Archivo para abril, 2009

EL CAMINO NO ELEGIDO

 (ENTRADA 73) 

 

Hay aspectos de nosotros mismos que generalmente ocultamos, caminos que por diversos motivos decidimos  no elegir, y aunque los motivos bien pueden haber sido razonables, siempre queda algo dentro de nosotros que se pregunta que hubiera pasado si hubiéramos intentado tomar determinados caminos. Hubo un tiempo, en el que mi mayor ambición era la de ser actor.

Estaba cursando Primero de BUP, cuando el que era mi profesor de música, Emilio Nuñez me introdujo al fascinante mundo del teatro. Por aquel entonces se me conocía como en adolescente introvertido, y raro que pasaba sus fines de semana en el zoológico, y no se relacionaba con gente de su edad, en definitiva, un bicho raro. Emilio Nuñez comenzó un proyecto para interpretar zarzuelas cada trimestre, y enseguida me reclutó, junto a otros dos compañeros, siendo solo tres estudiantes en la primera “Música Clásica”. Encontré la práctica divertida y fascinante, mientras la idea de poder convertirme en cualquier tipo de persona que deseará a través de la interpretación se volvía estimulante. Así comenzó a desarrollarse dentro de mi la capacidad de ocultar aquellos aspectos de mi personalidad que no me interesaba se conocieran, y pocos se han dignado a intentar ver más allá… pues una realidad de este mundo es que el camino fácil tiende a ser el escogido, prejuzgar es uno de ellos.

Durante los dos años que atendí bachiller en España, me sumergí en el mundo del teatro, participando en varias obras, y recuerdo la sorpresa de mis profesores y compañeros al ver como el muchacho callado e introvertido se convertía en multitud de personajes sin ningún tipo de complejos.

Para cursar el resto del bachillerato me trasladé a Estados Unidos, donde curse el resto de mis estudios. No fue hasta el último curso, que retomé las actividades de interpretación, pues como es lógico, primero había que aprender el idioma. Fue entonces cuando me dieron un papel en el musical del colegio, Godspell. De nuevo el callado e introvertido Daniel, volvió lograr a impresionar a sus compañeros y estudiantes. El mundillo del teatro me dejo cautivado.

Al acabar el colegio, y llevarme entre otros el premio anual de arte, llegó el momento de tomar decisiones. Primero hubo que elegir una universidad, que a día de hoy sigue siendo la mejor elección que llegue a tomar en su momento, ya que Charleston abriría la puerta a los mejores cuatro años de mi vida. Sin embargo a la hora de escoger mis estudios, decidí tomar el camino de lo práctico, y no de la ambición. Arte dramático era la elección de mi corazón, pero por algún motivo desconocido, quizás en parte al miedo a fracaso, decidió optar por el mundo de la Antropología y las clásicas, y el mundo de los idiomas clásicos, que dicho sea de paso también fue un campo de estudios que me aportó mucho.

Es curioso como en determinados momentos de nuestras  vidas vemos encrucijadas de decisiones, y caminos que se extienden en frente nuestro. En ocasiones sabemos que hemos elegido lo correcto o lo incorrecto, pero hay otras en las que descartamos caminos, cuyo recorrido nunca sabremos como habrá cambiando o influenciado nuestras vidas de haberlo tomado. De todas maneras no desaproveché la ocasión de tomar algunas clases de arte dramático en la universidad. Mientras que me concentré en otro camino. Todo tiende a encajar de una manera u otra, y todo adopta una función en nuestros días.

Sin embargo a día de hoy, todavía disfrutó poniéndome máscaras, retando a la gente a que descubra quien es el verdadero Daniel, pocos se han interesado, y menos lo han logrado… Emilio Nuñez fue el primero, que se interesó por lo que a menudo pasa desapercibido… no todo el que mira sabe ver.

