Archivo para septiembre, 2011

LA TERAPIA DEL DEPORTE

  (ENTRADA 197)

 

La verdad es que la semana pasada ha sido tranquila, volviendo a la actividad del deporte, y sintiéndome mejor poco a poco. Llevo una actividad bastante casera, sin demasiadas ganas de salir, pero con ganas de hacer cosas en compañía de amigos.  A parte de esto, la semana ha tenido sorpresas agradables, y otras que no lo fueron tanto.

 

La verdad es que mientras el buen tiempo persiste, resulta agradable salir a correr, hacer deporte, y notar como uno se va sintiendo en forma de nuevo. Añadido a esto, he logrado no fumar durante toda la semana, lo que me parece indicar que voy por buen camino. El miércoles tuve una sorpresa de lo más inesperada. Un joven que conocí en la playa este verano, apareció en mi casa. Tímido y encerrado en su armario, no había querido darme su número de teléfono. Me había dado su e-mail a cambio, y yo le había enviado un correo con mi dirección y número de teléfono. No había obtenido respuesta alguna, hasta que apareció por mi casa este miércoles, y pasamos un rato recordando nuestro encuentro en la playa. La semana transcurrió con tranquilidad, aunque uno de los aspectos negativos es que Pelirrojo dejo de escribir. Se lo hice saber a través de un mensaje y me dijo que estaba de viaje en el extranjero, aunque desde mi punto de vista eso no impide enviar un mensaje cuando hay interés. En fin, son decepciones que uno se lleva. El jueves reinicié mis sesiones de cinepizza con mi buen amigo Javi, que la verdad es la única persona que alegra un poco mi vida. Se vino con su perro Blacky que estuvo inusualmente juguetón conmigo.

El viernes me animé a salir, aunque no estuve hasta muy tarde. La verdad es que observo que no tengo demasiado interés en salir, es como si el cuerpo me pidiera llevar una vida más tranquila, como si el ambiente me hubiera cansado bastante en los últimos tiempos. El sábado me animé a salir algo más, sobre todo porque mis vecinos tenían fiesta, y no me apetecía demasiado aguantar el ruido en casa. Aunque duré algo más, no estuve particularmente animado. Le envié un mensaje a otro chaval que había conocido en Gijón, llamado Marcos, y con el que me había encontrado la primera semana después del verano. Para mi sorpresa, y sin recibir explicación alguna, me bloqueó de todos nuestros medios de comunicación. Esto me disgustó, aunque al contrario de la temporada pasada, me veo más capacitado para superar estas constantes decepciones.

Tanto el sábado como el domingo opté por salir a correr de nuevo. El retomar el deporte me esta ayudando de manera considerable. Por la noche, Javi se vino a casa de nuevo, y vimos otra película de terror “Attack the Block”, que nos gustó bastante. De esta forma concluyó lo que denominó una buena semana. La terapia del deporte es curiosamente formidable.

 Besoides


FESTEJOS POSPUESTOS

  (ENTRADA 196)

 

La semana ha supuesto una continuación de mi regreso a la rutina. Mucho ejercicio, una dieta sana, y un poco de tos, resultante de llevar ya diez días sin fumar, en un propósito de arreglar todo lo que se estropeó en mí la temporada pasada. El evento más destacable de la semana fue la cena de celebración de cumpleaños, casi un mes después, que organizó Javi en su casa para servidor.

 

El comienzo de la semana ha consistido en mis carreras por el retiro, que poco a poco me van poniendo en forma una vez más. Pelirrojo seguía escribiéndome de vez en cuando, pero después del encuentro del pasado domingo, no podía evitar percatarme de que el interés había decrecido. De hecho le había invitado a dormir el pasado martes, y este se había mostrado interesado por la propuesta, pero la había rechazado pues tenía un examen el jueves. Sin embargo, mis indagaciones han mostrado que este fin de semana ha viajado lejos, y apenas hemos chateado durante este. En fin, la verdad es que me parece una verdadera pena.

Llegado el viernes, Javi organizó una cena para celebrar mi cumpleaños, que como siempre cae en verano, nunca puedo festejar. Vinieron a la celebración Ana, su marido Fernando, y mis ya antiguos amigos Jesús y Antonio. Como siempre, Javi se excedió en la excelente comida que preparó, consistente en ensaladilla rusa, pimientos rellenos, setas con chistorra, y lasaña. Yo traje dos tartas, una de chocolate y otra de queso. Me sorprendió recibir regalos. Javi me regaló un reloj de cocina, una sudadera y una camiseta de Superman. Jesús y Antonio me regalaron una cartera nueva. Finalmente, Ana y Fernando me otorgaron una planta para mi piso, con la idea de que necesitaba algo de responsabilidad. De hecho, he instalado la planta en casa, y me voy habituando a su presencia y cuidado, además es innegable que le da un toque alegr. Tras la cena estuvimos charlando hasta las dos de la madrugada, cuando la gente comenzó a retirarse. Javi me acompañó un trecho aprovechando para sacar a su perro Blacky, que poco a poco se va mostrando más sociable. Llegué a casa cansado, por lo que retiré a dormir, y es que por la tarde había dado una considerable batida a mi casa, dejándola como los chorros del oro. Añadido a esto, he conocido a una inquilina en mi edificio que me ha explicado como los habitantes que están de alquiler tienen repetidos problemas con el portero, que se ha mostrado en ocasiones agresivos. Habrá que sacar el tema en la junta de Noviembre.

El sábado fui a comer con mi familia que ya había regresado a Madrid. Tras esto, pasé una tarde relajado viendo algunas películas, y trabajando en alguno de mis blogs. Salí un rato por la noche, aunque me encontraba cansado y no duré demasiado. El domingo por la noche invité a Javi a cenar en agradecimiento por su cena, y tras tomar una cerveza me retiré a dormir.

