Archivo para diciembre, 2011

NAVIDADES AJENAS

  (ENTRADA 210)

 

Por segundo año consecutivo, y segundo año en mi vida, no han sido unas Navidades buenas. Esto me afecta, porque me encanta la Navidad en todas sus perspectivas. El año pasado fueron Navidades de pérdidas, y estas de soledad. Los conflictos familiares, las desapariciones de antiguos amigos, y otros elementos me han quitado la ilusión una vez más este año, que he pasado envidiando las Navidades ajenas.

 

El núcleo central de mi familia, mis padres, mi hermano y yo, siempre ha estado unido. Aunque nunca habíamos pasado la navidad solos. Siempre se venían mis tíos, primos y sobrinos segundos a pasar estas fiestas con nosotros, y nosotros correspondíamos en Nochevieja. El caso es que mi tío, bastante retorcido el hombre, lleva unos años con complots y venganzas dirigidas a dividir la familia, sobre todo después de un confrontación seria este verano… y lo ha conseguido.

Mi tío lleva fingiendo achaques desde hará año y medio, y solo mi padre y yo seguimos sin creérmelos. Por esto, no han venido. Así que los cuatro hemos pasado las fiestas solos, y no ha sido lo mismo, parecía una comida semanal más en lugar de Navidad. Como respuesta a la situación se ha decidido que no asistiremos a la cena de Nochevieja, aunque sí iremos a Gijón. Mi tía ha reaccionado enfadándose con mi tío, que sintiéndose acorralado ha fingido un ataque de epilepsia, que ninguna prueba ha confirmado, jodiendo la Nochebuena a su familia… que sigue sin aceptar el parasito que tienen en su seno.

Así que con este ambiente festivo, en estos días me he dedicado más a observar las Navidades ajenas que desprendían calor y lo que estas fechas deberían significar, en parte con envidia, en parte con la esperanza de que me transmita algo. En toda mi vida esta ha sido la segunda vez, como ya he mencionado además consecutiva, que no he disfrutado de las Navidades… y todavía queda por ver como se desarrollarán los acontecimientos una vez lleguemos a Gijón este jueves. La verdad es que estoy deseando que llegue el ocho de enero, y que estas festividades queden atrás.

Por lo demás me reuní ayer noche con mi buen amigo para ir al cine y ver la película “Immortals”, de la que disfrutamos mucho.

IMMORTALS

En parte por el impresionante Henry Cavill, que interpretará a mi héroe favorito Superman en la siguiente película del superhéroe. No me importaría que los “Reyes Majos” me trajeran un tiarrón así, jejejeje. Independientemente, como aún sigo creyendo en el espíritu de la Navidad, deseo a todo el que lea esto, que pase unas festividades entrañables.

Besoides.


ADIOS A LAS GAFAS

  (ENTRADA 209)

 

La semana ha supuesto un cambio serio en mi vida, ya que por fin pude despedirme definitivamente de las gafas, que han sido un gran engorro en mis últimos veintitrés años. Y es que el martes por fin me operé de miopía, y un poco de astigmatismo que tenía.

 

La verdad es que la operación tuvo lugar en un momento, más precisamente ocho minutos. Se me había indicado que si colaboraba acabaríamos en quince minutos, y como no me moví… fueron solamente ocho. La verdad es que no noté absolutamente nada, y al salir ya veía perfectamente. Curiosamente solo veía borroso de cerca, aunque ya me habían indicado que esto ocurriría debido a la dilatación de las pupilas. A lo largo de la semana esa sensación ya ha desaparecido, y puedo decir que veo perfectamente. Prueba de ello, es que si me pongo mis odiadas gafas, lo veo todo borroso. De todas maneras tengo un batallón de colirios que usar hasta el veintiocho de este mes, cuando me harán una revisión para comprobar que todo ha quedado perfecto. Estoy simplemente encantado.

Por lo demás la semana ha estado cargada de festividades prenavideñas. El jueves quedé con mi amigo Javi para comer su deliciosa lasaña mientras veíamos una película de terror en compañía de su perro juguetón Blacky, que por fin me ha cogido cariño. El viernes salí a mi bar habitual donde nos habían invadido las cenas de empresa heterosexuales, con alegres pedos a la par. Una de las asistentes tuvo la ingeniosa idea de sentarse en el mostrador del ropero, para acabar cayendo en su interior. Apareció por ahí el hetero-casado, con quien pasé casi toda la noche charlando, aunque no pasó nada de nada. La verdad es que es una constante en mi vida. Las pocas veces que encuentro a alguien interesante con quien intentar algo, o esta casado, o es heterosexual, o tiene pareja, o las tres cosas a la vez. Cada vez me desespera más la estupidez que se encuentra en el ambiente, parece que nadie se comporta de manera natural, y esto siempre me echa para atrás.

El sábado volví a salir, y luego fui a otro bar en compañía de mis amigos Pedro, José, Jorge, y algún añadido calientapollas de esos que desesperan. El domingo, Javi y yo adquirimos nuestro tradicional billete de lotería, y fuimos a cenar a una hamburguesería nueva en el barrio que se ha vuelto muy popular, pero que no nos terminó de convencer.

De esta forma entramos en la semana de Navidad, aunque este año no estoy particularmente ilusionado debido a las trifulcas familiares varias que estamos sufriendo este año. En esta ocasión, lo que más deseo es que pasen las fiestas.

