Archivo para octubre, 2008

MI ECLIPSE SEMANAL

 (ENTRADA 48)

 

La verdad es que ha sido una de esas semanas realmente positivas, en las que aunque hay determinadas cosas que a uno le mosquean un poco, los demás aspectos positivos consiguen eclipsarlas y hacer que cada vez me resulte más fácil pasar olímpicamente de ciertas estupideces.

Solar eclipse August 21, 2017 at 1:15pm from Wisconsin, USA

El tiempo empieza a empeorar, y aunque esto sin duda conlleva algo de incomodidad, a la hora de salir a correr resulta una ayuda considerable. El problema de hacer deporte en verano, es que uno tiende a deshidratarse y agotarse a mayor velocidad, y como consecuencia se rinde menos. En invierno al salir a correr te llevas una buena bofetada inicial por parte de las bajas temperaturas, pero a los diez minutos el cuerpo entra en calor sin agotarse tanto. Pues bien el lunes logré batir mi record personal, que databa del mes de febrero de este año, y me hice mis diez kilómetros nocturnos en un tiempo de cuarenta minutos y doce segundos. Asín que súper contento y feliz, pues no hay mayor satisfacción que la de derrotarse a uno mismo, subí a casa. Completamente agotado, deshecho, destrozado, y con un considerable tirón en el gemelo izquierdo subí a casa donde comuniqué mi hazaña a la family…. La mia mamma me sacó esta foto en la que estoy todo sudado y pringoso…. 

Y como cada vez que bato mi record, que no es con demasiada frecuencia, me regalé una tableta de chocolate (negro, que no es malo para colesterol). Una ducha de agua templada, y un poquito de cine en mi rinconcito de relax en el salón, y la verdad es que uno se queda con una sensación de satisfacción física y mental de lo más relajante. No dejare de recomendarlo… Run, run, run………. rrrrruunnnn

Por otro lado, ese mismo lunes fue mi último día de doble medicación, asín que le dije adiós a las dos pastillas que me han acompañado durante lo dos últimos años y medio, todos los días, a las once de la noche. El martes, tras salir a correr de nuevo (sin batir el record claro esta, que dudo que ya lo bata más), le dije hola a mi nueva pastilla Atripla, muy fashion ella, y de color rosa. Es curioso, porque verdaderamente esta pastilla no es más que la fusión de las dos que tomaba antes, pero no se si será por el cambió en la rutina, que el cambió de la misma, tan duradera ya, me sentó verdaremente bien. Y sin embargo, cada vez que observo en la palma de mi mano esa diminuta pastilla, que me mantiene con vida, no puedo evitar en  todas esas personas que sufrieron tanto (algunas conocidas por mí), y que no tuvieron las facilidades y ventajas actuales para luchar por su salud. ¡Es importante no olvidar! 

Llegó el fin de semana, y el viernes acudí con el club tragycom a ver la obra “Manos Blancas no Ofenden”, y la verdad sea dicha nos lo pasamos pipa con la mencionada comedia, representada a la perfección, y con  un vestuario simplemente espectacular. Después de cenar en un restaurante que resultó el descubrimiento de la noche, yo seguí de fiesterilla por Chuequilandia. La verdad es que me pasé un poquitín con la cerveza, aunque a fin de cuentas había cosas que celebrar, y acabé por volver a unas horas inhumanas a casa y es que, aunque los aparente (juas, juas, juas), uno ya no tiene veinte años. El sábado, sin embargo, me levanté tempranito (a eso de las tres de la tarde), y tras una comida rápida y ligera, me encontraba perfectamente pasé por el Corte Inglés donde me agencié un par de pelis (“Asesinato en el Orient Express”, y “Top Secret”). El sábado noche salí un rato nada más, ya que al día siguiente tenía una comida de cumpleaños en el Escorial. Así que mi buen amigo Javi, más popularmente conocido como La Tremenda, y yo decidimos quedar algo antes, para aprovechar lo que resultó un día espectacular, y hacer una visita al monasterio. Nos apuntamos a un grupo guiado, pues era necesario para poder ver algo más que los jardines. 