 Besazos y Abrazazos


FIN DE SEMANA CAÓTICO

 (ENTRADA 72) 

 

Bueno, pues hay ocasiones en las que el caos decide llegar de muy distintas maneras por senderos distintos, y este fin de semana ha sido uno de ellos. Aunque la diosa fortuna tiende a amenizar la gravedad de ese caos. ¡Vamos! Qué ha sido fin de semana de estados alterados…

FINDE CAOTICO 20-04-09

Este comenzó con el ingreso de mi padre en el hospital debido a un trombo en la pierna izquierda, nada alarmante, pero necesario ya que requería de anticoagulante y reposo. Al mismo tiempo la familia en pleno llegaba a Madrid para celebrar la Primera Comunión de mi sobrina, de la cual mi padre es padrino, con lo cual el trasiego de un lado para otro fue incesante, y la verdad es que hemos terminado el fin de semana agotados física y mentalmente corriendo de un lado para otro. Hoy le han dado el alta a mi padre, pues el coagulo no estaba demasiado desarrollado. Aunque le toca unos mesecillos tomando una pastillita, y llevando una media especial. Lo que más he sentido, todos lo hemos hecho, es que se haya perdido la comunión de su ahijada, acontecimiento que de verdad esperaba ansioso. La lección a aprender es la de siempre, hay que cuidarse no obviar los problemas físicos que se presentan hasta que suceda algo que interfiera en nuestras vidas. En fin que hemos corrido de un lado otro, de comunión a hospital, de hospital a cena familiar… y por fin hemos conocido a mis nuevos sobrinos gemelos, que son mundiales.

Los que somos enfermos crónicos tendemos a ser poco tolerantes con aquellos que escogen no cuidarse, porque sabemos y conocemos de primera mano las consecuencias de no hacerlo, y el como nuestra vida puede cambiar de una manera radical. No hay nada más detestable que vivir pendiente de médicos, pastillas y gaitas similares, no se aprende lo que eso supone hasta que uno es esclavo de ello. Por eso nos frustramos cuando la gente escoge ignorar las consecuencias a la larga de fumar, excederse en dietas insanas u otras cosas, inactividad física. Pero supongo que al final es algo que uno debe aprender por si mismo, y como siempre, cuando ya es demasiado tarde. De momento un nivel moderado de tozudez le ha costado a mi padre el no poder asistir a un evento que ansiaba.

Yo odio los hospitales, son lugares donde se respira la miseria física a la que todos sin excepción estamos condenados, y nos recuerda que aunque inevitable, semejante destino puede postergarse… y mucho. Y o voy a entrar en la mala educación  y tratos condescendientes a los que uno es sometido en la burocracia sanitaria, porque a punto he estado de acribillar a alguna enfermera que no entiende algo tan elemental, como que mi padre es un caballero, y ha de ser tratado como tal. En fin, así como la calma precede la tempestad, esta termina por disiparse también.

Mi padre esta de vuelta en casa, y por lo menos hemos demostrado una vez más, que nuestra familia es motivo de orgullo pues una vez más hemos sido un bloque inmovible ante las diversidades que presenta la vida, y seguiremos siéndolo…

 Besazos y Abrazazos… y cuidaros


TRANQUILIDAD Y BUENOS ALIMENTOS

  (ENTRADA 71)

 

Como todos los años he elegido quedarme en Madrid durante las vacaciones de Semana Santa. Dicha festividad nunca me ha parecido sugerente para viajar a ningún lado, pues todo suele estar hasta arriba, y regresa uno más estresado de lo que se fue. Asín pues un año más me quedé, para relajarme, y flotar…

Entre las muchas de las actividades opté por pegarme un rape de pelo que bien podría considerarse militar, pues ya estaba harto últimamente de lidiar con el. Como siempre Murphy tuvo que intervenir, y el tiempo giró para peor y el viernes la temperatura pegó un bajón inusual. Además el cielo se puso negro y llovió, con lo cual talmente parecía que nos habíamos trasladado a la tierra de Mordor. Sin embargó, mi buen amigo, la Tremenda, organizó una comida para los amigos. Más que una comida, acabo por ser un festín en toda regla, y servidor no fue capaz de engullir semejante variedad de alimentos. La torrija que me comí de postre, que estaba deliciosa, me la tuve que empujar a la fuerza. ¡Madre mía, que cantidad de comida! Aquí os dejo el original menú que nos preparó.