 Besoides


ACUEDUCTO ABURRIDO

  (ENTRADA 208)

 

Llegó la clásica semana de puente de diciembre, que más bien fue un acueducto, mi familia se fue a Asturias a lidiar con crisis familiares distintas, y la verdad es que me quedé dudando si debería haberles acompañado, porque la verdad es que ha sido más bien una semana aburrida.

 

Mientras el resto del país disfrutaba de un tiempo envidiable en diciembre, el frio llegó a Madrid acompañado de una densa niebla que trajo una humedad considerable. Me animé a salir los previos a festivos, pero la verdad es que fueron noches un tanto aburridas. Cada vez me siento más fuera de lugar, lo cual es raro en mi bar habitual, y hay nuevas presencias que no apreció demasiado. Tanta tontería, hipocresía, falsedad y comportamientos que ocultan personalidades verdaderas me comienzan a hartar. Entre semana también me tocó aguantar a algún pesado de esos que no pillan la indirecta de que su compañía no es bienvenida. Supongo que el lado positivo de todo esto es una madurez que prefiero abrazar, al contrario de mucha gente que conozco.

El equilibrio de la semana consistió en pegarle una buena sesión de limpieza a mi casa, salir a correr al Retiro, ver alguna película en mi sofá, y jugar con un nuevo juego de mi consola. Si algo ha sido mi ventaja en la vida, es saber lidiar con la soledad, aunque en ocasiones excepcionales me agobie un poco.

El fin de semana comencé mi terapia de colirios, para prepararme, pues mañana me operan de miopía y astigmatismo, con lo cual diré adiós de manera peramente a las gafas. También salí un poco, aunque por desgracia no coincidí con el atractivo “heteromisterio”. Incluso cuando veo a alguien que me atrae, como cierto joven rubiales con el que había coincidido, aunque nunca hablado, en ocasiones, me encuentro sin ganas de nada. En parte se debe, supongo, a la mala suerte que me acompañó el año pasado. Ahora mismo paso una racha de tranquilidad que agradezco bastante. Al mismo tiempo estoy deseando que pasen las festividades navideñas de una vez por todas, y de que empiece un nuevo año con todo lo que implique. De momento sigo empollando para el teórico del carnet de conducir, al que espero presentarme en el próximo año.

Entre unas cosas y otras, me he pasado este aburrido acueducto reflexionando acerca del paso del tiempo, de cómo este nos cambia, y de cómo muchas ilusiones que uno podía haberse hecho se van desvaneciendo. Y sin embargo… ¿qué será lo que tiene la esperanza que nunca se pierde?

 Besoides


EL MISTERIO DE LOS HETEROCOMPRENDO

  (ENTRADA 207)

 

Hará cosa de una semana, me hallaba en mi bar habitual, compartiendo una cerveza con mi buen amigo, cuando la vista se me desvió hacia alguien que no conocía. Llevaba una gorra negra, y la verdad es que mentiría si dijera que no me sentí atraído. Asín que como mi buen amigo Javi parecía conocerle, le pregunté por él, para descubrir que era heterosexual, y encima estaba casado.

 

En fin, inicialmente me llevé el inevitable chasco. No sé por qué, pero esto suele ocurrirme bastante a menudo, creo que las veces que más me ha gustado alguien, este siempre ha resultado ser hetero. Y sin embargo, no podía evitar tener la sensación de que el hombre en cuestión desviaba la mirada hacia mí en determinadas ocasiones. Nos presentaron, charlamos un rato, y encima de todo me pareció bastante majo, con una de esas sonrisas y labios que quitan el hipo. Después de tomar algo en una discoteca, servidor se marchó algo perjudicado de regreso a casa.

Tras esto la semana transcurrió con normalidad, aunque servidor no logró quitarse al hombre de su cabeza. Curiosamente, el domingo después del mencionado encuentro, me encontraba tomando algo en compañía de mi amigo Pedro, cuando acabamos charlando con un cliente que aseguraba saber leer la palma de la mano. Cuando me llegó el turno, miró mi mano para acabar decirme que la persona hacia la que me sentía atraído, compartía dicha atracción. Evidentemente, no me lo tomé particularmente en serio, al no creer en estas cosas.

Llegado este sábado, acudí de nuevo al bar en cuestión, donde me encontré de nuevo con el hombre en cuestión, que se encontraba en compañía de su mujer, a la que conocí, cayéndome muy bien. Ese mismo sábado, el bar celebraba una fiesta de los años ochenta, con videos que nos trasladaron a la mencionada época, y que nos hizo pasar momentos muy divertidos. Charlé más con el hombre en cuestión al que le hizo gracia mi lado frikkie, sonriendo a menudo ante mis ocurrencias. Llegada la hora del cierre, se me acercó y me pidió que le diera un beso, con lo que prudentemente le bese en la mejilla. Me acarició la mejilla, y me dijo que tenía la sensación de que iba a quererme mucho. Ni que decir tengo, que me quedé completamente desencajado. Sin embargo, ni me hago ilusiones, ni me monto películas como es naturalmente, solo me parece una situación interesante, inesperada, y no voy a negar que algo divertida. Por una vez, dejaré que me lleve la corriente a ver qué pasa, aunque mi amigo Pedro tiene la teoría de que el matrimonio en cuestión debe ser bastante abierto, con la esposa consciente de la forma de actuar del chico. ¡¡¡Veremos qué pasa!!!

 Besoides