 Tras esto acudimos al cumpleaños de Cesar, y disfrutamos de excelente comida provista por su encantadora madre compartiendo risas y momentos divertidos. De vuelta pillamos un poco de atasco, pero logramos llegar a Madrid, y más difícil todavía… aparcar. Asín que Javi y yo nos fuimos a tomar un cafelito a “La Troje”, para así poder planificar las películas que veríamos en el cercano festival de cine de temática gay, y así de vuelta a casa, finalizo una de esas semanas en las que lo negativo tiende a pasar desapercibido… Por cierto… estoy en plena crisis existencial ¿debería cortarme el pelo? Tengo argumentos a favor y en contra… todos muy convencidos de si mismos.

 Besazos y Abrazazos


EL ETERNO CONSUELO DE SOÑAR DESPIERTO

  (ENTRADA 47)

 

Me pierdo en el tiempo mientras el viento dibuja mi rostro,  imagino el tacto de las mil caricias que no he recibido en tanto tiempo cuando la lluvia resbala por mis mejillas. Es en momentos de este estilo, cuando mis dos faros negros se cierran, y no buscan un horizonte que ya se ha perdido. Siento la inocencia rasgada, escondo el dolor en sonrisas desdibujadas y mientras levanto corazas reto, a quien sea capaz, a ver a través de las mismas. Es entonces cuando me mente se sumerge en un océano de sueños que creo despierto.

SOÑAR DESPIERTO 20-10-08

Me encanta soñar despierto, es uno de mis mayores vicios, y con los años me he convertido en todo un experto en la materia. De cada situación saco doscientos finales alternativos, cada uno mejora al anterior, y el propósito es concederme los finales felices… completa y totalmente egoísta. Soy el eterno idealista convencido de  la existencia de milagros sin la necesidad de vincularlos a vertiente religiosa alguna. Creo en la capacidad de lo impredecible, lo imposible… Creo fervientemente en el amor a primera vista aunque no sea correspondido, y me río de los expertos en asuntos del corazón que intentan convencerme de cómo dicho sentimiento se puede diseccionar, para ser analizado hasta al mínimo detalle.

Los expertos en soñar despiertos fundimos el egoísmo con el altruismo, porque amamos y sufrimos en situaciones no correspondidas. Sabemos que en nuestra mente se ha creado una realidad paralela en la que podemos escoger ese final tan esperado. Somos el pañuelo de aquellos que nos arrojan una vez somos desechables, y aún así seguimos estando dispuestos a servir de pañuelo una vez más… Eso es amar, porque se descubre en una parábola eterna que damos sin esperar nada. Convertimos el roce de un simple dedo en un acontecimiento sin igual, en una ventana al eterno contacto físico. Somos expertos en sumergirnos en los ojos ajenos, apreciamos las miradas, los momentos compartidos, el segundo se torna una hora y nos deleitamos en su disfrute. Cada rincón de nuestra mente tiene la capacidad de convertirse en un fragmento del paraíso.  

Por eso soy una persona afortunada, porque tengo el poder infinito del sueño, y su eterno combustible es el absoluto convencimiento de que la vida ha de acabar por recompensar a aquellos que nos aferramos a esa capacidad. Y de esta manera aprendemos a ver más allá de las apariencias, olemos los miedos ajenos porque hemos aprendido a identificar el nuestro propia. Es un poder tan grande que en ocasiones nos sorprende pues nos encontramos viviendo esas fantasías que nuestra mente ha imaginado. Por eso no tememos a la realidad,  y a sus consecuencias, y nos enfrentamos a un sinfín de adversidades, con el consuelo de esos momentos de evasión… teniendo fe en que el prójimo sea capaz de ver más allá de una simple fachada. Y de esta forma los complejos dejan de ser un escudo y se transforman en una lanza que, siquiera fuera necesario arrojara, podría ser considerada un arma. Somos fuertes porque somos conscientes de nuestra fragilidad, porque sabemos que si se cae de una montaña, no queda otra opción que volver a escalar. Convertimos el mundo en nuestro particular ojo mágico a través del cual creamos la belleza que podamos necesitar.

