Archivo para septiembre, 2012

REUNION ESCOLAR

  (ENTRADA 249)

 

Este fin de semana tuvo lugar un evento formidable, mi reunión de antiguos alumnos del colegio. Esta se había empezado a preparar antes del verano, y por fin tuvo lugar este viernes. De los ciento veinte alumnos de mi promoción asistimos ochenta y seis. Para muchos de nosotros supuso nuestro primer encuentro desde hacía veinte años, aunque en mi caso veintidós, ya que había partido después de cursar segundo de BUP al extranjero.

 

La verdad es que inicialmente me mostraba un tanto reticente a asistir, y es que no soy un gran fan de los viajes al pasado, que siempre dejan huella. Sin embargo, sabía que si no lo hacía terminaría por arrepentirme, por lo que me animé.

Llegué de los primeros, y me encontré con un grupo de antiguas compañeras llamadas Inés, María y Raquel, siendo esta última la que había organizado todo el evento. La verdad es que veinte años después la gente demuestra un gran grado de madurez, y las tonterías escolares han quedado bien atrás.

La verdad es que había unos cuantos a los que no pude reconocer, pero la mayoría eran fáciles de identificar, teniendo en cuenta algunos aumentos de peso, otras perdidas capilares, y problemas semejantes. Esto era particularmente chocante cuando se trataba de algunos de los que estaba bastante colgadito en mi época colegial. La sorpresa mayor me la llevé con Ignacio, que era un bomboncito, y estaba bastante desmejorado. Sin embargo había unos cuantos que habían mejorado considerablemente, y no fui el único que me percaté de ello. Por otro lado me enteré de otras salidas del armario que me dejaron impactado, pero que explicaban muchas cosas y actitudes del pasado. También pude ver a mi amigo y compañero de teatro, Marco, el cual la verdad seguía igual, y con él que me eché unas risas. Inés me confirmó que Iñaki era gay. Dicho hombre no era de nuestra promoción, sino de una más alta. Durante mis años de colegio siempre me dio la sensación de que quería algo. Siempre me observaba desde lejos, y recuerdo a la perfección como en una ocasión me rozo la mano en el comedor casi cogiéndomela. Le he localizado en Facebook, y le he enviado una invitación por si acaso, aunque evidentemente no espero respuesta, ya que han pasado veinte años. La verdad es que en general el tiempo pasó rápido, y terminé por retirarme a las seis de la mañana a mi casita.

Por supuesto, el lado triste de estos eventos es ver como la inmensa mayoría están asentados y felices, y uno no ha logrado todavía ese estado. Y es que mi decepción con David durante el sábado se incrementó. Si pensaba que podía ser un chico diferente, resulta que es exactamente igual al resto. Lo único malo es que en los últimos años ya raramente logran encender esa chispa en mi interior, y cuando lo hacen para darme largas resulta doloroso. Sin embargo, no queda otra que seguir adelante, con la esperanza de que alguien aparezca.

 Besoides


FIESTA Y DECEPCION

  (ENTRADA 248)

 

Supongo que ya tocaba, he tenido un gran verano, y ya tocaba una semana descorazonadora, en parte por mi regreso a la ambiente, y por un incrementado sentimiento de soledad. Sin embargo, hay que ser justos, y la noche del sábado incluyó una velada inigualable. Mi gran amigo Javi organizó mi fiesta postvacacional de cumpleaños, a la que asistieron Ana, Fernando, Miguel, Fermín y José Luis.

 

Como siempre, la generosidad de Javi como anfitrión quedó patente, con una cena, que más parecía un banquete en toda regla. La verdad es que fue una velada sobresaliente en compañía de buenos amigos, algunos de los cuales no veía en mucho tiempo. Llegó el momento de los regalos, y Miguel me trajo un cactus precioso para sustituir a la planta que ya me había fallecido durante el pasado verano, el cual me explicó sería mucho más fácil de mantener. Fermín y José Luis acertaron con un libro que llevaba un tiempo planteándome leer. Finalmente Javi me preparó un formidable pack dentro de una formidable caja diseñada con diferentes cubiertas de los cómics de Marvel. Dentro tenía una serie de regalos acompañados de tarjetas cómicas de como utilizarlos en sustitución o para el sexo. Para el sexo cibernético tenía una linterna USB para el portátil, para el sexo una camiseta de Superman, para los días sin sexo una colección de cómics, para el autosexo unos cascos inalámbricos y un CD de mezclas “Made by la Tremenda”. Un año más fue una velada cálida, y llena de amor, hacia esas personas que con el paso del tiempo siguen siendo importantes en nuestras vidas.

