Archivo para octubre, 2011

POMPEYA

  (ENTRADA 202)

 

Esta semana finalizó nuestro viaje a Roma, y la verdad es que desde mi punto de vista dejamos lo mejor para el final. Siete años atrás nuestra excursión a Pompeya se había acortado debido a un retraso de nuestro transporte. Esto fue algo que me disgustó, pues me apetecía  recorrer la ciudad a fondo. Siete años después, esta excursión pendiente pudo llevarse a cabo.

 

El martes visitamos Herculano y Pompeya. En Herculano el magma había permitido que gran parte de la madera original de las casas se preservara gracias al proceso de carbonización. Las casas estaban mucho mejor conversadas que en Pompeya, y daba gusto recorrerlas imaginando ambientes del pasado. Sin embargo, yo siempre he sido más fan de Pompeya. Si bien las casas están peor conservadas, la inmensidad de la ciudad es lo que consigue que uno se sienta cual viajero en el tiempo. En Herculano, uno puede divisar ciudad moderna alzando la vista, y la magia se desvanece en un momento, y además es bastante reducido. La inmensidad de Pompeya invita a la exploración con la majestuosidad del Vesubio de fondo. Nuestra guía en la ciudad me pareció particularmente divertida, con esa mezcla de interés por lo que enseñaba, a la par que mostraba su poca paciencia hacia las aglomeraciones de turistas. El tiempo nos acompañó y recorrimos el anfiteatro, calles innumerables, un lupanar, el foro y sus alrededores, para acabar en la Villa de los Misterios. Al finalizar el día habíamos pasado horas caminando sin cesar, pero fue un agotamiento más que bienvenido.

El miércoles fue el último día de excursiones, y por la mañana llovió un poco. Fuimos a la Villa Adriano, donde debido a la lluvia fuimos los únicos visitantes, y pudimos disfrutar de toda de la Villa para nosotros. Y es que los del norte no somos tan quejicas cuando cae un poco de lluvia. Por la tarde el tiempo mejoro, y partimos a Villa d’Este, donde admiramos los impresionantes jardines, y las espectaculares fuentes.

Ya el miércoles regresamos a Madrid, que nos recibió también con lluvias. Durante el fin de semana he salido a saludar a conocidos y he vuelto poco a poco a la rutina. El domingo acudí en compañía de mi buen amigo Javi a ver “Las Aventuras de Tintín “, y la verdad es que la película nos pareció formidable. De paso pude conocer a la madre de Javi, que me pareció una mujer encantadora.

LAS AVENTURAS DE TINTIN

Cenamos juntos viendo una divertida parodia de Star Wars y Star Trek, tras lo que regresé a casa. Hoy toca noche de Halloween, y aunque debido a mis viajes no me ha dado tiempo a preparar ningún disfraz, estoy seguro de que la Tremenda me sorprenderá como siempre lo hace.

 Besoides


EN ROMA SIETE AÑOS DESPUES

  (ENTRADA 201)

 

En Octubre de 2004, visité Roma por primera vez en compañía de mis padres. Era un periodo completamente distinto de mi vida. Era un chico sin preocupaciones, pelo larguísimo recogido en una coleta, y con muchas ilusiones. Siendo como soy arqueólogo, aunque no ejerza, el viaje tuvo una enorme influencia en mí. Siete años después mis padres me han invitado a volver a visitar la ciudad de nuevo en compañía de dos hermanos de mi padre y sus respectivas esposas.

