Archivo para abril, 2010

DE NUEVO EN MARCHA

 (ENTRADA 123)

 

La verdad es que este fin de semana ha dado claros síntomas de que las cosas mejoran bastante. Mis padres partieron a Asturias, y la verdad es que agradecí un poco la soledad, que a veces es necesaria. El martes tengo que ir al notario, con lo que esta semana, o la próxima recibiré mis llaves. Así que parece que después de una mala racha, las cosas comienzan a despegar de nuevo.

 enmarcha26-4-10

 Mentiría si no reconociera que abril ha sido un mal mes. Ciertas cosas no salieron como esperaba, y esto se mezclo con los problemas que he tenido con el pie desde semana santa, y que me han forzado a reposar (bufff, como odio ese verbo). Sin embargo, la semana pasada comencé a correr de nuevo con ayuda de una tobillera, y no ha habido más problemas. Hoy volveré a correr de nuevo sin la tobillera, pues no he vuelto a sentir problemas.

El viernes salí en compañía de mi grupo de teatro a ver “El Avaro”, y después pasamos un habitual rato agradable cenando, y tomando algo. La temporada de teatro va llegando a su fin, pero la verdad es que este año he conocido gente bastante maja. Tras un intenso debate sobre los enamoramientos, y las atracciones de distinta índole, donde no permití que acabaran con mi lado más romántico, que a veces me sorprende revelándose por estallar en alegatos aún cuando me acerco a los cuarenta, terminé por retirarme.

El sábado fue el día del “peligro, que Danny Boy tiene ganas de marcha”. Hay ocasiones en las que uno se levanta con ganas de pasarlo bien, y se encuentra que todo se presenta de manera que el camino hacia dicho propósito sea sencillo y directo. ¡También descubrí que el licor 43 me pone bastante tontorrón! Asín, que tras reunirme con mis colegas Enrique y Paco, acabamos uniéndonos a un grupo más amplio para irnos a bailar. En pleno apoteosis, servidor que ya estaba bastante animado se desprendió de su camisa de cuadros, terminó en tirantas, y se marcó unos bailes en medio de la pista. La verdad es que hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien, y lo más gracioso es que debe ser cierto eso de que cuando uno menos se da cuenta, llama la atención. De hecho termine la noche recibiendo invitaciones a cervezas por parte del personal del local, y acabé por acceder por besar a un pretendiente que me rondaba, y que aunque no me interesaba demasiado… pos eso, que quien diga que tengo el listón demasiado alto, debería verme a las cinco de la mañana en tirantas, y algo alegre. Amos, que me pongo yo demasiado cariñoso. No se puede ser tan fácil a la edad que tengo. Desde luego la moraleja de la historia es que el licor 43 no es bueno para mí.

El domingo fue más tranquilo, me dedique a ser bastante invisible mientras me tomaba una cerveza y me hundía en mis habituales reflexiones. Las cosas volvían a ser normales, y servidor volvía a ser uno más en la multitud, completamente desapercibido. ¡Se acabó abril!

 Besazos y Abrazazos


INACTIVIDAD FORZOSA

 (ENTRADA 122) 

   

La verdad es que el mes me ha salido bastante torcido, y los fines de semana tienden a terminar en un inusual bajón. La cosa no me esta afectando, porque tengo ese ineludible presentimiento de que esto no es más que la antesala de un mes de mayo muy positivo, y como comienzo de una temporada realmente buena. Las cosas comenzaron mal cuando el lunes al salir a correr, volví a sufrir un tirón en el pie que me forzado a aparcar el ejercicio durante la semana.