Sin embargo, la semana supuso una gran decepción con ese chico interesante, que me ha dejado completamente abatido. La cosa empezó muy bien. El miércoles salí a tomar algo y me lo encontré. Estuvimos bebiendo y charlando, descubriendo que teníamos aficiones comunes como los cómics, el manga en particular, y ciertas series. La verdad es que fue uno de esos días en los que el tiempo pasa volando sin que uno se percate de ello. Nos retiramos y me acompañó hasta casa donde nos despedimos con un par de besos. Algo me dijo que no fuera demasiado lanzado, y me sentí cómodo con ello. El jueves volví a salir con la esperanza de volver a verle, y llegó el gran chasco. Llegó, me saludó, y procedió a pasar toda la noche en compañía de un paisano mayor. Llegado el momento se despidió, y yo me quedé bastante deshecho, después de lo que había sido un miércoles de ensueño. El viernes salí, y David no apareció. Acabé cogiéndome un pedo monumental, y por primera vez en años tuve que devolver antes de irme a dormir.

El sábado comenzó muy bien con la fiesta de Javi. Tras esta acompañé a Fermín y José Luis a nuestro bar habitual, donde en esta ocasión si estaba David. Para mi sorpresa se me acercó y me preguntó que me pasaba el jueves, ante lo que le dije que nada. Me preguntó si le había llevado la temporada de una serie que le había prometido prestar, y le indiqué que se me había olvidado. En fin, que le encontré más cariñoso y fuimos a un bar después con toda la pandilla agarrados. Todo parecía indicar que se había percatado de su error, y me señaló en broma que le decepcionaba que me hubiera olvidado de la serie, ante lo que yo le señalé que había decepcionado otra tontería similar, ante lo que me señaló: “Pues tendremos que empezar desde cero”. Sin embargo, al llegar al bar desapareció con otros dos amigos. Cuando apareció señalé que estaba cansado, lo cual era verdad, y me fui a casa. Ayer llevé la serie que le había prometido al bar, pues siempre cumplo lo que prometo. David apareció y me lo agradeció, y estuvo un rato a mi lado, aunque la verdad es que yo no estaba muy hablador. Llegó el paisano del jueves, y él lo acompañó de nuevo, quedando yo solo en la barra. Cuando el paisano se marchó, se sentó de nuevo a mi lado, pero yo decidí marcharme, ya cansando, decepcionado, y negándome a sentirme de nuevo como una pieza de remplazo. De nuevo, una historia bonita terminó en una inmensa decepción.

 

La verdad es que resulta emocionalmente agotador ver como cada vez que alguien me atrae, la cosa nunca termina de cuajar. Esto es doblemente agotador cuando cada vez noto espacios más largos de tiempo entre una atracción y otra. En fin, me toca recuperarme del inmenso bajón durante la semana, y el viernes intentar disfrutar de una reunión de alumnos del colegio a la que asistiré.

 Besoides


ESE CHICO INTERESANTE

  (ENTRADA 247)

 

Una vez finalizado el verano, llega la ardua tarea de hacerse una vez más a la rutina, y en este caso vino acompañada de anginas, que supere tras pasar la semana tranquila y con antibióticos. Pero en fin, por lo menos ya estoy recuperado. Llegado el fin de semana noté la necesidad de salir, y es que al no tener playa, ni días de bicicleta, la casa tiende a echársele a uno encima las primeras semanas. Y fue saliendo, cuando no pude evitar fijarme en un chaval interesante, que ha aparecido hace tiempo por nuestro bar habitual.

 