 

Llegamos a Roma el miércoles diecinueve de octubre. La tarde de ese día nos limitamos a dar un paseo por el centro cercano al hotel donde nos hospedábamos, el “Westin Excelsior”. Al día siguiente, jueves, nos visitó la mala suerte, ya que lluvias torrenciales provocaron inundaciones, y nos impidieron ver el Coliseo y Foro, tal y como teníamos planeado, que quedaron cerrados. Debido a las fuertes lluvias modificamos nuestro itinerario. Visitamos la basílica de “San Pedro in Vincoli” donde admiramos el Moisés de Miguel Ángel y las cadenas de Pedro. Tras esto visitamos la iglesia de “Santa Sabina”, la basílica de “Santa María in Cosmedin”, tras lo cual realizamos la visita obligada a “la Boca de la Verdad”. Admiramos también el Templo de Hércules, el “Altare de la Patria”, la “Plaza de Campidoglio”, la “Insula” antigua residencia de pobres, y el Panteón. Yo voy a negar el valor artístico y cultural de estas visitas, pero para mí Roma vale lo que su porción relacionada con la Roma antigua. El resto del arte lo puedes encontrar de manera similar en otras ciudades.

El viernes, el Coliseo y el Foro Romano seguían cerrados a pesar del buen día que hacía, lo cual me pareció una vergüenza inexplicable. Procedimos a visitar los museos del Vaticano, cuyas obras son indescriptibles, así como la Catedral de San Pedro. Fuimos entonces al “Castel Sant’ Angelo”, tras lo que comimos algo. Visitamos los alrededores del Coliseo, y después de esto regresamos al hotel para descansar un poco.

El sábado tocó un recorrido de la Roma Cristiana. Vistamos “La Basílica de Santa María la Mayor”, “La Basílica de San Juan de Letrán”, la “Escalera Santa” y el “Sancta Sanctórum”, “La Basílica de San Pablo Extramuros”, y por la tarde “Las Catacumbas de San Calixto”.

El domingo fue mi día favorito. Por fin, y tras las inundaciones que Roma había sufrido, abrieron el Coliseo y el Foro. Comenzamos nuestra visita al Coliseo, y como es normal, tras tres días cerrados, y al ser domingo, la avalancha de gente fue increíble. A pesar de ser la segunda vez que lo visitaba, me volvió a quitar el aliento. Después recorrimos el Foro para acabar en el Palatino, donde pudimos ver secciones nuevas que habían abierto al público durante los últimos siete años. Me da una tremenda pena que el acceso al Foro ya no sea libre al público, y haya que pagar para acceder a él. Siete años atrás yo paseaba por este todos los días. También visitamos “Ostia Antigua”, ciudad romana muy bien conservada, y que es otro de mis lugares favoritos. Fue un gran día, aunque la verdad es que acabamos todos agotados.

Hoy lunes recorrimos el barrio del Trastevere. Visitamos el “Templete de Bramante”, “La Iglesia de Santa María en Trastevere”, “La Parroquia de Crisonogo”, “La Basílica de Santa Cecilia en Trastevere”, “Plaza Navona”, “El Panteón”, y después de comer “La Basílica de San Clemente”. Todavía quedan dos días de visitas que comentaré la semana que viene. Sin embargo, las conclusiones son las mismas. Ir de turismo con padres y tíos puede resultar agotador. No puedo evitar en acordarme de nuestra visita a Roma siete años atrás. Ya entonces me percataba de la envidiaba sana que me daban todos aquellos turistas emparejados. Ver como siete años después las cosas siguen igual es cuanto menos descorazonador. A pesar de esto, este es un viaje que no podía desaprovechar, aunque fuera el único joven de la expedición.

 Besoides


SOLEDAD EN BODAS FAMILIARES

  (ENTRADA 200)

 

Tras una semana de relativa tranquilidad, este viernes partí en compañía de mis padres hacia Gijón, pues tocaba boda familiar. La verdad es que no voy a mentir diciendo que no me apetecía nada. Más que una cuestión del desplazamiento, que siempre da pereza, reconozco que ya estoy bastante cansado de bodas, que han invadido la última década de mi vida. En esta ocasión se trataba de la boda de mi prima.