  INACTIVIDAD FORZOSA

Esto para mi ya supone un bajón de partida, ya que el salir a correr se ha convertido con los años en una necesidad. Gracias a esa actividad, me desahogo, me siento relajado, y logro que la mente depure aquellas cosas que en ocasiones me obsesionan de manera innecesaria. Para añadir sal a la herida, la semana se tornó oscura y lluviosa, y claro uno que ya tiene necesidad de buen tiempo, le da más vueltas al coco de lo que es necesario. Así que en definitiva me ha tocado semana de reposo total, para ver si el pie se recupera de la presión sometida. Los que llevan tiempo siguiendo mis andazas, saben de sobra que el reposo y servidor no somos buenos compañeros. Siempre he sido un mal paciente de cualquier mal, pero cuando no hay más remedio, no queda otra. Es como si alguien me hubiera echado una maldición en el pie. La semana santa me la amargo una uña encarnada, y ahora esto. La semana la llevé bastante mal, y los dos primeros días apenas podía apoyar la planta del pie en el suelo. Por fortuna llegó el fin de semana, y la mejoría se fue haciendo patente. Mañana intentaré salir a correr de nuevo, y con un poco de suerte lograré ponerme a punto a lo largo de la semana.

El punto positivo de la semana lo trajo el viernes, cuando acudí con mi grupo de teatro a ver “Por el Placer de Volver a Verla”, con Miguel Ángel Sola y Blanca Oteyza.

  POR EL PLACER DE VOLVER A VERTE.jpg

La obra me encantó, y me pareció que exploraba de una manera muy original la relación entre madre e hijo a lo largo de los años. Mezclaba de manera muy lograda momentos de intensas carcajadas con otros de reflexión, y otros verdaderamente tristes. La obra logró emocionarme de verdad. Después como es costumbre fuimos a cenar algo, pero al salir ya estaba lloviendo de nuevo, que fue lo constante a lo largo de la semana. Por lo general el fin de semana fue bastante tranquilo, e incluso algo aburrido, ya que no era plan de forzar la pata. El domingo me llegó a pasar algo que no me pasaba en mucho tiempo. Cerveza va, cerveza viene, me puse algo “alegre”, y claro pronto me di cuenta de que no había cenado, con lo que terminé por marcharme a casa, y caí derrotado sobre la cama. De esta manera acabó una semana bastante torcida, y algo aburrida debido a la inactividad forzada. Seguro que ha sido solo un traspiés.

 Besazos y Abrazazos


UN TORPE PEÓN

 (ENTRADA 121)

 

Hace unos días pude ver una entrevista a Albert Espinosa en la que comparaba las distintas personalidades amorosas con un tablero de ajedrez. Tenemos la reina que tiene todo lo que desea al alcance de la mano. La torre que ama a tiro fijo, o el caballo que ama de manera caótica con saltos impredecibles. Finalmente tenemos al peón, lento, torpe, avanzando paso a paso, y que raramente se come nada. Sin embargo sigue avanzando con la esperanza de llegar al otro lado del tablero, y convertirse en algo grandioso. La analogía me llegó al alma, pues me di cuenta de que en asuntos del amor, yo soy un peón.

UN TORPE PEON 12-04-10

La semana no ha sido buena, pero en parte no me ha tomado por sorpresa, ya que incluía el aniversario que más detesto. Sin embargo el primer hachazo me lo llevé el viernes mientras me tomaba una cerveza, y contemplé como José entraba en el bar, pero acompañado. Las cosas como son, José me saludó, y le pregunté como había pasado las vacaciones de semana santa. Sin embargo el se volvió a conversar con su acompañante, al que no me presentó, dándome a sospechar que era algo más que un amigo para el que se me había definido como “bala perdida” dos semanas atrás. No le di más importancia al tema, aunque mentiría si negara que una parte de mi se llevó una decepción. Sobre todo porque ya no estoy seguro de captar cuando alguien se interesa por mi, o no, aunque la verdad es que mi instinto me llevó a no darle el número de teléfono. Me retiré temprano a casa, pues al día siguiente tenía barbacoa en Alpedrete, invitado por amigos del mi grupo de teatro, Ángel y Pilar. Tal y como el año pasado, lo pasamos muy bien, y la verdad es que fue el único toque de una semana bastante negativa. Además pude conversar largo y tendido con mi amiga Marisa, mi no oficial esposa, que me dio su habitual apoyo, y me hizo ver que había tomado las decisiones correctas en lo relativo a mi atracción hacia José.