 Aún así sufrimos en silencio mientras continuamos caminando hacia aquel futuro desconocido, convencidos de que algo especial va a terminar por ocurrir… y ese momento será tan glorioso que inundará nuestros sentidos. Aceptamos lo que no tiene reparación, ponemos ímpetu a arreglar aquello que se pueda, y esperamos que nuestros inmensos defectos sean conocidos, pues a fin de cuentas son parte de nosotros. Y de esta manera me elevo, y vuelo, vuelo por un cielo de posibilidades y me imagino besándote en una tarde de domingo cuando soy consciente de que no se nada de ti, y mezclando mis dedos entre tu pelo para acabar acariciando tu rostro con el dedo índice… y se que es un sueño, y no pasa nada, vivir es una aventura que no me asusta…

“Los que sueñan de día tienen consciencia de muchas cosas que escapan a los que sólo sueñan de noche.” Edgar Allan Poe

Besazos y Abrazazos  


MI AMIGO CORBETT

 (ENTRADA 46)

 

Volviendo a mis crónicas universitarias, es curioso comprobar como el destino te lanza elementos que deben ser mencionados a toda costa. Este fin de semana he hecho una limpieza general de los montantes de mi habitación, y entre polvo, objetos irreconocibles y libros de texto, me he encontrado con la fotografía ajada de alguien a quién recuerdo con mucho cariño, mi amigo Corbett Consolvo.

MI AMIGO CORBETT 13-10-08

Conocí a Corbett en mi primer año de Universidad, cuando el estaba entonces en su tercer año, un año antes de salir del armario. Los viernes solía reunirme con mis amigos, Andy, Sasha, Tommy y Aaron en la casa del primero. Las reuniones de los viernes eran mis favoritas, y las compartíamos cenando juntos, viendo alguna película, o alrededor de un divertido juego de mesa. Corbett no era un habitual, pero apareció un viernes de enero de 1994.

Si he de ser sincero, mi primera reacción fue la de quedarme completamente prendado, si bien no voy a negar que soy una persona bastante enamoradiza, en esta ocasión estaba justificado. Corbett era un chico verdaderamente guapo, tenía una de esas sonrisas cautivadoras, y lo más importante de todo, sin menospreciar la belleza física que poseía, era su capacidad de hacer reír a los demás. Era sin duda una de esas personas que son buenas para la salud propia, de esas personas que quieres tener cerca, porque consigue evadirte, contagiarse con su optimismo y alegría. Corbett era de Washington DC, y estudiaba Arte dramático, aunque no para ser actor, sino para especiarse en la vertiente dedicada a tecnología, efectos especiales, y similares. Durante el resto del curso de mi primer año de carrera le vi esporádicamente, hasta que al final del mismo me comentó que buscaba compañero de apartamento para el próximo año. Ni que decir que inmediatamente dije que sí. Yo había estado compartiendo piso con mi amigo Sasha, al que tenía bastante aprecio, pero que cuyo afán al desorden me tenía bastante irritado.

Así que en mi segundo año de carrera me mudé con el chico más simpático y guapo que uno podía imaginar… solo tenía un pequeño defecto… era heterosexual.La verdad es que vivir con Corbett era todo menos aburrido, en nuestro primer mes nos enfrentamos a quedar cercados en nuestro apartamento por el agua, tras un tremendo temporal, y a un pequeño avispero que se había montado en nuestra terraza trasera. Además era adicto a los Animaniacs y también leía cómics como servidor. 

Pasados unos meses fue cuando servidor salió del armario, tal y como he narrado en entradas anteriores. Muchas emociones y dudas me asaltaron, entre ellas se encontraba el como iba reaccionar Corbett al descubrir que su compañero de apartamento era homosexual. Si algo había descubierto en todo aquel proceso era que la gente que conocías muy bien te podría sorprender rechazándote, y aunque esta claro que quien te rechaza por algo así no merece mayores consideraciones, esto no deja de ser un mazazo absoluto en la vida de cualquier persona normal. Aparte de esto, una cosa podía ser el aceptar a un amigo gay, y otra muy distinta el vivir con uno. Asín que sin más preámbulos decidí que debía hablar con Corbett, antes de que rumores distorsionados llegasen a sus oídos de fuentes dudosas.