Después de la comida nos dirigimos al cine para poder ver “Monstruos & Alienígenas”, en tres dimensiones. La verdad es que la experiencia fue formidable. No había visto una película en tres dimensiones desde la época de “Tiburón 3”, y debo decir que la cosa ha cambiado considerablemente. Los efectos eran extraordinarios y la experiencia muy recomendable. En cuanto a películas de animación que las he visto mejores, pero la historia tenía momentos verdaderamente divertidos. Coincido con la Tremenda en que cuando saquen “Star Wars” en tres dimensiones, seré de los que acudan al cine para ver la saga por trillonésima vez. En definitiva lo pasamos bastante bien, y después fuimos a tomarnos cafés e infusiones. Desde luego una de las cosas que más gracia me hizo fue ver a todos en el cine.

MONSTRUOS & ALIENIGENAS

Otra lección que aprendí esta semana es que un “Chico Go-Go” que se precie ni puede salir nunca a dar un paseo con pantuflas y una peluca a lo Pocahontas, pues la sensación es cuanto menos ridícula, puedo decir que fue el momento que más risa me produjo esta semana, mientras me daba cuenta de que verdaderamente hay gente rara ahí fuera. Por lo demás parece que la tristeza que me inundó la semana pasada se va disipando una vez más, y empiezo a mirar hacía los próximos meses con más optimismo. El fin de semana recibiremos a toda la tropa familiar del Norte que vienen para asistir a la comunión de mi sobrina… veremos si sobrevivo…. Sin embargo lo que me parece más importante es que, a pesar del temporal que nos asola, el verano va quedando más cerca. Así como no me gusta Abril, me declaro un gran fan de Mayo… cuando siento que la luz del verano empieza a vislumbrarse. Ya queda poco para mi parte favorita del año…

 Besazos y Abrazazos


TRES AÑOS DESPUÉS

 (ENTRADA 70)

 

Como siempre, desde hace tres años, llega el seis de abril y me sumerjo en una inevitable tristeza. Es una fecha que ya no podrá incluir ni bromas ni risas ni momentos alegres. Es el aniversario del nuevo comienzo de mi vida con el VIH como compañero de viaje. Y es un viaje complicado y nada recomendable…

HOY HACE TRES AÑOS 06-04-09

Sobre aquel fatídico día hace ya tres años, no quiero volver a escribir, ya le dediqué una entrada hace exactamente uno en este blog, y me dejó mentalmente agotado el hacerlo. Creo que no le desearía a nadie el tener que pasar un día como aquel. Y sin embargo la perspectiva va cambiando con el tiempo. El proceso sigue un curso impresionablemente lógico, y a día de hoy he logrado llegar a la conclusión de que por lo general a la gente le incomodan los problemas ajenos. El interés repentino que algunos de los que consideraba grandes amigos se fue disipando con el tiempo, y rara es la pregunta sincera acerca de cómo van las cosas. De esta forma utilizo esta Fortaleza, denominada la de mi soledad, como una especie de liberadora forma de expresar mis frustraciones acerca de la fugacidad de la empatía ajena. La soledad en ese aspecto es una fuerza de la naturaleza como otra cualquiera, se aprende a vivir de ella, a sacar fuerzas de flaqueza y a continuar caminando con un mínimo de esperanza requerida.

Enfrentarte a las situaciones más inesperadas y complicadas en la vida, como bien puede ser la muerte en un momento determinado, fortalece tu carácter, aunque esto no quiere decir que en determinados momentos esa fuerza no flaquee.

Una de las cosas que he aprendido a lo largo de estos tres últimos años es a no prestar demasiada atención a las palabras. Estas son a menudo pronunciadas con una facilidad pasmosa, y no son correspondidas con esa misma facilidad. El tiempo te enseña que son los actos los que verdaderamente cuentan, ya que estos no precisan de palabras que los acompañen. He aprendido que los amigos verdaderos se cuentan con los dedos de una mano… y sobran. También que en ocasiones los que sufrimos determinados estigmas ponemos a prueba esas amistades sin darnos cuenta, y pagamos las consecuencias necesarias. Los enfermos crónicos estamos condenados a una vida de sacrificios si queremos seguir con vida, y descubrimos que el prójimo solo tiende a acordarse de nosotros cuando las cosas les van mal a ellos también.