Sin embargo la cosa distaba de finalizar, ya que el domingo, mientras charlaba con un colega en mi bar habitual, José volvió a aparecer, esta vez solo. Fue curioso, pues aunque se puso en su zona habitual, y estaba cerca de mí, no me saludó hasta que me di la vuelta, y lo hice yo. Aunque una parte de mi quería empezar a conversar con él, decidí seguir conversando con mi colega, pues me pareció que yo ya la había dejado claro que por mi parte había habido interés, y lo que no debía hacer era seguir babeando constantemente, y por lo tanto sometiéndome. José terminó por marcharse, aunque esta vez si se despidió, y yo seguí un rato charlando con mi colega, pero las risas solo sirvieron para ocultar mi decepción. Cuando uno observa que cada vez se siente atraído hacia menos gente, y esto ocurre menos frecuencia, es inevitable que le de a uno bajón, pero no queda más remedio que seguir adelante, como el peón del ajedrez, esperando que al final del tablero las cosas cambien.

 Besazos y Abrazazos


SEMANA ENCARNADA

 (ENTRADA 120)

 

La semana santa se ha presentado muy tranquila, aunque una uña encarnada ha decidido elegir el momento para darme la brasa. A lo largo de la semana se me ha ido pasando, y creo que la cosa ha terminado por arreglarse por si sola, aunque habrá que ir a que me echen un vistazo al dedo. Supongo que el punto álgido de la semana ha sido la sensacional comida que nos ha preparado mi buen amigo Javi, que como siempre preparo comida para un regimiento.

 La verdad es que la semana ha tenido un clima inconstante, y me he tomado la soledad como una oportunidad para el relax, mientras salía de vez en cuando a tomar un algo. La uña me dio la brasa de forma bastante intensa el miércoles y jueves, debido a que al salir a correr, debió hacer bastante daño interno en el dedo. ¡Para que luego digan que el deporte es bueno! En fin, por fortuna el dolor se alivió gracias a constantes curas con agua oxigenada y una crema antibiótica, y en cierto modo se puede decir que he experimentado mi penitencia particular de Semana Santa. El viernes fuimos a bailotear un rato, y la verdad es que nos pudimos echar unas cuantas risas al compás de canciones tan clásicas como “La Vuelta al Mundo de Willy Fogg”. Sin embargo el sábado fue más bien gris oscuro y lluvioso, y pudimos descubrir como el alcohol afecta a determinadas personas de una forma más bien ridícula. De esta forma llegamos al domingo, que fue realmente el mejor día de toda la semana. El sol se decidió a salir, y pudimos disfrutar del delicioso arroz al horno de la Tremenda en su fantástica terraza.

La comida fue abundante como es costumbre, y acabamos charlando de manera relajada. Tras esto decidimos partir al cine para ver “Furia de Titanes”. Aunque evidentemente es una película de acción entretenida, debo admitir que me sentí bastante defraudado con este intento de resucitar la mitología. Con lo limitado de los efectos especiales de la primera, creo que lograba mantener una atmósfera mucho más conseguida, mientras que en esta versión la rapidez de las batallas parecía lo más importante, y la atmósfera de lo que debería ser una película de aventuras fantástica.

Tras esto decidí concluir la festiva semana tomándome algo, aunque lamentablemente José no apareció. Es curioso cuando en ocasiones uno no puede evitar pensar en alguien, incluso cuando uno es consciente de que no hay manera posible de que algo funcione con el que se define como “bala perdida”. Lo más gracioso fue como el camarero me hizo ver que dos personas se habían fijado en servidor… y como de costumbre servidor no se había coscado de nada. Con tanta emoción, y evidencia ante mi usual torpeza en las artes del ligoteo, puse fin a la semana, y regresé a casa. Por lo demás me enfrento como de costumbre a mi aniversario más odiado ya que mañana hará cuatro años que mi vida cambio para siempre.

 Besazos y Abrazazos