenos regalos. Mis padres me regalaron unas fotos familiares enmarcadas, un chaleco de plumas, una camisa, un alcoholímetro, y algo de dinero. Mi hermano me regaló un manos libres para el coche, y por parte de mis tíos dos camisetas y unas pesas.

Por la tarde quedé con mi amigo a tomar unos vinos, y después decidimos ir a tomar unas cervezas al bar de ambiente, el cual no visitaba desde el verano de 2011. Allí fuimos y allí seguían elementos como el famoso Rubio y su sequito, Desde luego a Rubio no le dirigí ni un solo “hola”. También vi a Juan, a quien había conocido cuando pretendía dirigir otro bar de ambiente cuando su dueño lo cerró, algo que nunca se llevó a cabo. En fin, no tardé demasiado en marcharme al ver que todo seguía bastante absurdo… como siempre.

Hoy, a veinticuatro horas para partir a Madrid, quedé a comer con Pablo y Beatriz, en lo que resultó una velada genial, a pesar de tener la rodilla muy fastidiada por la carrera de hoy.

En fin, que lo importante es que a pesar de unas festividades dignas del olvido, que a pesar de una primera semana de año bastante agobiante, tengo fe en que el resto del año sea muy positivo, y que dicho año comience de verdad cuando regrese a Madrid.

 Besoides