Una tarde algo lluviosa charlé con él, y para mi más grata sorpresa mi ya buen amigo Corbett reaccionó de una manera muy grata, alegrándose por el paso que había dado y regalándome un muy fuerte abrazo. Decidió que había que celebrar mi salida del armario, con lo que fuimos al Blockbuster a alquilar tres películas de terror, para una sesión nocturna de miedo acompañada de dos pizzas repletas de cosas que no pueden ser buenas para la salud. Curiosamente nos hicimos mucho más inseparables y compartimos confidencias con mucha más facilidad, el me comentó problemas de índole muy personal sobre sus batallas personales, que no voy a comentar aquí, porque aunque hace ya trece años que no le veo, son cosas privadas. Nuestras guerras de espuma de afeitar eran legendarias. También me introdujo en el apasionante mundo del minigolf, para el cual demostré no tener ningún talento, eso si en aquellas partidas en las me machacaba nos reíamos mucho.

Corbett trabajaba en el centro de ordenadores de la Universidad, con lo cual por las tardes yo solía estar solo en casa. Una tarde entraron a robar en nuestra casa, mientras yo estaba viendo la televisión. Ni que decir tiene que cuando escuche como rompían la ventana del cuarto de Corbett, salí disparado de nuestro apartamento. Llamé a nuestros vecinos y llamé a la policía. Esta debía estar muy aburrida aquella noche porque se presento en nuestro apartamento toda la comisaría con perros y todo. Si yo me lleve un susto, el que se llevó Corbett al volver aquella noche fue bastante peor. Se había quedado un agente de vigilancia hasta que llegasen para tomar huellas en la ventana. Cuando Corbett entró, el agente desenfundó su pistola y le mandó que pusiera sus manos en alta, mientras el pobre Corbett gritaba: “¡Vivo aquí, vivo aquí!”. La verdad es que cuando no nos metíamos en embolados, los embolados llegaban a nosotros.

Ese año Corbett se graduó, y yo me mudé a otro apartamento, en una zona más segura. Han pasado los años y no he vuelto a saber de Corbett, aunque a menudo hago búsquedas, pues me encantaría enviarle un saludo, saber como le ha ido.En los últimos años me he acordado mucho de él, y de otras muchas personas de aquella época, de las que hablaré en el futuro de este blog. Ese hueco que te dejan ciertas personas no se vuelve a llenar. Con frecuencia, me parece que los recuerdos de aquella época no me pertenecen, que son de otra persona de la cual soy una sombra, y solo espero que, así como yo me acuerdo de mucha gente, ellos piensen en mí de tanto en tanto.

El caso es que a mis treinta y cinco años, a menudo me hago a la idea de que no me va a tocar encontrar el amor… pero si el milagro hubiere de suceder, me gustaría que esa persona se pareciese a Corbett Consolvo… y es que por más que me esfuerzo, no recuerdo ningún momento triste a su lado.

Besazos y Abrazazos


BODA CON AMIGOS DE JUVENTUD

  (ENTRADA 45)

 

Volviendo de nuevo al presente, en plan pausa publicitaria de mis crónicas universitarias, la semana pasada fue realmente buena, de esas cargadas de buenas noticias y buenos momentos que te hacen pensar… algo malo espera a la vuelta de la esquina. Pero volviendo a lo bueno, lo más destacable de la semana fue la boda de mis amigos Josín y Laura.

BODA CON AMIGOS 06-08-08

Los resultados de mi última analítica fueron espectaculares, y en cuanto acabe con la medicación que me queda (17 de octubre), comienzo con la pastilla única… que por fin ha llegado a España. Asín que a partir de ahora, una sola pastilla al día… la verdad es que las cosas cambian, y hay veces en las que el no rendirse, y tirar adelante tiene sus recompensas.

Pero no es ese el tema de hoy, pues hay otras sorpresas agradables que la vida te depara, y este fin de semana estuve de regreso en Gijón para ir de bodorrio. Digo que estas cosas te sorprenden, porque si he de ser sincero, esta era una boda de la cual no me esperaba invitación… y no me hubiera molestado el no recibirla. Sin embargo, Josín y Laura no solo se acordaron de mí, si no que este verano tuvieron el detalle de llamarme para entregarme la invitación. Toda una sorpresa, y todo un honor el poder acudir. Y es que de mi pandilla de juventud, yo he sido siempre el más desprendido. El no vivir en Gijón, ejercer de trotamundos, y ver a los amigos de hace tantos años más bien poco, hace que cualquiera aprecie muchísimo que se acuerden de uno en destacadas ocasiones… detalle, que todo sea dicho, no tiene todo el mundo. Pero cuando este detalle proviene de alguien inesperado, lo aprecias el doble, y revalorizas la opinión que tenías de esa persona. De todas las bodas a las que me han invitado en Gijón, solo he fallado a una, y fue por circunstancias ajenas a mi voluntad, vamos que fue en plena crisis de salud.