 Besoides


PELIRROJO

  (ENTRADA 195)

 

Hace seis días, cerca de Príncipe Pío, me paré a comer en un Burger King, algo que no hacía en mucho tiempo. Curioseando en el chat del móvil, me entró un chaval, que me llamó la atención. Mientras comía, chatee con él descubriendo que teníamos muchas cosas en común. Un chaval salao… pelirrojo.

 

La semana transcurrió adaptándome a volver a la rutina de ir a correr, un poco de pesas en casa, y una nueva dieta sana para ponerme en fama. Al mismo tiempo, comencé la lucha contra el tabaco una vez más. Poco a poco voy volviendo a la rutina. El fin de semana me animé a salir, pero la verdad es que tampoco tenía muchas ganas. Pelirrojo trabajaba en el turno de noche durante el fin de semana, con lo cual acabé chateando con él toda la noche del viernes, y la del sábado también. Se mostró increíblemente perceptivo, y no tardó en deducir mi serología, y otros aspectos personales. Casi agoté la batería del móvil charlando con él.

El domingo me encontraba entretenido con mi nuevo juego matazombies, y me volvió a escribir terminando por proponerme quedar a tomar un café en un Starbucks. Acepté, y nos conocimos en persona. La verdad es que era más guapo en persona que en las fotos, y me pareció dotado de un gran encanto, por no mencionar una arrebatadora sonrisa. Tras charlar alrededor de un café, él tuvo que irse a trabajar. Nos despedimos en la esquina cerca de mi casa, y desde mi punto de vista se perdió una gran oportunidad de beso romántico.

Ahora vuelve el mismo problema de siempre, alguien que me atrae, pero que después del primer encuentro, parece que la cosa se desinfla. Aún chateamos, pero tengo esa percepción de que ya no es lo mismo.

Es como si tuviera un sexto sentido que se activa cuando algo parece que no va a funcionar, y queda el como reaccionar a partir de ahora. Aunque se vivir con mi soledad, esta comienza a asustarme, y eso no es bueno cuando uno se siente particularmente solo al comienzo de una temporada que no parece prometer mucho. No es malo reconocer esto, ya que la pasada acabe muy dolido, y me sentí muy utilizado por mucha gente.

Supongo que es una cuestión de paciencia, y de esperar ver como se desarrollan los acontecimientos… aunque la paciencia no es mi fuerte. De momento, el viernes tengo una cena en casa de mi buen amigo Javi, que quiere celebrar mi cumpleaños un mes después de que este haya tenido lugar. Veremos que pasa…

 Besoides


COMIENZA LA 5ª TEMPORADA

  (ENTRADA 194)

 

No ha empezado bien. Realmente el final del verano, y el comienzo de esta nueva temporada no me han dejado con excesivo optimismo. La última semana en Gijón fue un tanto baja de moral a excepción de un encuentro con un chaval muy majo que vivía a cuatro manzanas de mi casa. También pase las noches en compañía de un camarero muy majo en el bar en el que trabajaba, donde surgieron flirteos varios con otro llamado Mikhail.

 

Llegado el final del verano, llegó la hora de partir. El día antes invité a Mikhail a pasar un día en mi casa, para que pudiera coger un avión en Madrid.

Por fin llegó el día, y partí a Madrid en un viaje en tren que probó ser más complicado de lo esperado. El revisor demostró ser un borde que se negó a ayudar a una mujer mayor a subir sus maletas, con lo que todos los del vagón firmamos una hoja de reclamación para quejarnos de dicha actitud. Cinco de millones de parados, y tenemos que aguantar a tanto gilipollas ocupando puestos de curro.

Llegué a Madrid y las cosas estaban algo flojas por el barrio, se notaba que todavía había mucha gente de vacaciones, y que las cosas recuperaran su ritmo normal en la segunda quincena de este mes. De todas formas pasé a ver a varios amigos como Pedro en su local. Al día siguiente de mi llegada fui al encuentro de mi gran amigo Javi, con quien fui a comer para ponernos al día de acontecimientos.

El fin de semana fue tranquilo. Aunque salí, me retiré pronto, puesto que tenía que poner la casa en orden, hacer compras y realizar una seria limpieza de la casa. La llegada de Mikhail resultó ser una decepción, después de flirteos varios, resulta que no pasó nada de nada, y lo único que me llevé fue una seria decepción. A pesar de eso, le acompañé en metro hasta el aeropuerto, de donde regresé luego a casa con un bajón considerable. En el último año me he cerciorado de que lo más probable es que servidor acabe solo. Me sorprende la enorme cantidad de parejas que se ponen los cuernos sin consideración alguna por la persona supuestamente “amada”, y los juegos innecesarios de muchos. Con dicha decepción me retiré a casa. Por otro lado me enteré por amigos del inminente cierre de un local de un amigo, y otro que dejó de serlo… algo que me dejó sorprendido, aunque siempre había sospechado que terminaría por ocurrir. Es curioso las vueltas que la vida termina por dar.

Debido a la estancia de Mikhail en casa, no pude escribir mi entrada semanal en esta Fortaleza, por lo que he tenido que pasarla a este día. Hoy conocí a un chaval llamado Marcos por la mañana. Había chateado con él durante el verano, y resultó ser todo un encanto, con quien pasé una mañana muy “agradable”. Ahora solo queda empezar con la rutina habitual de ejercicio y dieta y esperar por una quinta temporada positiva.

La verdad es que no ha comenzado demasiado bien, y me ha pillado de bajón. Sin embargo, también es cierto que la anterior empezó muy bien y terminó siendo un desastre. Espero que las cosas tomen un giro más optimista. La esperanza es lo último que se pierde.

 Besoides