El chico tiene algo, es joven, ojos azules, barba arreglada, y aunque a menudo esta serio, tiene una sonrisa encantadora. Llevaba unos meses por el local, y parecía ser que se había integrado más durante el verano. El caso es que el viernes comencé a charlar más con él, puesto que se encontraba en nuestro círculo de conocidos. Me sorprendí cuando me invitó a una cerveza,  y ya supe que su nombre era David. Después de  estar en nuestro bar habitual acudimos en grupo, y no puedo negar que el chaval me atrajo bastante, por lo que le devolví el favor invitándole a otra bebida. Como no se ser moderado, me pasé todo el sábado esperando volver a verle, y así fue. Charlamos, más, y no pude evitar pensar que quizás yo también le gustaba. Había quedado con un amigo, y decidieron ir a una discoteca que yo había frecuentado un año atrás, pero a la que había dejado de ir cuando no me dejaron entrar por llevar camiseta de tirantes después de años como cliente. Le dije que no podía ir, que era ocasión de orgullo, y él me dijo que en ocasiones había que tragarse el orgullo, frase que me parece típica de alguien joven. Tras enseñarme su colección de fotos y frases románticas en su móvil, partimos en direcciones opuestas. Sin embargo, me sorprendió cuando apareció más tarde en el bar al que habíamos acudido. Sin embargo, no paso nada. Charlé del tema con mi amigo Pedro, que me indicó que no creía que el chaval quisiera nada, pues parecía ser que le gustaba la gente mayor, siendo él de veinticuatro  años de edad. Yo le señalé que le llevaba catorce años, con lo cual debía encajar en esa descripción de gente mayor, pero Pedro insistió en que no creía que hubiera nada.

El domingo, Javi me picó en el portal para ir a tomar un café, con el y nuestros amigos Miguel y Javier. Tras esto, pasé por mi bar habitual a tomar una cerveza, y David se encontraba allí con un amigo que tenemos en común. Para mi sorpresa, David cogió su taburete, y lo trasladó para sentarse a mi lado. A pesar de que tenía que pegarse un madrugón para ir a trabajar, se quedó allí hasta las tres, hora de cierre. Sin embargo, tiene una personalidad chocante, a veces marca distancias, y otras parece muy interesado. Pedro sigue manteniendo que no cree que haya nada.

Por lo demás, Javi ha organizado una cena para celebrar mi pasado cumpleaños el próximo sábado. Veremos que tal va la semana, en la que espero volver a coger la rutina de volver a correr.

 Besoides


COMIENZA LA 6ª TEMPORADA

  (ENTRADA 246)

 

Los últimos días del verano no se caracterizaron por el buen tiempo, y el viernes cogí mi coche y me embarqué en mi primer viaje completamente solo de regreso a Madrid. La verdad es que el viaje me fue estupendamente, y no tuve ningún problema. Ninguno hasta que tuve que aparcar en mi plaza y… zasss… primer rayonazo al coche. En fin, decidí no darle más importancia al percance, ya que a fin de cuentas había llegado sano y salvo. De esta forma comienza la sexta temporada.

 

Antes de venir pude disfrutar de una cena en casa de mis amigos Natalia y Santi en compañía de Pablo, Bea, Esteban, y por supuesto, la correspondiente jauría de críos. La verdad es que lo pasamos muy bien, y luego vimos unas cuantas fotografías de cuando éramos chavales y hacíamos excursiones varias para ir a distintas fiestas de prado. La verdad es que nos reímos viéndonos cuando solamente éramos adolescentes.

Ya de vuelta a Madrid decidí salir, por primera vez en mes y medio, y acudí a mi bar habitual, donde estaba toda la gente de costumbre. La verdad es que salir este fin de semana me confirmó lo poco que tolero el ambiente, y me da la sensación de que no voy a salir demasiado durante esta temporada. Ya el sábado quedé con mi buen amigo Javi para comer, y ambos compartimos nuestras historias respectivas de verano, y el como se habían desarrollado los últimos acontecimientos. Nos encontramos de nuevo por la noche para tomar algo, y para mi sorpresa el tiempo había cambiado bastante por la noche, y es que hacía bastante fresco.

De hecho el domingo comencé a sentirme un poco mal, como mejoré, decidí quedar de nuevo con mi amigo Javi y fuimos a ver la película “Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros”, la cual nos gustó bastante.

 

Ya al salir del cine me sentí con fiebre, y me di cuenta de que tenía placas en la garganta, amigdalitis una vez más. Al levantarme estaba bastante mejor, así que cogí el coche para ir a casa de mis padres para recoger antibióticos, y así acabar con la infección esta semana. De hecho ahora me encuentro bastante mejor, veremos si hay suerte y me recupero pronto para retomar mis carreras, ya que hasta la fecha ya llevo corridos este año un total de 1271 kilómetros. De momento me he embarcado en la vuelta a la rutina, y retomar mi trabajo en mis distintos blogs. Veremos como se presenta esta sexta temporada, con que sea la mitad de buena que la anterior me conformaré.

 Besoides