Asín que el viernes agarré el “semiave” para ir a Gijón… lo llamó así, porque solo llega de Madrid a Valladolid de momento, y el resto del viaje es a la antigua usanza. Siempre reservo un asiento en la fila independiente del vagón, y mirando para adelante, porque no me gusta llevar a nadie sentado al lado. Pues bien, cual es mi sorpresa al ver que me tocó un asiento mirando al frente de otro, y a un tipo con unas pintas poco presentables asentado en él, en frente su mujer. Al decirle, de manera muy educada, que estaba sentado en mi sitio, va y me suelta: “Anda chaval, siéntate en mi sitio y déjame aquí”. Observo el sitio, y me doy cuenta que aceptar el cambio supone viajar al revés, sin ventanilla, y con no muy grata compañía, con lo que le digo: “Lo siento, pero me mareo sentado en sentido contrario, y este es mi asiento”. Ni que decir que el tipo se levanta, de mala gana, quejándose de la juventud, y su falta de educación… y a mi eso me toca bastante los cojones. Si yo me molesto, en reservar mi asiento con tiempo, para que sea de mi agrado, no tengo porque encontrarme a nadie sentado en él, y desde luego que aguantar desplantes… que fue lo que me tocó de su señora todo el viaje. Hice acopio de paciencia, y me aguante, aunque era para haber montado un numerito. Tengo un enorme respeto a la gente mayor, pero me irritan los que cuando nos les dejas hacer lo que les da la real ganas, proceden a meterse con la juventud. La próxima vez que se molesten en buscar y seleccionar los asientos que quieran. En fin, que fue un viaje… “tenso”.

Lo importante es que llegué, y al día siguiente acudí a la Iglesia de Deva, donde tenía lugar la boda de Josín y Laura. Hoy en día, y dado que la mayoría de mis amigos ya están a cargo de su respectiva descendencia, solo nos reunimos en acontecimientos de esta magnitud, y esta vez hubo sorpresas. Apreció Ángel, al cual hacía fácilmente unos diez años que no veía… y seguía igual que siempre. También pude enterarme de que mi súper Bea, ha caído en el lado oscuro, y esta embarazada, con lo cual se me presenta un futuro año nuevo y un verano desesperadamente aburridos (¡que me alegro por ti, guapa!)… era de las escasísimas que se resistía al cambio… para que luego digan que no es duro ser gay. 

Bueno, el caso es que nadie objetó en la boda… y aunque me alegre por Josín y Laura, debo decir que me apetece bastante asistir a una boda que no se consuma… tiene que ser realmente divertido… y nos dirigimos al Hotel Jovellanos para comer, y debo decir que en nuestra mesa (donde estábamos Pablo, Bea, Juan, Nieves, Mario, Belén, Ana, Ángel y moi) predominaron las carcajadas y el buen rollo. Debo decir, pues no sería yo si no “de criticase” algo, que para mi decepción el 99% de los comensales se quitaron la chaqueta en la mesa… lo cual no es aceptable dentro de las normas generales de educación, y lamentablemente se esta convirtiendo en una práctica bastante usual… pero en fin, haya cada cual. Después de bailes, y risas llegó el momento de la despedida no sin antes entonar el clásico “Gijón del Alma”, que a tantos emociona, y a mi, la verdad, es que ni fu, ni fa.

Desde la distancia no puedo evitar observar a mis amigos en la pista de baile, divirtiéndose, volviendo a hacer salir de su interior a aquellos críos que fuimos en su momento, cuando salíamos juntos los fines de semana. Recuerdo los veranos recorriendo las fiestas de prao, tienda de campaña en mano… recuerdo los desternillantes cumpleaños, las tardes en el “Tik”, las Semanas Negras, los conciertos en el Náutico, los días de Fuegos… recuerdo todo esto, y no puedo evitar pensar, que quizás me he quedado atrás en esa época en la que todo problema era irrelevante…por eso me gustan estas ocasiones, porque son de esas raras veces en las que nos juntamos y surge de nuevo el adolescente…

Besazos y Abrazazos