 

Supongo que no es un problema el reconocer que en cierto modo, esto se deriva de la envidia, aunque sana. Cuando las bodas de primos, amigos y similares comenzaron a formar parte de mi vida, yo las recibía con bastante ilusión, convencido de que tarde o temprano llegaría mi turno. Ahora miro atrás, y me contemplo como el que observa a un ingenuo. Este sábado estaba sentado en uno de los bancos finales de la iglesia, y contemplaba desde allí como mi prima comenzaba una vida que yo siempre he deseado, la de alguien en pareja. Evidentemente, siempre me alegraré por la felicidad de aquellas personas cercanas, pero en esta ocasión la alegría ya se mezcla con la tristeza y la perdida de la mencionada ilusión. Supongo que no hay nada malo en la soledad, pero cuando el amor es lo único que has deseado, siempre resulta frustrante ver como el sueño se disipa. Creo que lo fundamental de este fin de semana, es que comienzo a perder la fe en el amor. No en que este exista, que siempre me ha resultado evidente, sino en que dicho sentimiento ya no me va a visitar. Me voy acercando a los cuarenta años, y no veo un gran interés en el compromiso, sobre todo en mi ambiente homosexual donde parece que los cuernos están a la orden del día. Me sorprende la cantidad de gente que teniendo pareja, la ha engañado ante mis pasmados ojos en este último año. Yo he permanecido solo, pero al menos he sido coherente.

Por otro lado las reuniones familiares me ponen bastante tenso, y es que siempre me he sentido completamente fuera de lugar en esas ocasiones. Veo a mis primos con sus respectivas familias, otros con los que no me identifico en absoluto, y solo consigo sentirme como un extraterrestre. En este caso siempre he apreciado más las bodas de amigos, que los elige uno, que las de familiares, que supone el estar rodeado de gente con la no pareces tener nada en común.

Tras la boda, salí a tomar un par de cervezas, que se multiplicaron, y es que estaba de considerable bajón, y también cayeron algunos cigarros, aunque dada las circunstancias elijo no ser demasiado severo conmigo mismo. Agotado regresé a Madrid ayer, y hoy he retomado mi vida saliendo a correr, aunque esto es breve ya que el miércoles parto hacia Roma en compañía de mis padres y mis tíos para pasar una semana recorriendo la ciudad y sus alrededores. Me vendrá bastante bien, y elevará algo mi moral.

 Besoides


REINICIANDO

  (ENTRADA 199)

 

La verdad es que la semana ha sido muy tranquila, quitando la aglomeración de fallos tecnológicos que me han invadido y que fueron totalmente inesperados. El martes pasado se llevaron mi televisión, y finalmente la he recibido de vuelta hoy ya reparada. Otro elemento que falleció fue mi ordenador tras diez años acompañándome. Es curioso lo indispensable que resulta la tecnología.

 

La semana transcurrió en su habitual rutina. Seguí saliendo a correr, y trabajando en mis distintos proyectos. Mi padre me ayudó a traer una televisión de sustitución durante la semana, que aunque no era de cuarenta y seis pulgadas como la mía, cumplió su función hasta esta misma tarde en que he recuperado mi televisión. También recogí el resultado de mis análisis y para mi sorpresa, todo estaba bien, y ni siquiera tenía colesterol. Era como si se me diera la oportunidad que esta vez he aprovechado, pues este verano no había ido a correr y había caído en el tabaco y la apatía. Es evidente ahora, que pasé por una época bastante depresiva. Y es que uno se suele percatar de estas cosas cuando sale del bache. Llegado el viernes salí a tomar un par de cervezas, aunque la verdad es que estuve bastante tranquilo, y no me retiré demasiado tarde.