No hace mucho escuché una frase que me hizo pensar durante toda una tarde, “cosas malas les ocurren a gente buena constantemente”. Es una realidad que a veces obviamos, y nos enfurecemos porque pensamos que determinada gente no lo merece, porque verdaderamente lo que ocurre es que no logramos entender el propósito de esos eventos. Yo he aprendido a poner las cosas en una balanza, y he determinado que probablemente he tenido más mala suerte que buena. Sin embargo, elijo seguir caminando hacia delante, mientras mi mente navega por los recuerdos. Si he logrado sobrevivir al SIDA, a renunciar a mi felicidad por mi familia, a perder al único hombre que amado, y el único lugar que ha sido mi hogar, si he sobrevivido al abandonó de amigos, a ser el eterno sustituto a disposición de los demás, a las consecuencias de mis propios errores, y si a pesar de estar repleto de cicatrices, mi corazón sigue latiendo, ¿por qué no seguir adelante? Porque no me creo que los eventos de mi joven vida carezcan de sentido o propósito, porque me he probado a mi mismo como superviviente, solo, sin ayuda de nadie, y aprendiendo a digerir mi propio dolor.

Creo que lo más duro de vivir con el VIH a día de hoy, es el permanecer infectado, y que la gente tenga miedo a amarte debido a este hecho. Si encima elijes el camino que yo he elegido, el de la sinceridad para que el otro desde el segundo número uno escoja, la sensación de aislamiento se vuelve más patente todavía debido al rechazo. Lo peor es que en el fondo de mi corazón, no me queda más remedio que aceptar y entender ese rechazo. Y como evito el rechazo, observo que comienzo a evitar el contacto.

Otro aspecto con el que es difícil de convivir es la sensación más absoluta de estupidez. Por más que lo intento, no puedo evitar machacarme mentalmente de cuanto en cuanto acerca de lo estúpido que fui en el determinado momento en que con toda la información del mundo, no tuve cuidado. La vida esta plagada de errores con los que tenemos que aprender a convivir el resto de nuestras vidas. Otro aspecto bien puede ser el desinterés de los demás, el rostro que te miraba con ilusión y que cambia para ser incapaz de ocultar el miedo, y el cambio de actitud.

No soy un ser humano derrotista, pero quien me haya leído desde el comienzo, sabrá que soy persona de fechas. El seis de abril es un día en el que no puedo evitar sentirme mal conmigo mismo, no evito pensar en el horrible día que pasé hace ya tres años, y en como miraba a través de aquella ventana en el hospital. Mi mirada se perdía entretenida con las luces de la noche, pensando en toda la vida de diversión nocturna sin ser conscientes de mis miedos y situación. Echo de menos que acaricien mi mejilla, que entrelacen dedos entre mi cabello, y la calidez de unos labios. Pero el día que trae recuerdos tristes también ha de llegar a su fin, y volveré a levantarme. Secaré la humedad de mis ojos, saldré a correr, a liberar mi mente de mis constantes deliberaciones, y quizás, solamente quizás, unos ojos extraños reparen en mi presencia, a menudo invisible, y se decidan a arrancar la armadura que me recubre. Mientras tanto, me conformo con la caricia del viento. Aunque sea en honor a aquellos que no tuvieron, y los que aun no tienen, otra opción que la de morir, yo elijo caminar, y alzar la mirada.

A los que amáis, os pido valoréis cada día lo que tenéis, y a los que aún no habéis encontrado a alguien, os reto a intentar mirar más allá de las apariencias, y de los prejuicios y miedo, no se han de poner trabas al amor.

“A pesar de todos sus alardes, la triste realidad del hombre, es que no puede escoger su triunfo. Solo puede escoger cómo se comportará cuando el destino llame a su puerta.”

 Besazos y Abrazos