El sábado a mediodía salí a correr de nuevo al Retiro, y la verdad es que poco a poco mi rendimiento mejoró, y es que el haber logrado abandonar el tabaco que me acosó este verano, ha supuesto que pueda recuperar mi forma física. Fui a comer con mis padres después de mi dosis de ejercicio, y después de la comida mi hermano me llevó a comprar un nuevo ordenador, ya que intentar reparar el antiguo era ya un absurdo. Mi hermano me llevó en coche a mi casa, la cual vio por primera vez, y es que aunque no nos llevamos mal, siempre hemos sido bastante independientes el uno del otro. Siguiendo las instrucciones de mi padre, desmonté el antiguo ordenador para extraer el disco duro y destruirlo más allá de toda recuperación. La verdad es que me entretuve explorando los entresijos de mi viejo PC, que por cierto, diez años después estaba hecho una autentica mierda. No había visto tanta mierda, polvo y pelusas desde hacía mucho tiempo, lo que me hizo pensar que era un milagro que no se me hubiera petado antes. Instalé el nuevo, y la verdad es que va de maravilla, aunque me veo adaptándome al dichoso Windows 7, y es que siempre me ha parecido que con cada actualización complican más las cosas. Después de una tarde sin parar, y la verdad es que todo el día, salí a tomar algo. Fue toda una sorpresa encontrarme con Pelirrojo que estaba, en uno de los bares, con un amigo. Le saludé cortésmente, y me marché, puesto que para mi decepción el muchacho no ha mostrado el interés que yo había percibido inicialmente. El domingo ligué con un muchacho de Palma, con quien pase un buen rato. El fin de semana que viene toca boda en Gijón, y el diecinueve parto hacia Roma con mis padres y tíos.

 Besoídes


DESPEDIDAS Y ANIVERSARIOS

  (ENTRADA 198)

 

La semana se ha desarrollado con tranquilidad, nada podía anunciar la llegada de más malas noticias inminentes. A pesar de que el sábado se celebraba el aniversario de mi bar habitual, desde que mis amigos José y Pedro lo cogieran, el viernes supuso el descubrir que mi amigo Enrique había fallecido tras dos años de lucha contra el cáncer.

 

De esta manera, tal y como pasara con Raúl, nos encontramos todos de nuevo el tanatorio, para luego asistir a una pequeña ceremonia en la Almudena. La verdad es que uno nunca se acostumbra a la inesperada visita de la muerte, y menos cuando esta afecta a gente joven, que aún tenía toda su vida por delante. Después de la ceremonia, y de darle todo mi afecto a la pareja de Enrique, Paco, partí con tres amigos, y nos tomamos unas cervezas. Los que habíamos asistido al funeral, nos encontramos en el bar habitual, donde tantas veces habíamos compartido risas con Enrique y Paco. Me parece difícil de creer que esas situaciones no se vayan a repetir, o que los famosos cumpleaños de Enrique no se vayan a celebrar nunca más. La verdad es que llevamos una racha un tanto desafortunada en el último año, que espero finalicé de una vez por todas. Durante la noche conocí a un amigo que tanto Enrique como yo teníamos en común, Juanma, con el que surgieron chispas, aunque nada ha surgido después del viernes.

El sábado fui a comer con mis padres, tras lo cual regresé a casa. Por la noche salí al aniversario de mi bar habitual, donde me reuní con mi amigo Javi. La noche estuvo animada, aunque si he de ser sincero, yo estaba bastante cansado. Los chicos habían contratado un azafato y un bailarín que causaron sensación, sobre todo el azafato, que la verdad es que era un bellezon. Mientras todos se desesperaban por una foto, o por probar el alcohol que promocionaba, yo pasé bastante. Desde hace ya mucho tiempo tengo claro que es absurdo babear por el caramelo que sabes que no te vas a comer. La ocasión estuvo plagada de reencuentros inesperados, y es que Ab estaba presente con el que parecía ser su nuevo ligue, aunque no nos saludamos. Yo opté por retirarme sobre las tres, ya que estaba bastante cansado, y el domingo quería salir a correr por la mañana, y después ir a comer con mis padres. En lo relativo al deporte estoy siendo muy constante, y esto es gratificante. Ya llevo quince días seguidos saliendo a correr, y me notó cada vez mejor.

Una cosa que me ha cabreado esta semana, es que mi televisión se ha escoñado, apareciendo una franja negra vertical en el lado derecho. Aunque esta en garantía, no tiene ni un año, habrá que ver lo que tardan en reparármela. Veremos como se presentan las cosas esta semana.

 Besoides.